La importancia de publicar un texto sobre este tema no se encuentra solo en la necesidad de adoptar posición frente a los últimos sucesos, o a la mal llamada decadencia del "socialismo" cubano. Nuestra crítica pretende ser una continuación de la denuncia que el comunismo como movimiento ha hecho siempre al mito de la "revolución" cubana y por tanto no puede limitarse a este último tiempo, ni siquiera a este sitio geográfico. De ahí que en este texto se denuncie el papel de la socialdemocracia (el partido burgués para los obreros) pues es fundamental para conocer los acontecimientos en Cuba y comprender el papel de los llamados gobiernos obreros, que tanta relevancia histórica e internacional han tenido. En las siguientes páginas se analizan algunas de las políticas del Estado en Cuba, como la soberanía nacional, el partidismo, la apología al trabajo, la defensa de la economía nacional con miras al desarrollo, el militarismo, el proteccionismo; así como las ideologías de la planificación, la de defensa de los logros sociales, la del mal menor, la de la conciliación de clases, la del enemigo principal; en fin se describen algunos elementos acerca de la persecución de los "antisociales", de los que están contra la patria, así como de la represión a los subversivos.El texto que a continuación se presenta es el resultado de un trabajo colectivo, efectuado por un círculo de compañeros, varios de los cuales han estado en Cuba varias veces y en distintas oportunidades, en colaboración con nuestro grupo y afirma posiciones clasistas y revolucionarias en torno a la denominada "revolución" cubana y al "castrismo" (1).
Al ser esta crítica una afirmación de nuestra lucha, es importante dejar claro los mecanismos por los cuales el proletariado en Cuba es apartado de sus intereses y encuadrado en torno a intereses que no son los suyos a cambio de un plato de lentejas y es sometido a la defensa de los intereses capitalistas del Estado y del Partido "Comunista". Por ello este análisis no tiene nada que ver con la crítica que desde posiciones burguesas se hace hacia esta particular "revolución"; solo la crítica verdaderamente revolucionaria puede fortificarnos y encaminarnos hacia nuestro proyecto histórico. De ahí el carácter a contra corriente de nuestra crítica al castrismo y antagónica a la que hace la oposición democrática, a ese régimen.
Hay que aclarar que aunque el análisis pretende ser ambicioso desde un plano programático y concreto, adentrándonos en la realidad cubana de las últimas décadas basándonos en la vivencias y testimonios de la Cuba de los 90, este texto es tan solo un esbozo, y no pretende ser un análisis completo de la "revolución" cubana, una descripción exhaustiva de la realidad de la isla. Ello hubiese implicado un estudio más a fondo de la experiencia del 59, de como ese movimiento social que desenbocará en una crisis general del aparato de dominación fue recuperado y canalizado hacia un remodelamiento del Estado burgués y de la sociedad capitalista en ese país.
No es necesario insistir aquí sobre la importancia del mito de Cuba entre los militantes de todo el mundo, no solo entre los imitadores reformistas de dicho modelo, sino entre muchos militantes revolucionarios del proletariado, que al menos durante un momento o período, pensaron que en la isla se peleaba realmente por una sociedad diferente, por abolir la propiedad privada y el dinero y constituir un hombre nuevo; lo que parecía confirmarse por el radicalismo verbal de los barbudos, así como por lo que en un momento pareció una ruptura total con el Estado imperialista de la URSS y la denuncia de los contrarrevolucionarios partidos "comunistas" de todo el mundo.
Nos hubiese gustado hacer, un texto más histórico, una exposición detallada y argumentada programáticamente de lo acontecido desde los años 50, con sus contradicciones y particulares circunstancias, pero ello nos hubiese llevado más tiempo y hubiese desbordado las posibilidades de una revista. Dado por otra parte el desarrollo de las contradicciones de clase en ese país, como las polémicas que "la cuestión cubana" sigue suscitando entre muchos militantes, incluidos contactos nuestros, y la necesidad y urgencia en argumentar más sólida y públicamente la posición que hemos tenido siempre al respecto, hemos optado por publicar un texto sin tan decisiva parte.
No esperen aquí que les hablemos de los "logros", de la "diferencia en la calidad de vida entre Cuba -antes de la dislocación del imperio stalinista- y otros países de América Latina", del buen humor de los cubanos, de su hospitalidad y su dinamismo. Pretendemos por el contrario denunciar un Estado burgués que se dice socialista, que a su política y guerras exteriores les llama internacionalismo, que tiene una policía llamada "revolucionaria", pretendemos solo esbozar algunos elementos para que el lector pueda percibir lo que es vivir en un país a donde la subversión se la persigue por "contrarrevolución" y la "revolución" es explotación.
Al mismo tiempo advertimos que nos hemos visto obligados a utilizar conceptos como castrismo, tercer mundo, blancos y negros, etc,... por limitación del lenguaje y un uso coloquial del mismo. Advertimos asimismo, que algunos capítulos de este texto (como el concerniente a "El Mercado") fueron redactados antes de la legalización de la posesión de dólares por parte de los cubanos y el intento de oficializar parcialmente del mercado negro lo que si bien tenderá a facilitar el movimiento de capitales y beneficiar a ciertos sectores comerciales de la burguesía, no ha implicado cambios en el cotidiano del proletario cubano y nosotros hemos preferido dejarlos como estaban dado que describen el funcionamiento más general de la vida en Cuba durante muchos años.
El proletario se encuentra como en cualquier otra parte separado de todo medio de vida y de todo medio de producción de lo necesario para vivir. Como en cualquier otra parte de la sociedad capitalista mundial el ser humano para vivir (salvo por supuesto los propietarios privados de los medios de producción, los gestionarios del capital) debe vender su pellejo, tiene que vender su fuerza vital para subsistir. Como en cualquier otro país de América Latina y el mundo, el proletario cubano se enfrenta a las condiciones de su vida que se encuentran concentradas como fuerzas ajenas a sí mismo o dicho más prosaicamente se encuentra privado (¡propiedad privada quiere decir exactamente esto!) de sus medios de vida y para procurárselos está obligado a vender su fuerza de trabajo, a trabajar para los propietarios de los medios de producción. Como en cualquier otra parte, el trabajo y en particular el trabajo asalariado es la expresión vital y tangible de la sociedad capitalista y el proletariado se encuentra en contraposición vital a ella.
"... ¿cómo se convierte en capital una suma de mercancías, de valores de cambio? Por el hecho de que, en cuanto fuerza social independiente, es decir, en cuanto fuerza en poder de una parte de la sociedad, se conserva y aumenta por medio del intercambio con la fuerza de trabajo inmediata, viva. La existencia de una clase que no posee nada más que su capacidad de trabajo es una premisa necesaria para que exista capital... Por consiguiente, el capital presupone el trabajo asalariado, y éste, el capital. Ambos se condicionan y se engendran recíprocamente." (subrayado en el original) -Karl Marx, "Trabajo asalariado y capital", 1849-
Lo que se hizo con respecto a la propiedad privada en Cuba no fue abolirla, sino concentrarla, establecer jurídicamente su centralización jurídico-estatal (lo que muchas veces ni siquiera significa su verdadera centralización económica), como lo prueba la existencia misma del salario.
"Por eso también está claro que salario y propiedad privada son lo mismo. Y es que el salario -que paga al trabajo con su objeto mismo, con el producto- es simplemente una consecuencia necesaria de la enajenación del trabajo, igual que en el trabajo asalariado éste, en vez de mostrarse como fin propio, se halla al servicio del salario." -Karl Marx, "Manuscritos de París", 1844-
La intención del gobierno "revolucionario" cubano siempre fue clara y sin ambigüedades en cuanto a este tema, ya que sus personeros nunca se plantearon acabar con la propiedad capitalista y el asalariado, ni con la mercancía y el valor (3). Lo único que postularon fue la estatización, las medidas jurídico coercitivas para liquidar la propiedad particular de los antiguos patrones e imponer la propiedad estatal (también privada, en la medida en que los proletarios siguen teniendo que vender su fuerza de trabajo) como la única posible en la isla.
El hecho de que el comprador de la fuerza de trabajo sea el Estado, que exista por lo tanto un monopsonio (un comprador único) de esa mercancía, no favorece para nada al trabajador, ni constituye ningún cambio esencial con respecto al funcionamiento del capital con respecto a otras partes. En efecto, a pesar de las apariencias el obrero asalariado en ninguna parte pertenece a tal o tal patrón, sino a la clase capitalista en su conjunto, al capital mundial. "El obrero no pertenece a ningún propietario, ni está adscrito al suelo, pero las 8, 10, 12, 15 horas de su vida cotidiana pertenecen a quien se las compra... Pero el obrero, cuya única fuente de ingresos es la venta de su fuerza de trabajo, no puede desprenderse de toda la clase de compradores, es decir, de la clase de los capitalistas, sin renunciar a su existencia. No pertenece a tal o cual capitalista, sino a la clase capitalista en su conjunto." -Karl Marx "Trabajo asalariado y capital", 1849-
Una muestra de como se intentó hacer pasar en Cuba las nacionalizaciones y estatizaciones como pasos revolucionarios es la "ofensiva revolucionaria" que el 13 de marzo de 1968, casi diez años después de su "revolución", el gobierno lanza en Cuba. Esta campaña tenía como objetivo la expropiación de todo lo que se hallase fuera del control jurídico del Estado, como pequeñas fábricas o industrias, o simplemente pequeños distribuidores de mercancías. Fue un paso crucial en la ruta cubana hacia la concentración de la propiedad jurídica y representa la aceleración de una política económica que hace hincapié sobre la acumulación de capital y el desarrollo rápido, aun a costa de un menor consumo.
Según el periódico del Partido Comunista Cubano (PCC) de entonces, "la ofensiva revolucionaria procura combatir el egoísmo y el individualismo, y desarraigar el parasitismo." Luego de esto el PCC proclama: "Cuba se ha convertido así en el país socialista con mayor porcentaje de propiedad estatal"...
Esta visión simplista y maniqueista en torno a la propiedad permite ver que el gobierno cubano no perseguía la abolición de la propiedad privada salvo en sus discursos, y que en cambio era el total control Estatal de ésta lo que les interesaba. Por tanto no se le puede exigir más coherencia a este gobierno, que nunca se planteó ir más allá. El famoso gobierno "socialista" de Castro con su visión no revolucionaria era el freno y el límite objetivo de un proceso en el que sectores importantes del proletariado internacional y cubano habían cifrado sus esperanzas.
Para el proletariado es exactamente lo mismo que el capital sea nacional o extranjero, que el dueño sea un particular o el gobierno pues el hecho de cambiar la propiedad de dueño, de hacerla gubernamental no abole la propiedad privada (el proletario sigue privado de propiedad), ni el capital. Por eso la consigna de abolición del trabajo asalariado, que contiene la de abolición de la propiedad privada, es subversiva también en Cuba. "El salario es consecuencia directa del trabajo enajenado y el trabajo enajenado es la causa directa de la propiedad privada. Por consiguiente ambos [salario y propiedad privada] son [solo] aspectos distintos de una misma realidad y tienen que caer juntos." -Karl Marx, "Manuscritos de París", 1844-
Desde hace más de un siglo los revolucionarios de todas los países y generaciones denuncian al "socialismo" burgués que pretende aproximarse a la sociedad futura en base a las nacionalizaciones y las estatizaciones, afirmando que en realidad el hecho de que los medios de producción pasen a ser propiedad del Estado no cambia en absoluto la naturaleza social de las mismas, que por dicha vía el capitalismo no es suprimido, sino afirmado y que por lo tanto estas medidas no tienen nada que ver con la revolución y el socialismo:
"... ni la transformación en sociedad por acciones, ni la transformación en propiedad del Estado priva a las fuerzas productivas de su cualidad de capital; el caso es evidentísimo para las sociedades por acciones. A su vez, el Estado moderno es una organización que se da la sociedad burguesa para mantener las condiciones generales exteriores de la forma de producción capitalista frente a las invasiones de los trabajadores y de los capitalistas aislados. El Estado moderno, cualquiera que sea su forma, es una máquina esencialmente capitalista; es el Estado de los capitalistas; es el capitalista colectivo ideal. Cuanto más fuerzas productivas se apropia tanto más se convierte en un verdadero capitalista colectivo, más ciudadanos explota. Los trabajadores siguen siendo asalariados, proletarios, el capitalismo no se suprime, muy al contrario, se extrema..." -Engels, "El Anti Dühring" (Tercera Parte Socialismo, II "Nociones teóricas)"-
La nacionalización, la estatización y la protección nacional de tal o cual producción solo sirve para hacer perdurar condiciones de trabajo y valorización del capital que no corresponden al nivel mundial de valorización; en hacer funcionar medios de producción que la competencia internacional condena al paro. De alguna manera el gobierno lo que hace es postergar la quiebra, pues todo sector protegido de esta manera se hace cada vez más difícil de mantener.
Cuando a principios de esta década, Fidel se manifiesta favorable a la apertura económica y se realizan una serie de contactos con importantes delegaciones patronales europeas y solicita la evaluación de la situación en la isla a grandes economistas burgueses, esto se confirma totalmente. En efecto tanto el informe efectuado por Carlos Solchaga, ex ministro de economía español, como los consejos del Fondo Monetario Internacional aconsejan privatizar las empresas no rentables que evalúan en 69 por ciento (4), lo que acarearía la desocupación de 3 millones y medio de personas (otros informes hablan del cierre del 80 por ciento de las empresas). Dichos expertos en ganancias burguesas y miseria obrera dicen que sin esas y otras reformas (reducción del déficit presupuestal, creación de un peso fuerte...) Cuba no está en condiciones de competir internacionalmente.
También por razones ideológicas (las famosas ventajas del "socialismo") el gobierno subsidia productos de consumo popular, en particular alimentos o hace gratuitos tales o tales servicios, como lo hizo el stalinismo, el fascismo, el nazismo, así como muchos gobiernos en períodos de restricción, de movilización general o/y de guerra. Es una típica medida que busca la unificación nacional, al abaratar mercancías populares y contentar a la población y al mismo tiempo crear las condiciones para una disminución del valor de la fuerza de trabajo, aumentando así la tasa de explotación y la tasa de ganancia del capital. Pero por más que se fijen precios de esa manera, en base a esos subsidios, aquellos artículos tienen valores reales y el gobierno para pagar la diferencia tiene que extraer fondos de otra parte. Si bien eso en el caso de Cuba fue posible gracias a fondos provenientes del Estado ruso que pagaba así los servicios, el trabajo imperialista sucio, que internacionalmente realizaban las fuerzas armadas cubanas, ello se derrumbó con el fin de la alianza capitalista-imperialista denominada "campo socialista". Desde entonces el gobierno cubano ha tenido cada vez más dificultad para que le alcancen los fondos para seguir subsidiando y asegurar la supervivencia y el conformismo de una fuerza de trabajo barata.
El subsidio altera momentánea y coyunturalmente la aplicación de la ley del valor, pero no cambia esa ley misma, que en última instancia hace que los productos se tiendan a vender y comprar según su valor. Al contrario, el hecho mismo de que exista el subsidio como excepción, como alteración provisoria y política de la ley, está confirmando la fuerza de la misma. Como lo confirma también el desarrollo inevitable del mercado negro, la especulación, que son los mecanismos por los cuales el capital se burla de todos los que pretenden controlarlo sin destruirlo.
Como dice Munis en su libro "Jalones de derrota promesas de victoria" ("Crítica y teoría de la revolución española 1930-1939"): "El estalinismo, por un lado, presenta al proletariado la nacionalización como un hecho revolucionario contra los capitalistas; por otro la presenta a los capitalistas individuales como el único medio de evitar la revolución. Salva el capitalismo sacrificando algunos intereses privados en aras del interés general de los explotadores."
En particular, en cuanto a la opción entre estatización o no, proteccionismo o no, subsidios o liberalismo, es importante comprender que el capital no posee un proyecto único sobre como reproducirse mejor, en algunas ocasiones se utiliza el proteccionismo y el intervencionismo estatal acompañado de una óptica igualitarista o/y nacionalista y "socialista" para en base a la práctica de conciliación de clases desarrollar la industria del país, movilizando a toda la población para el crecimiento de la economía nacional. Roosvelt, Hitler, Fidel Castro, Allende, por ejemplo siguieron el proteccionismo enarbolado por el estalinismo y el keynesianismo. En otras ocasiones la política que más le interesa es el liberalismo, la libertad económica, la no intromisión del Estado-gobierno, las teorías de Adam Smith, actualizadas por Freedman, aplicadas por Tatcher, Regan, Pinochet, Felipe González, Menen, Fujimori y muchos otros. Pero lo fundamental es comprender que siempre estas políticas se complementan, que no hay proteccionismo sin vuelta al liberalismo (Cuba es ejemplo de esto), ni liberalismo sin tentativas de planificación proteccionista (hasta el actual Gobierno de USA reconoce los "excesos del liberalismo"). Más aun cada modelo contiene sus límites, así como el proteccionismo mantenido durante un tiempo largo genera su propia ruina por la incapacidad de mantener los subsidios de empresas, de mercancías, el liberalismo exacerbado se agota necesariamente por generar una disminución de la demanda efectiva en el largo plazo y por la incapacidad de dar otra cosa que palo frente a la protesta de la población. El agotamiento de cada modelo se acompaña del desgaste de cada fracción burguesa en el gobierno; así el desgaste de cada fracción en la gestión del Estado prestigia a la otra en la oposición y la prepara para ocupar los lugares centrales; haciendo de la alternancia el modo de funcionamiento normal en el largo plazo.
En la vida cotidiana en la Cuba de hoy el mercado paralelo (para-[los]-lelos; le dicen sarcásticamente los cubanos) se encargó y se encarga cotidianamente de mostrar la vitalidad de la ley del valor, la verdad de la economía capitalista contra las ilusiones de los castristas. La relación real peso-dólar ridiculiza a todos los organismos oficiales y represivos, a todos los decretos o cursos oficiales. Por más prohibiciones o permisiones que hayan o se levanten el desarrollo del capital comercial y usurero en el mercado negro ha seguido su curso y las ganancias se acumulan en base a la compra y venta al mismo ritmo que la escasez de todo agobia a la población. La especulación y la insolidaridad es, como en cualquier lado la ley general. El vecino le vende al vecino lo que los almacenes normales no venden, y con los pesos que obtiene compra dólares al turista. Luego busca a otro turista que le acompañe a las Diplotiendas, donde el cubano tiene prohibida la entrada solo, y donde hay de todo lo que no hay en otras partes, para comprar productos que luego revenden a sus vecinos. La rueda del mercado negro les lleva de nuevo a comprar dólares, a depender de ellos, y por lo tanto del turista, el cual es visto como una divisa andante, que les permite vivir mejor materialmente sin tener que trabajar por un sueldo mísero con el que a duras penas pueden pagar una botella de aceite, en el mercado negro, con el sueldo de medio mes. Otras veces los chanchullos sirven para complementar el trabajo asalariado oficial.
El mercado negro es formalmente ilegal. Se persigue pero se permite, porque no hay más remedio (7). Cada día sube el coste de vida, manteniéndose los salarios, y es gracias a los chanchullos que se sobrevive. En las ciudades existe un gran nerviosismo y una enorme tensión producida por el mercado negro, sin embargo esta compra y venta de mercancías se desarrolla con mayor tranquilidad en los pueblos y en el campo.
Ante este sistema, los dirigentes en vez de echar la culpa a la ley del valor real y ver en la especulación un resultado necesario de la misma, se limitan a culpabilizar a personas que participan de ese sistema. Fidel Castro repite en sus discursos que "hay que acabar con la especulación, con el mercado negro, con los especuladores, pequeños y grandes, que defienden el interés del capitalismo y no del socialismo". Recordemos que Lenin cuando desde el poder defendía la necesidad del desarrollo capitalista en Rusia también había intentado la utopía reaccionaria de reprimir a los especuladores, sin por supuesto atacar las causas fundamentales de la sociedad de la especulación (8).
Entonces nos preguntamos: ¿que pretenden estos reformistas, idealistas reaccionarios?. Pretenden que el cubano "socialista" no especule, pretenden controlarlo para que no participe en la valorización y comercialización de las mercancías, pretenden que la gente se muera de hambre y no intente "resolver" lo que necesita, que no luche por procurarse lo indispensable para la vida y que sobre esta base no se desarrolle el comercio. Ilusos y cabrones, ven al hombre separado de sus circunstancias y en pleno "arréglate como puedas" le piden que se arrodille y acepte que solo las mercancías vendidas oficialmente tienen derecho a valorizarse o mejor dicho que acepte que solo pueden acumular plusvalía los acomodados en el aparato oficial del Estado capitalista, los burgueses gobernantes y sus socios (principalmente los capitales extranjeros invertidos en Cuba). Las mercancías cuando se valorizan no entienden de decisiones políticas, ni de banderitas, ninguna disposición jurídica o tiránica puede impedir que la mercancía imponga sus leyes mercantiles a toda la sociedad.
Hasta hace poco se "despreciaba" (al menos en los discursos) al capital extranjero y las mercancías que no venían del bloque del este, sin embargo al capital 100% cubano se le potenciaba para que se valorice mediante el trabajo asalariado de los cubanos; ¡cómo si se pudiera imponer leyes nacionales a las mercancías!. Pero también en esto las leyes de la valorización del capital se ríen de los monarcas y la desesperación por la mercancía importada es general en Cuba. Como durante años se mantuvo subsidiada a toda una industria inservible que cada vez era menos competitiva en el mercado mundial, la calidad de la industria nacional fue empeorando cada vez más hasta llegar a la situación actual en donde todo cubano prefiere lo importado a lo nacional. Este estrepitoso fracaso de la tiranía castrista no solo se reconoce oficialmente también al preferir todo lo importado a lo nacional en cuanto a mercancías de consumo final, sino que se va hasta la base misma del problema cuando desde el gobierno se llama desesperadamente al capital extranjero.
Así por ejemplo en junio de 1994 se realizó una significativa conferencia en La Habana, organizada por el semanario británico "The Economist", biblia del neoliberalismo y en la cual participaron importantes hombres de negocios y banqueros internacionales y tuvo por título "Cuba: Open for Business" (Cuba abierta para los negocios). En 1995 Fidel recibe oficialmente una delegación oficial de Time y la revista dedica un número (del 20 Febrero de 1995) a la economía de ese país, desde entonces las revistas especializadas en inversiones recomiendan el país y citan la buena voluntad de los gobernantes para proteger las ganancias del capital. Por supuesto que no dicen que dicha protección ¡es contra el proletariado de ese país!.
Como muchos otros reformistas los castristas, pretendieron administrar mejor el dinero en vez de abolirlo, distribuir la propiedad privada "equitativamente" (concentrándola) en vez de destruirla, desarrollar la mercancía y el asalariado en lugar de eliminarlos, como si el capital, el trabajo asalariado, el dinero, no llevara en su esencia ricos y pobres, explotación de unos sobre los otros.
"El dinero es el valor general de todas las cosas constituido en sí mismo. O sea que le ha arrancado a todo el mundo, sea humano o natural el valor que le caracterizaba. El dinero es la realidad del trabajo humano y la existencia humana enajenados, realidad ajena que domina al hombre y que el hombre adora." -Karl Marx, "La Cuestión Judía", 1843-
Es evidente que el gobierno de Fidel y todos sus apoyadores críticos en el exterior, fiel al modelo stalinista exageró e infló esos "éxitos del socialismo". ¡Cómo si el socialismo pudiese medirse en toneladas de azúcar o en porcentaje niños alfabetizados!
En realidad ya en la época de Batista Cuba presentaba uno de los niveles de vida más altos de América Latina. Veamos algunos datos: Cuba era entonces el cuarto país de Hispanoamérica con menos analfabetos, el país del mundo con más kilómetros de ferrocarril por kilómetro cuadrado de área territorial, poseía ya un teléfono cada 38 habitantes, un televisor cada 18 habitantes (¡en 1958!) y una radio cada 5 habitantes (9). Su desarrollo sorprendía hasta a algunos viajeros de la "Suiza de América", el Uruguay, a principios del régimen de Fidel. Como decía el conocido escritor Marcelo Salinas en una carta a Guángara Libertaria "La situación cubana no era la que pintan todos cuantos estudian los países iberoamericanos: toda la constante rapiña de políticos y no políticos, no evitó el crecimiento del bienestar general. Recuerdo como se asombraba el secretario de la FEU uruguaya, hace 6 años, cuando estuvo aquí viniendo de Rusia, al ver la verdadera selva de antenas cubriendo los tejados de todas las poblaciones cubanas y cómo al ver que gozábamos de la comodidad del refrigerador, hizo constatar, que en el mismo Uruguay, eso era un lujo. Me dirás que la moral pública y privada no era de las mejores y que esa condición hizo posible el golpetazo demoledor de Batista; mas también puedo argüirte que nunca el sargentote llegó a conquistar del pueblo y tampoco lo conquistaron los que fueron, en un pasado cercano, sus mejores servidores..."
Pero sin embargo sería absurdo negar que en las primeras décadas del Castrismo y en base a los dólares con los que Rusia pagaba sus alianzas y a una mayor cantidad de trabajo de toda la población, se mejoró sensiblemente algunos aspectos de la supervivencia del proletariado cubano. No, no solo fue propaganda, sino que efectivamente hubo una mejora sensible en alimentación, salud, educación... y efectivamente en Cuba no se veía niños mendigando como en el resto del mundo lo que le sirvió al régimen para aumentar la propaganda y asegurar la reproducción de la dominación burguesa durante todos estos años, con un relativamente bajo nivel de cuestionamiento social y un gran aislamiento internacional de los luchadores proletarios en ese país. Sin embargo la creciente tecnología, el abastecimiento y los llamados logros del gobierno tuvieron un precio muy alto, que la gente comenzó a notar, no solo, por el hecho de que se trabajaba más sino que había que apoyar con material humano diferentes guerras, como la de Angola, Etiopía-Eritrea por ejemplo, en donde la deserción y la insumisión al ejército eran castigadas como traición a la patria (10).
Pero desde que el desarrollo de la crisis capitalista en la URSS resultó inocultable y la famosa ayuda a Cuba se comenzó a restringir, la carencia que existía en Rusia, no podía no existir en Cuba. Así desde fines de la década del 80 la situación social se degrada, la escasez de los artículos de consumo imprescindibles se generaliza. Los hechos del 90-91 en la URSS y la ruptura del pacto imperialista correspondiente, agravan más aún esta situación, acentuándose la carencia y la carestía de todo lo indispensable para la más elemental de las subsistencias. Se había acabado el tiempo en que la Unión Soviética le "daba" enormes cantidades de dinero, le vendía petróleo barato y le compraba sus materias primas por un precio mucho mayor del que podían conseguir de Haití (azúcar más barata) u otros países.
Citemos algunas cifras que dan una idea de la dependencia de la economía cubana con respecto a la URSS y los resultados del cambio de alianza imperialista. Mientras las cifras oficiales hablaban de entre 3.000 a 5.000 dólares diarios de ayuda directa, la oposición, incluidos los sectores autollamados "anarquistas" situaba esta cifra en unos 12.000 a 14.000 dólares por día en 1985 (11). Si este era el costo del populismo cubano, por su parte las cifras del comercio exterior pueden dar una idea de la importancia del cambio de constelación imperialista: en 1929, Estados Unidos absorbía el 78,8% de las exportaciones cubanas; en 1976 el conjunto de los países del Este absorbían el 73% de las exportaciones cubanas, de las cuales 60,8% correspondían a la URSS; mientras que dos años más tarde las mismas cifras sufren un aumento sensible: 84,8% de las exportaciones cubanas se destinan a los países del Este autoproclamados "socialistas" (73% corresponden a la URSS); mientras que el 79,6% de las importaciones cubanas provienen de esos países (65,2% de la URSS) (12).
Cuando esa retribución del Estado de Rusia por el trabajo mercenario del Estado cubano se agotó debido a la quiebra de las alianzas imperialistas, producto a su vez de la implosión del modelo de desarrollo capitalista (es decir del modelo que el stalinismo denominó "socialismo") anterior en la URSS y la liquidación política de la fracción burguesa correspondiente en ese país y sus aliados, el gobierno cubano declara que se está en un "Período Especial" y recrudecen las campañas para trabajar todavía más y comer todavía menos. La acción estatal para mantener a toda la población permanentemente movilizada se agudiza, no solo en base hipotéticos ataques del "imperialismo yanqui", sino en base a la clásica política de abastecimientos restringidos y centralizados que aplicaron todas las potencias en caso de guerra.
A continuación se presenta como funciona la distribución, y cual es la situación de carencia de la mayoría de los cubanos desde el Período Especial. Los miembros de cada familia son formados en núcleos y cada núcleo tiene la obligación de inscribirse y pagar una cuota al Comité de Defensa de la Revolución. Así, los miembros de un núcleo se inscriben en una sola libreta. Esta sirve para poder comprar en los establecimientos alimentarios (carnes, pescado, fruta y hortalizas, etc.) de una zona determinada y para poder acceder a los servicios de limpieza doméstica (lavandería, utensilios para el hogar, etc.) asimismo también se necesita la libreta para la compra de vestuario (ropa, calzado) impidiendo abastecerse de cualquier producto enumerado, en ninguna otra zona ni localidad. El Período Especial decretado en el año 1990 por Fidel Castro para la isla, se tradujo inmediatamente en un racionamiento en buena parte de los productos que el gobierno cubano vende a sus ciudadanos.
Así por ejemplo las pocas proteínas que los cubanos consumían fueron disminuyendo drástica y catastróficamente. Se redujo hasta el ridículo el consumo de carne de todo tipo, la carne vacuna desapareció, el pollo y el pescado se lo ve a lo máximo una vez por semana. Hasta 1991 sin embargo se podía consumir muchísimo huevo, lo que compensaba la escasez general en proteínas. En todo plato cubano había huevos, tanto es así que el profundo sentido del humor que caracteriza la población de la isla y que ni siquiera amengüó con lo trágico de la situación tomó el tema del aburrimiento que sentían todos los cubanos de los huevos como uno de los centros de los chistes (13).
Pero ya ese año se reaccionan hasta los huevos: primero a 4 por semana y por persona. Desde entonces se ha seguido reduciendo todo el consumo alimenticio y hasta niveles insoportables el consumo de proteínas, llegando hasta restringir al máximo hasta los huevos: dos por mes.
Lo que daban por persona incluida en la libreta en junio de 1993 era: 1/2 libra de aceite al mes, 3 libras de azúcar al mes, 6 onzas de frijoles al mes, una libra de pescado cada 15 días, 3/4 de pollo cuando se acuerdan, 1 galón de alcohol por núcleo, 3/4 de galón lubricante para cocinar al mes, 2 onzas de café cada 15 días, 4 cajas de cigarrillos al mes, una caja de fósforos por núcleo, 1 tubo de pasta dental -cuando viene-, 1 jabón de baño por núcleo, 3 paquetes de compresas cada tres meses, dos cuchillas de afeitar por hombre. 20 tarros de compota para niños de 0 a 3 años, 1 litro de leche diario para niños de 0 a 7 años, 2 huevos por persona al mes, una botella de ron por núcleo y un pan de dos onzas por persona al día. Se mantenían además las dietas especiales para adultos enfermos, embarazadas y ancianos (14).
En algunos hogares, con los productos destinados a los niños se nutre la familia entera. Con el agravante que yogur y leche se reparten cada dos días y los cortes de electricidad no ayudan a mantenerlos en buen estado en los frigoríficos. La dieta es insuficiente en cuanto a frutas y verduras se refiere. Las comidas exclusivamente de arroz y frijoles hinchan el estómago y echan el culo para atrás y entre otras cosas provocan hemorroides. Un prejuicio alimentario hace que en Cuba se desdeñe el pescado (pero de todas maneras está prohibido pescar o recolectar mariscos del mar) (15). Para colmo una parte de la población práctica la santería, religión que dicta a sus adeptos la comida que les está permitida. Las dietas vegetarianas no son populares en Cuba.
El sistema de distribución de alimentos, provoca fuertes tensiones en los hogares, las colas diarias resultan indispensables para poder comer, las discusiones y las tensiones en las mismas son moneda corriente. Pero también esta actividad vecinal y pública, en la que todo el mundo compite, se controla y está obligado a presentarse cotidianamente, constituye desde el punto de vista del Estado, mecanismos que permiten tener controlados los movimientos cotidianos de la población.
Gracias a esas peripecias, y a estar todo el día buscando la manera de pagar y encontrar los alimentos ("resolver"), la gran mayoría de la población, logra aun llevarse un plato de comida, de malísima calidad, a la boca al día.
Una chica nos contaba que "a veces puedes pasar un rato de hambre, pero que al final se come lo que sea, que los que pasan hambre son los que viven de lo que da la cartilla, pero que casi nadie vive solo de eso, la gente del comité también vive de la bolsa negra"...; "Es gente normal y corriente" nos decía.
Hay gente que dice hoy que antes de la llamada "caída de la URSS", si se podía sobrevivir con lo que daba la cartilla. Pero ello es falso, como en la propia Rusia actual dada la catastrófica situación social, se está idealizando el período pasado y no sería de extrañar que la fracción stalinista vuelva a constituir una fórmula de recambio. Algunos testimonios directos nos permiten afirmar que desde al menos 7 años antes ya era imposible vivir de la cartilla y que el mercado negro ya tenía un desarrollo importante, lo que hubo en ésta década fue un salto de calidad en la escasez de todo.
Todavía hoy en 1995 la mayoría de los cubanos afirman que no se puede decir que se muera gente de hambre, pero si es cierto que en la isla se pasa hambre y por supuesto que existe desnutrición y enfermedades por esta causa.
No queremos abundar en cifras que pueden leerse en cualquier revista especializada, solo retengamos que según la UNICEF en 1994 la mitad de los niños cubanos entre 6 y 12 años sufren de anemia.
La población reclusa es quien más sufre estas restricciones, en las cárceles muchos sufren de desnutrición, y se va a la cárcel, entre otras cosas, por robar comida y zapatos. Los presos afortunados reciben una visita al mes; sus familiares y amigos se las ingenian para llevarles comida cocinada, que se tiene que consumir en la hora de visita, también les está permitido recibir fruta, jabón, cigarrillos, azúcar y lectura. Pero es realmente difícil, a veces imposible, preparar una bolsa con lo necesario para contrarrestar y aliviar la escasez de la prisión. Muchos presos no son visitados por nadie, y muchos mueren de tuberculosis, sida y desnutrición. Aunque se quiera silenciar, es un secreto a voces. Estando en una casa en la isla, un compañero durmió sentado en una silla, pues faltaban camas, nosotros le insistimos en que compartíamos las camas que hubiesen, él nos aseguró que no le importaba, que ya había dormido varias veces sentado "en una celda que estuve un tiempo, dormía siempre sobre la silla, la humedad del suelo y las cucarachas me impedían estirarme en el suelo".
Pero, hasta con un superficial paseo por la Habana la farsa del socialismo y de la no existencia de clases sociales cae por su propio peso. Al ascender por la Rampa, uno se sorprende de las casas, pues son espaciosas, grandes y se encuentran en mejores condiciones que las de la Habana Vieja. Hay más tranquilidad, a medida que vamos subiendo se va viendo casas mejores, más "blancos" y menos miseria aparente.
Cuando preguntas por la igualdad en la isla, los proletarios te cuentan que a los barrios residenciales les llevan suministros de comida, "los coches van sigilosamente hasta las casas". "Vimos grandes diplotiendas, supermercados, donde hay de todo (desde equipos de alta fidelidad hasta güisqui) a donde van a comprar cubanos ricos, desde hace años."
Otros cuentos de como vive la burguesía llegan a los barrios pobres por medio del hijo de un chofer de un milico importante o porque el guardaespaldas "fulanito" tuvo que acudir al casamiento de la hija de un miembro del Comité Central adonde acudía "Esteban" ("este... ban... dido" le dicen los cubanos a Fidel). Los cuentos se multiplican acerca de esa contraposición que rompe los ojos; la población se indigna porque por ejemplo en 1991 cuando la supuesta "invasión yanqui" había sido declarada inminente por el Gobierno y se pedía a los Comités de Defensa de la Revolución la movilización permanente, se supo que los personajes centrales que supuestamente dirigirían la "resistencia", incluido el Comandante en Jefe, su hermano y todo el séquito, estaban de gran banquete.
A pesar de la multiplicidad de colores, la desigualdad racial es por todos conocida, las estadísticas hablan por si solas, en algunos lugares el número de blancos y negros es tremendamente dispar (hasta de 95 a 5 por ciento)... La universidad, la cárcel, son dos ejemplos representativos (suponemos que no hace falta especificar en cual de estos lugares el 95 por ciento es de "negros" y en cual es de "blancos"). Otro dato: la gente del Partido es predominantemente "blanca".
No se necesita hacer un análisis "marxista" para constatar la contraposición de clases, las mismas son visibles para cualquier observador. Los proletarios como en cualquier otra parte se encuentran privados de autoabastecerse, pescar, cosechar, recolectar y contrapuestos al mundo de la propiedad privada. El milico cubano sabe también que su deber es defender la propiedad privada y reprimir todo quien quisiese no respetarla: el robo se define de la misma manera que en cualquier otro país.
Dos proletarios negros nos decían. "Claro que queremos escaparnos de la isla y lo seguiremos intentando cueste lo que cueste. Aquí no tenemos ninguna posibilidad de hacer nada, no hay ni para comer. Además en todos lados somos discriminados por el color de la piel, cuando hay una racia y viene la policía siempre se la agarran con nosotros los negros; basta ser negro para que la policía te agarre a palos." ¡Y de nada sirve decirles que también en USA, que era su esperanza, pasa exactamente lo mismo, que el capitalismo es una sociedad racista. La respuesta es siempre: "No, en Cuba es peor, te pegan por ser pobre, te pegan por ser negro, te mandan a la guerra a hacer la guerra al Africa por ser negro y cuando te llevan preso ves que adentro todos los presos son negros."
"... no se trata de liberar el trabajo, sino de suprimirlo." -Marx-Engels, "La Ideología Alemana"-
"... el primer deber del revolucionario es el trabajo; algunos han confundido la revolución con la abolición del trabajo, como si el hombre pudiera liberarse del trabajo." -F. Castro-
A continuación narramos parte de la realidad del mundo laboral, para explicar la importancia del mercado negro, del abstencionismo laboral, del trabajo "ilegal" y de los esfuerzos del gobierno por mantener a los cubanos con un alta tasa de "productividad" a los efectos de mostrar las diferencias que hay con respecto a otros países."... si el comunista quiere abolir la preocupación del burgués, así como la miseria del proletario, es evidente que solo podrá hacerlo aboliendo la causa de ambos: el trabajo." -Marx-Engels, "La Ideología Alemana"-
Lo que corresponde a la libreta de racionamiento equivale a una tercera o cuarta parte del sueldo. Pero lo que da la libreta es mucho menos de la cuarta parte de lo que en realidad consume un cubano. Y todo lo que se compra en el mercado negro está en muchas ocasiones al precio de USA o de la Argentina. Recordamos que un cubano medio cobra uno, dos, o tres dólares al mes de salario (al cambio real, no oficial, en el oficial sería cien veces más lo que ya tendría algún sentido). Pero por supuesto sus ganancias en el mercado negro son mucho mayores, lo que le permite a muchos sobrevivir. De ahí que el absentismo laboral sea cada vez más frecuente, y que el número de personas (sobretodo jóvenes) que no trabaja para el estado, sea cada vez mayor. Quien trabaja es por que le "gusta" lo que está haciendo, por los controles, por "militancia", porque tiene el sentimiento de que no le queda más remedio, para no estar socialmente mal visto o porque su trabajo le reporta beneficios adicionales.
A pesar de la pena carcelaria de 4 años que existe en la isla para quien no trabaja (evidentemente no se la hacen cumplir a casi nadie), estipulada en la Ley de Vagancia de 1970, la cual exige a todos los hombres físicamente capaces entre los 14 y 60 años que realicen algún trabajo o estudio, lo cierto es que no hay quien convenza a los que no trabajan de que se pongan a trabajar. Nos comentaba un amigo que más de la mitad de la población de la Habana Vieja, menor de 30 años, no trabaja. Otro aseguraba que el trabajo era la condición esencial para no tener problemas en Cuba con la Policía Nacional Revolucionaria.
Los que no trabajaban legalmente, ocupan sus días en diversas actividades que resumen con esta expresión: "estar en el fuego", o "estar en la lucha o guerra". Todas estas actividades tienen en común la ilegalidad, que es definida por una situación que varios amigos cubanos llamaban "apartheid turístico", por un lado, y por otro, la ilegalidad en manos cubanas del dólar o cualquier otra moneda convertible en el mercado internacional. "Estar en el fuego", consistía sobretodo, en conseguir dólares, tarea nada sencilla dado que el Estado cubano, mediante la complicidad del resto de los estados del mundo y a través de las agencias de viaje, procura que el turista, única fuente de dólares inmediata, junto a los posibles envíos de amigos o familiares de dinero del exterior, gastase sus dólares en los lugares a propósito para ello, y evitando que los extranjeros cambiasen dólares por pesos cubanos de manera extraoficial. Los extranjeros y turistas están obligados a pagar siempre en dólares, tan sólo los libros y algunos souvenirs se les vende oficialmente en pesos cubanos. El cambio oficial es un peso cubano, un dolar, en la calle a fines del 93, por ejemplo, se pagaba de 80 a 100 pesos.
Esto se llama jinetear y consiste, entre otras cosas, en tratar de robar al gobierno el recorrido del dólar. La limosna, la prostitución, la venta de productos como el ron y los habanos, la venta de productos ilegales como la marihuana y la cocaína, son algunas maneras de hacerlo.
Un amigo de La Habana describía así la situación general: "Es un apartheid crudo y duro. Los cubanos somos considerados extranjeros en la tierra que nos vio nacer. La vida es difícil en La Habana. Es una guerra, una lucha diaria, un fuego en el que tienes que estar dispuesto a quemarte, jineteando, mareando, inventando, resolviendo... para sobrevivir. El mundo no quiere saber nada de lo que está pasando. Viene a la Isla de vacaciones y prefiere no ver nuestro sufrimiento, ni la mentira de la Revolución. Prefieren el mito su ilusión y las playas del Caribe. La ciudad de La Habana vive en continuo estado de guerra, esperando desde 1959 la amenaza de una invasión. Esto es utilizado por el gobierno para mantener una psicosis general que le ha permitido justificar más facilmente las carencias de la Revolución. Sus logros fueron tan efímeros como su verdad. La salida legal de Cuba, a veces fue estrategia y a veces trajo beneficios económicos."
En algunos casos las parejas de cubanos comparten su vida con los turistas. Los cónyuges consideran esta relación con el turista como un trabajo. Saben diferenciar lo que es trabajo de lo que no lo es, por eso no suele haber conflicto por este tipo de relaciones. El turista ofrece la entrada en la mayor parte del consumismo, ya que el puede acceder a lugares donde los cubanos, por el hecho de serlo, no pueden entrar.
La limosna en Cuba tiene la particularidad de parecer que no lo es. Como en otras muchas partes son los niños y las niñas los especialistas. Es imposible no verlos a la entrada de los establecimientos área dólar; la policía se ocupa de que no molesten demasiado a los turistas que los encuentran incluso encantadores e ingenuos cuando les piden chicles, bolígrafos o monedas de centavos. Cualquier envoltorio preferiblemente el de las golosinas constituye un bien para cualquier niño o niña cubana, que los colecciona a modo de cromos. Los bolígrafos podían llegar en 1993 a un valor entre siete y veinte pesos cubanos, y si consiguen centavos, sólo falta convencer a un extranjero para que les compre lo que desean. Por supuesto que esos niños mendigan también comida.
En la isla la prostitución de las mujeres es una situación normalizada tanto para los paisanos, como por supuesto, para los extranjeros, sobretodo si son turistas. A pesar de todas las declaraciones, el accionar y las ilusiones de la Federación de Mujeres Cubanas la prostitución de las mujeres no fue erradicada de la isla en estos años de presunta revolución. En una sociedad mercantil, toda tentativa de impedir que el sexo sea una mercancía es una ilusión imbécil. Con el desarrollo de la miseria la prostitución no solo no disminuyó, sino que se generalizó y el viejo esquema de Batista de que Cuba fuera un burdel de los gringos fue realizado con mucho más éxito por Fidel. Las mulatas cubanas sumamente baratas constituyen una carnada de buena calidad para atraer al turista portador de divisas que tanto requieren el gobierno y los capitales cubanos. A las prostitutas profesionales se vinieron a sumar mujeres, sobretodo chicas jovencitas, que buscan evasión, ilusión y sueños, lo que agravó la desvalorización de ese tipo de fuerza de trabajo. Mientras al régimen le aporta divisas, a las chicas esos turistas ávidos de sexo barato, les aportan no solo un poco de dinero para comprar en el mercado negro (en general basta con un par de zapatos o un champú), sino una evasión general con respecto a esa supervivencia gris sometida a la carta de abastecimientos. Las chicas buscan hablar de otros países, de otros paisajes, de otras costumbres, disfrutar aunque sea un instante de un lujo o un confor que vislumbran detrás de las cristaleras de los hoteles y que ven en las películas americanas. Buscan, sobretodo, enamorar al turista, que se case con ellas y se las lleve muy lejos de Cuba. Para conseguirlo, utilizan todas las estratagemas de la coquetería femenina. Limpias, peinadas, vestidas a propósito... y embarazadas.
"En el transcurso de una nueva campaña revolucionaria en la cual los trabajadores participaron masivamente, como fue pedido por la Central de Trabajadores de Cuba, el "domingo rojo" 4 de noviembre fue un homenaje al 64º aniversario de la revolución de octubre y al 20º aniversario de nuestra revolución. Esta movilización se caracterizó por su entusiasmo y su disciplina. Según las informaciones recibidas de 14 provincias y de la municipalidad especial de la Isla de la Juventud, todos los sindicatos nacionales, consagraron lo esencial de su fuerza de trabajo a los preparativos agrícolas de zafra azucarera que comenzará pronto, a la cosecha de café y de los tubérculos a la plantación del tabaco y otros trabajos agrícolas... Entrevistado por Gramma Roberto Veiga, Secretario General de la CTC declaró que el "domingo rojo" se ha convertido en una tradición del proletariado cubano... La disciplina mostrada por los trabajadores cubanos llama la atención y esta jornada pasará a la historia por sus resultados positivos... Todos los que participan a esta extraordinaria movilización reciben certificados delibrados por intermedio de sus respectivas secciones sindicales."
Una mujer puede abortar en Cuba legalmente hasta el quinto mes. Algunas de estas muchachas se aprovechan de esta circunstancia para parecer más llenitas y ser más apetecibles. Son las chicas del Malecón, las chicas de las playas del Este; muchas se horrorizarían si las llamaran putas. Sufren el rechazo social cuando reciben como un insulto el grito de ¡¡jineteras!! a lo mejor de sus propias madres, que sin embargo reciben encantadas los jabones de los hoteles que ellas consiguen o los restos de la cena, o el pintalabios, o el paquete de compresas.-De Gramma, "Órgano Central del Comité Central del Partido Comunista de Cuba"-
No dudan tampoco en intentar comprar su salida de la isla o proponerle a un hombre venido de afuera que la saque a cambio de dinero que pagaría por ejemplo su familia de Miami.
Esta situación es también vivida por los varones, aunque, desde luego, su experiencia es diferente. Para empezar, no se ven grupos de muchachos esperando en el Malecón a que llegue un coche Habana Tour y se los llevara a cualquier hotel; sino más bien corriendo detrás del o la turista para proponerle cambio de divisas, puros o servirle de guía, con la muchas veces confesada esperanza si llega la ocasión de encontrar también una mujer del tipo que sea que lo saque de la isla. Unos amigos cubanos nos decían, no me importa lo fea o vieja que sea, "si está dispuesta a casarse conmigo y ayudarme a salir, yo me enamoraré y viviré con ella el resto de la vida" y nos contaban diferentes casos de ese tipo de matrimonios de conveniencia que se habían concretado.
Pero por supuesto que la economía capitalista cubana no puede vivir solo de estos trabajos al servicio del sector turista que los proletarios cubanos realizan, de manera digamos informal, a pesar de lo productivo y rentable que puedan ser para el capital de la isla, sino que también venden sus energías vitales en los sectores de la producción material. Como en todas partes dicha producción está organizada en base al trabajo asalariado y el discurso del régimen se centra en la apología del mismo: "Hemos enseñado mucho marxismo (...) pero no le hemos enseñado a la gente que el deber número uno del ciudadano es trabajar y producir con seriedad, con disciplina. Cuando uno lee las cosas que pasan por ahí tiene que sacar la conclusión de que aquí sea ha perdido la noción de la responsabilidad, del deber del trabajo. Así, y creo sinceramente que ese es nuestro problema número uno, el mal contra el que tenemos que luchar."
De hecho esta preocupación por el rendimiento del trabajo, existió desde el principio, ya el Che Guevara organizó el trabajo voluntario, ya en la llamada Ofensiva Revolucionaria de fines de los sesenta uno de los principales objetivos era el de subir la tasa de explotación, para crear una nación fuerte e independiente.
A continuación una cita del discurso productivista, stakhanovista de esta época: "(...) el Partido ha subrayado la necesidad de controlar las masas para respaldar la ofensiva y rechazar el "sectarismo". En oriente el cuartel general de la campaña ha declarado que se prepara al pueblo para una "economía de guerra" y que se organizan "brigadas" de trabajadores para enviarlas al "frente de producción". La Confederación de Trabajadores Cubanos, ha exhortado a los obreros a cumplir sus tareas con "espíritu de sacrificio", "heroísmo revolucionario" y firme voluntad, suprimiendo al mismo tiempo debilidades y quejas." Como vemos también es destacable el lenguaje de guerra que se utiliza. Siempre se ponen excusas para aumentar la intensidad del "tripalium", de la tortura (16). Quizás el argumento más utilizado es que siendo un país subdesarrollado hay que aumentar la productividad para llegar al desarrollo: "Hay que decirles, produzcan, estabilísense, alcancen los parámetros de producción, trabajen que primero tiene que venir la producción y después las maravillas, que la revolución ha hecho grandes esfuerzos por garantizarles empleos a todos los jóvenes, pero somos un país subdesarrollado frente al imperialismo y bloqueado por el imperialismo." F. Castro (17). Por supuesto que esto de primero trabajen y luego tendrán maravillas, de cuanto más esfuerzo productivo más beneficios para el trabajador es el discurso general del despotismo del capital, denunciado siempre por los revolucionarios: "El trabajador se empobrece tanto más, cuanto más riqueza produce, cuanto más aumenta su producción en potencia y volumen. El trabajador se convierte en una mercancía tanto más barata, cuanto más mercancías produce. La depreciación del mundo de los hombres aumenta en proporción directa con la acumulación de valor del mundo de las cosas." -Karl Marx, "Manuscritos de París", 1844-
Pero evidentemente cada vez que se hable del trabajo se hablará de la revolución, y siempre que se hable del empeoramiento de las condiciones laborales y de vida, se hablará de los que murieron por la revolución, para así sensibilizar a las masas, ahí va un fragmento de esta demagogia política: "A los caídos que se sacrificaron por la Revolución, generación tras generación, hay que rendirles tributos todos los días, cada hora, cada minuto, cada segundo. ¿Que le vamos a decir a las madres que han perdido a sus hijos, a los hijos que han perdido a sus padres en la lucha revolucionaria? ¿les vamos a decir acaso que sino tengo una casa al lado de la fabrica no voy; no trabajo en la fabrica?." -F. Castro-
La violación del horario de trabajo, el absentismo laboral, y el "ritmo caribeño" de trabajo preocupa enormemente a los dirigentes del gobierno: "... y trabajar a las horas que le señala la jornada, sin tanta perdedera de tiempo en tantas meriendas y otras cosas (...) que duran 10, 15, 20, 35 minutos, 1 hora, si a la gente no le entrara esa jiribilla cuando se aproxima el final de la jornada; en dos palabras si trabajaran como se debe trabajar ¿cuanto más avanzaríamos nosotros." -F. Castro-
Lo que por supuesto Fidel como jefe de patrones, no comprende o no quiere comprender es que el obrero solo trabaja para vivir y que apenas puede, escapa a ese infierno, que para el trabajador, su vida comienza cuando no trabaja, lo que Fidel y todos los agentes del capital y el Estado no pueden reconocer es que la lucha por trabajar lo menos posible, por la vida y contra el trabajo es parte de la lógica misma de la resistencia al sistema de trabajo asalariado. "La fuerza de trabajo es, pues, una mercancía que su propietario, el obrero asalariado, vende al capital. ¿Para que la vende? Para vivir. Trabajar para vivir. El obrero ni siquiera considera el trabajo parte de su vida; para él es más bien un sacrificio de la vida... ¿son estas... horas de tejer, hilar, taladrar, tornear, construir, y machacar piedras la manifestación de su vida, su vida misma?. Al contrario. Para él, la vida comienza allí donde terminan estas actividades, en la mesa de su casa, en el banco de la taberna, en la cama... Las... horas de trabajo no tienen para él sentido alguno en cuanto a tejer, hilar, taladrar, etc., sino solamente como medio para ganar el dinero que le permite sentarse a la mesa o en el banco de la taberna y meterse en la cama. Si el gusano de seda hilase para ganarse el sustento como oruga, sería un auténtico obrero asalariado." -Karl Marx, "Trabajo asalariado y capital", 1849-
A los que hacen servicios para el Estado les recompensan, nos contaba uno que luego de estar dos años en Angola y de hacer otros sacrificios le dieron una casa. Además para mejorar la intensidad y la rentabilidad el régimen fomenta la competencia entre los trabajadores, así los más sacrificados a veces llegan a tener recompensas. Nos contaban de una empresa en la que había 1500 trabajadores, y al más trabajador le regalaron una TV.
A pesar de la penosa situación de los transportes, quien llegaba tarde al trabajo era sancionado con amonestaciones o rebaja del sueldo, pudiendo llegar a la mitad del sueldo, en caso de reincidencia. "(...) Hay una cosa muy importante, y es el carácter sagrado del horario de trabajo. Que pienso que se viola innecesariamente por cualquier cosa, para cualquier reunión, para cualquier asamblea, y ese es uno de los puntos; si nosotros lográramos, como un principio que el horario es sagrado, que no se puede tocar para nada, creo que ya sería un paso importante." -F. Castro-
Es decir se machaca hasta el cansancio al explotado para que se someta disciplinariamente a la explotación, "olvidando" ni más ni menos que "El trabajo le es externo al trabajador, o sea no pertenece a su ser [que] el trabajador no se afirma a sí mismo en su trabajo, sino que se niega; no se siente bien sino a disgusto; no desarrolla una libre energía física e intelectual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su mente. De ahí que el trabajador no se sienta suyo hasta que sale del trabajo y en el trabajo se sienta enajenado. Cuando no trabaja, se siente en casa y cuando trabaja, fuera. De ahí que su trabajo no sea voluntario (18), sino forzado, trabajos forzados." -Karl Marx, "Manuscritos de París", 1844-
En contraposición a la realidad de Cuba y a todos los discursos oficiales, el proyecto comunista ha planteado desde siempre, la abolición del trabajo asalariado (y en última instancia del trabajo mismo!), de la propiedad privada y por lo tanto de las clases sociales.
"En vez del lema conservador de '¡un salario justo por una jornada de trabajo justa!', deberá inscribir en su bandera esta consigna revolucionaria: '¡ABOLICION DEL SISTEMA DE TRABAJO ASALARIADO!'" -Marx, "Salario, precio y ganancia", 1865-
El viejo sueño de Stalin de hacer de cada uno un policía o de Hitler de un registro permanente de vecindad y habitación adopta en la Isla niveles de realización muy elevados. Es muy dificil para un viajero que visite la Isla el ir a visitar a un amigo sin que por "casualidad" aparezca el "compañero" encargado correspondiente a la manzana para preguntar "al pasar" quien es el viajero o sin que ese amigo se haga interrogar al día siguiente. En cuanto a la posibilidad de quedarse a dormir en una casa pasando desapercibido para todo el barrio y por lo tanto para los innumerables informantes del Estado, es directamente una misión imposible. Nuestra experiencia directa, así como mil y una anécdota al respecto nos confirman que en todos los casos los comités de defensa se informan de quién es quién y si la policía y sus aparatos no son más efectivos ello se debe a la existencia de una cierta resistencia pasiva (a los del Comité en La Habana y más aun en Santiago, se les miente hasta por principio), a la imbecilidad e ineficacia de los agentes que no dejan de ser funcionarios y que por más que se mezclen en la población todo el mundo los engaña y les oculta información.
Un ejemplo de como se ejerce el control desde el Partido lo encontramos en la época de la "ofensiva revolucionaria" en un discurso de Mesa-Lago: "Para corregir esta situación (protestas, descontentos, confusión e insatisfacción) se está llevando a cabo una campaña ideológica sistemática a través de todos los medios de masas y los organismos estatales que nuclean a la juventud (UJC), los trabajadores (CTC), las mujeres (FMC), pequeños agricultores (ANAP) y los vecinos de comunidades urbanas (CDR). (...) Los miembros de la CDR han jurado aumentar la vigilancia, reclutar a más trabajadores voluntarios para la agricultura, obtener más donaciones de sangre, ejercer presión sobre el pueblo para que lea las publicaciones oficiales y organizar asambleas masivas de apoyo a la ofensiva. La UJC, se ha comprometido a reclutar en las ciudades, 100.000 jóvenes en los campos en la Isla de la Juventud, donde ya hay 40.000. La Federación de Mujeres Cubanas (FMC) está movilizando a sus miembros para eliminar las críticas y rumores contra las leyes y medidas revolucionarias. Se pide a las amas de casa que vigilen a sus vecinos, trabajen en la agricultura y controlen la influencia que maestros, líderes de "jóvenes pioneros" y compañeros de juego ejercen sobre sus hijos."
El control en Cuba pasa por todos y cada uno de sus organismos e instituciones, la escuela no se diferencia de ninguna otra escuela del mundo, cumple la misma labor de encuadramiento y capacitación para servir a la producción de capital. Potenciando el rendimiento y la competencia, cada uno debe ser el mejor, para eso tienen modelos rígidos y bien estructurados de como se debe ser. El colegio como en todo el mundo tiene como función indispensable, adaptar a los niños al sistema capitalista, acostumbrarlos al ritmo de trabajo, a las normas establecidas e inculcarles la ideología dominante. Compañeros cubanos nos decían que se educa al niño para que repita ante cada cosa que anda mal "-Fidel no tiene la culpa, son los americanos". Así se acostumbra a los niños desde pequeños a aceptar cualquier sacrificio en nombre de la patria, a considerar normal que sus padres trabajen más y todos coman menos; la culpa siempre la tienen el enemigo exterior.
Otro método de control es el servicio militar que antes duraba tres años y ahora dos, tiene un funcionamiento y unos objetivos que son los mismos que en los otros países. Los soldados están constantemente bajo la disciplina militar, haciendo guardia, etc,..., como en todos los servicios obligatorios mucho sometimiento y poco aprender a disparar (¡no vaya a ser que se rebelen!). Un amigo que lo había dicho nos comentaba que solo había disparado dos veces.
El control del turismo es fundamental, tanto en lo económico, como en lo ideológico. Interesa que gasten y vean lo menos posible. Además casi todos los turistas van a divertirse, aprovechando las circunstancias.
Lo mismo sucede con los brigadistas que van a trabajar a Cuba. Lo que le interesa es que trabajen, que se conscienticen para defender el Estado cubano en el extranjero y sobretodo que vean lo menos posible, que ni hablen con los opositores al régimen. Hay muchas anécdotas y chistes con respecto a lo que se le disimula a tales visitantes, de lo que se le oculta, de lo que se le desinforma y hasta de las puestas en escena que se realizan cuando vienen las delegaciones extranjeras, en donde hasta los discursos más "espontáneos" de un obrero o de un escolar han sido cuidadosamente preparados. Pero también los hay de lo que sale mal, de las metidas de pata y en última instancia de la ineficacia de los funcionarios oficiales para ocultar que lo son.
Desde el derrocamiento de Batista se desarrollan organismos específicos encargados del control y la represión. Pero ¿hacia quien iba dirigida esa represión? ¿hacia algunos burgueses, hacia algunos de los partícipes del anterior gobierno? Sin lugar a dudas; pero también y desde un principio hacia todos aquellos que quisieron llevar esa "revolución triunfante" por otros caminos; o dicho de más exactamente contra quienes no se conformaban con cambiar de dictador o de forma de dominación y querían hacer una verdadera revolución social. Como en todos los ejemplos históricos en los cuales se reorganiza el Estado burgués e intenta impedir que se continúe la revolución, esa represión se amparaba en la supuesta "defensa de la revolución", en que todo aquel que no esté con ella le es adverso. De esta manera fueron denominados, -como se sigue haciendo hoy- "contrarrevolucionarios" a personas que lucharon por la revolución, que no es patrimonio de ningún partido, vanguardia o autoproclamados defensores de los "intereses populares". Así se persiguieron a todo tipo de militantes que lucharon contra el Estado y el capital en su forma más evidente, el gobierno y la burguesía que le subyugaban. Aplicando el viejo modelo represivo del leninismo desarrollado por Stalin, fueron acusados de conservar vestigios "pequeños burgueses", todos los que consideraron que el castrismo no tiene nada que ver con la revolución social por la que lucharon y luchan, todos aquellos que dijeron que era necesario combatir, abolir el trabajo asalariado y el Estado; contra el proyecto conservador del castrismo.
Luego la represión se haría con un carácter ejemplificador, -utilizándose los fusilamientos como forma de lapidar a los herejes, para que ni la memoria pudiese recuperarlos-, se pretendía así liquidar a todo aquel que a los ojos del partido encaramado en el Estado fuese considerado como peligroso para la "revolución"; en general peligroso para la reorganización del orden burgués y estatal que Castro intentaba realizar. Hemos conocido a varios de estos perseguidos o hijos de perseguidos, que insisten en que la forma más eficaz que han tenido los castristas de anularlos, falsificarlos, negar su vida de lucha, es designarlos como "gusanos" o "agentes del imperialismo", exactamente como lo hiciera el aparato represivo del stalinismo.
En una ocasión tuvimos la oportunidad de hablar con un militante de primera hora, que estuvo en la Sierra Maestra y participó en varias batallas históricas pero que desde el principio consideró a Fidel como traidor a la revolución y que dice claramente que hay que empezar la lucha de nuevo, pero explica la dificultad de la misma en el hecho de que en el mundo no entienden que en Cuba se persigue a los revolucionarios, que toda tentativa que se efectuó en los años pasados fue aislada y denigrada por la acción del Estado, sus agentes en el interior y exterior y el apoyo general que los mismos han tenido durante todas estas décadas en el exterior.
Actualmente la represión se realiza a través de una serie de organismos de control social, que dirigen las fuerzas policiales y que abarcan desde los sindicatos a los CDR ("Comités de Defensa de la Revolución"), siendo los más perseguidos los reacios al trabajo, "bandidos", "egoístas", o sea los que osan adueñarse de lo que jurídicamente es considerado propiedad estatal. De más está decir que dicha persecución tiene el mismo contenido y hasta la misma expresión jurídica (¡hasta las leyes son iguales!) que la de las dictaduras denominadas "fascistas", como por ejemplo la práctica del encarcelamiento preventivo (peligrosidad social), o como se conoce en otros sitios "ley de vagos y maleantes". Así se ha implantado la Ley de Peligrosidad Social que hasta puede implicar cárcel por un delito que no se hayan cometido, sino que pueda cometerse. Ésta junto a la Brigada Especial, policías con impunidad total, son de las principales armas con las que cuenta el gobierno, para el diario restablecimiento del orden en la calle. Además la Brigada de Acción Rápida sirve para "razonar" con "compañeros" descontentos, según ellos solo reprimen cuando se ha ofendido al Partido, pues ha sido maltratado sin que "este les haya hecho nada".
A menudo en Cuba se escuchan noticias sobre la represión. Un día vimos una noticia en la TV: 10 años de cárcel por hurto y muerte de cabeza de ganado vacuno del Estado. Preguntamos y nos explicaron que con el vacuno uno se puede alimentar, aprovechar la leche pero nunca matarlo (bajo pena de prisión); si la vaca se muere es obligatorio venderle la carne al estado.
Pero no solo se reprime por robar, sino también por negarse a ir al servicio militar o a la guerra. Nos explicaban que a muchos de los que se negaban a ir a Angola los llevaban a campos de trabajo.
Una demostración de la impunidad con la que trabaja la policía la dio el día del padre. En efecto, ese día para comer bien, la policía hizo una redada en el mercado negro, aprovechando la gran cantidad de familias que crían animales en sus casas para comerlos o venderlos en estas fiestas y se apropió de lo que le venía mejor.
En fin la represión también funciona como en todas partes, los motivos por los cuales nos reprimen también son los mismos: por protestar, por robar, por defenderse de la policía, por desertar o en general por no aceptar ser carne de cañón del Estado. En Cuba a todas estas formas de represión hay que sumarle la represión del exilio, pues allí emigrar también es un delito y hasta hacer cualquier preparativo para la salida futura del país es perseguido.
Como en todo el planeta la manera que tiene el capital de organizarse para reproducir la explotación y la dominación es el Estado, y aunque en Cuba se lo pinte de otra manera (¡de rojo!) ejerce la misma función. La política castrista, al ser una aplicación de la stalinista, gira en torno al Estado."El Estado no es otra cosa, cualquiera sea su forma, que una maquina capitalista, el Estado de los capitalistas." -Roig de San Martín, en El Productor de La Habana, 1888-
El Estado en Cuba se presenta como un gobierno popular, obrero, socialista, defensor de los intereses de los trabajadores, distribuidor de la riqueza y el encargado de la consecución del comunismo.
Sin embargo, como ha sido sostenido siempre por los revolucionarios y se ha expuesto en la revista Comunismo (19) la verdadera revolución nada tiene que ver con un gobierno "obrero", el objetivo de la lucha del proletariado no es el de tomar el poder político del Estado y ponerlo a su servicio, pues el Estado-Capital, sea cual sea su dirección, seguirá reproduciendo capital. Pretender utilizar el Estado para servir al proletariado es una falacia reaccionaria. El Estado, no es más que capital concentrado, potenciado, capital constituido en fuerza para reproducir el sistema universal del trabajo asalariado.
Cuba no es una excepción sino la afirmación de la regla, el Estado en dicho espacio, no es otra cosa que el capital organizado en fuerza tiene por función concentrar y monopolizar la violencia para asegurar la dominación y la opresión, para lo que es indispensable que los productores directos se encuentren desarmados.
El ejemplo del desarme del proletariado es ilustrativo, pues el hecho de que solo esté permitido tener armas al ejército y a la policía hace que la fuerza la impongan estos quedando los proletarios coaccionados y excluidos del poder. Se suprime cualquier intento de organización y acción de la gente que no pase por el régimen. De hecho Fidel Castro insiste que para todo lo que sea gestión, aplicación de la justicia, etc. está el Partido y otras organizaciones, "¿puede alguien aquí estar haciendo un chanchullo sin que lo vea el pueblo, sin que lo vean las masas?, no queremos lanzar a las masas contra los responsables para que ellas por si mismas pongan fin a estas actividades, por que tenemos las organizaciones".
Todos los Estados atribuyen a deficiencias accidentales o intencionales de la administración la causa, y consiguientemente, a medidas administrativas, el remedio a todos sus males, creyendo que con la gestión de la mercancía es posible la redistribución equitativa de la riqueza. En Cuba como en todas partes la rabia que surge en las calles por la escasez, por la miseria y que quiere expresarse contra el Estado es canalizada, si se puede contra el enemigo externo (los "yanquis", el "bloqueo"...) y si no se logra esto se denuncia la corrupción o la burocracia. "... todos los Estados atribuyen a deficiencias accidentales o intencionales de la administración la causa, y consiguientemente, a medidas administrativas, el remedio a todos sus males. ¿Por qué? Precisamente porque la administración es la actividad organizadora del Estado." -Marx 1844 (20)-
También en el descalabro de la economía capitalista rusa se pasaron varias décadas denunciando la corrupción y la burocracia. Y los que hacían tales denuncias no eran solo esos eternos apoyadores "críticos" de todos los Estados capitalistas vestidos de rojo que son los trotskistas, sino hasta los propios miembros del comité central del Partido, incluyendo desde Nikita Kruchev a Brejnev. Es decir se hace lo posible para ocultar que el verdadero mal está en la sociedad capitalista, en la organización de la misma en fuerza: el Estado.
La revolución social se encuentra en las antípodas de este modelo burgués de reformas dirigidas por el Estado, de defensa del Estado y críticas a la burocracia y a los defectos de la administración. En efecto la Revolución Social no consiste, primero en conquistar la dirección del Estado para luego realizar una serie de reformas socio-económicas. Sino que desde su punto de partida a su objetivo final es una revolución social, que consiste en destruir el poder total (militar, económico, ideológico, político) de la burguesía, para crear la comunidad humana mundial, basada en las necesidades humanas y no en las del capital y su ley del valor.
Dicha ideología, ha servido en Cuba para justificar todo tipo de política de austeridad y represión contra el proletariado en nombre de la lucha contra el imperialismo. Más fundamentalmente los ideólogos de la misma sostienen que hay dos tipos de países, los imperialistas y los que no lo son; lo que implica claro está, el desconocimiento de la esencia universal del capitalismo. Dicha ideología se sitúa abiertamente del lado de la economía nacional y su desarrollo, y es una expresión más de la economía política que nuestra clase ha criticado siempre. Se oculta ese ABC que es la unicidad del capitalismo mundial y su esencia invariante, y se nos presenta la economía mundial dividida en países, como si la economía nacional pudiese ser imperialista o no imperialista. En los hechos lo que existe es un solo mundo capitalista con un desarrollo polar y contradictorio y toda estructuración nacional del capital tiende necesaria e irremediablemente a constituirse en potencia en la lucha imperialista por fuerzas productivas y mercados. Dicho con otras palabras, el capital de todas las naciones es necesariamente imperialista y no lo es ni puede serlo el proletariado de ninguna parte. Es el capital constituido en fuerza -Estado- y bajo la cobertura de la nación, el que extiende sus dominios y control, sobre otros territorios para apropiarse de fuerzas productivas o/y mercados. En general para ello se cuenta con la alianza con la burguesía de esos territorios, de esa "nación"; o mejor dicho en esa lucha por el reparto del mundo se coincide objetivamente con otros sectores del capital internacional, ya que la unidad entre burgueses (sociedades anónimas, acuerdos monopólicos, Estado nacional, constelación de Estados,... Estado mundial) se opera siempre para enfrentar en mejores condiciones la guerra comercial o/y la guerra de clases, volviéndose a despedazar en cada instante en sus diferentes fracciones particulares. De ahí que por más unificada que sea la acción de la burguesía, contiene siempre la división, toda paz es una fase de una guerra futura.
Lo que se denomina la liberación nacional de Cuba, la "segunda independencia" (tanto como la "primera") analizada desde el punto de vista de clase pierde todo su encanto y podemos denunciarla como lo que es: un mito contrarrevolucionario. Desde el punto de vista del proletariado el trabajo asalariado y la explotación se mantienen; desde el punto de vista de la burguesía se sustituye una fracción por otra en el poder del Estado (21), es decir el país cambia de dueño y poco a poco se impone un cambio en las relaciones de fuerza internacional, en coherencia con las alianzas que esa fracción realiza que determinan que Cuba se va alineando en el otro bloque imperialista (dirigido entonces desde el Kremlin).
No nos cansaremos nunca de repetir que una liberación nacional, no cambia las condiciones de vida del proletariado. Desde los siglos XVIII y XIX en América (¡incluido los Estados Unidos!), y en este siglo en Africa se han venido dando liberaciones nacionales e independizaciones coloniales, y no por eso mejoraron las condiciones de existencia de los oprimidos. Todo lo contrario en esas luchas que no son más que guerras entre fracciones de la clase dominante, el único papel del proletariado es el de carne de cañón; por eso luego de dejar una pierna en una parte y un brazo en otra.
Como decía Roig de San Martín:
"Libertad, Patria, Gloria, Victoria: bellísimas palabras que podemos reducir a uno de estos dos términos: muerte o miseria... Y tras ellas ha ido y allá va... el sencillo y honrado trabajador, dejando en cien combates, un brazo aquí, una pierna allá y la vida, la más de las veces, en cualquier lugar... Cuando vuelven si alguno de los que fueron le es dado volver, encuentran que a pesar de su sangre derramada, la patria no es libre, la gloria es de otros, la libertad es su esclavitud y la victoria el miserable encumbramiento de los menos sobre los más." - Aparecido en El Productor en 1888 bajo el título "Realidad y Utopía" (22)
Ese es el verdadero contenido de los discursos antimperialistas de Fidel Castro y sus agentes, utilizar al proletariado como carne de cañón, someterlo a la unidad nacional para fortificar su potencia imperialista. Y por supuesto que esto lo hace Fidel diciendo hacer la defensa de los "países pobres" (23), proponiendo el no pagar la deuda, haciendo discursos por la "independencia nacional real" (24), acerca de la autonomía de todas los pueblos-patrias. Nosotros por el contrario estamos por la autonomía de la clase, contra la conciliación de clases, contra la unión nacional y a la consigna burguesa y conservadora de independencia económica, nosotros contraponemos la consigna revolucionaria de abolición de la economía.
Citamos a Fidel en un discurso en 1986 que expresa perfectamente el interés que tiene la clase dominante en Cuba, como en todas partes, en negar los intereses del proletariado, en que los obreros no piensen en sus intereses, sino en los sacrosantos intereses del país y la economía nacional:
Fidel: "(1986) Porque lo primero que tiene que preguntarse un cuadro revolucionario, no es si su empresa gana más sino como gana más el país."
Contra toda esta apología de la mayor productividad, del mayor esfuerzo por la nación que realiza Fidel como cualquier economista nacional, recordemos la contraposición que señalara Marx entre los intereses del proletariado y los de la economía nacional, al comentar el cinismo con que el economista burgués Ricardo confesaba que "el trabajador no gana nada con que aumente la fuerza productiva de su trabajo", y que "la renta neta de una nación... al trabajador no le va ni le viene". Y Marx concluye: "la humanidad se halla fuera y la inhumanidad dentro de la Economía nacional". -Karl Marx, "Extractos de lectura, o Manuscritos del 44"-
"Según el economista nacional el interés del trabajador nunca se opone al interés de la sociedad. En realidad la sociedad se opone siempre al interés del trabajador." -Karl Marx, Idem-
Por supuesto que nosotros rechazamos de plano esta ideología, reformista y contrarrevolucionaria, ya que nuestro proyecto histórico no consiste en cambiar algunos aspectos de la sociedad capitalista, sino en destruirla.
Históricamente la ideología del mal menor ha sido siempre la bandera fundamental para paralizar al proletariado en los momentos insurreccionales, no se podía arriesgar todo por la revolución, había que conformarse con tal o cual reforma, era preferible defender lo que se había logrado; conocemos bien lo que siguió en todos los casos: una vez neutralizada la fuerza ofensiva del proletariado venía la masacre.
Conceptualmente en el caso de la defensa de un país o de un conjunto de países, el punto de partida mismo es diametralmente opuesto al de la revolución comunista: se parte de la economía nacional y no del ser humano, se parte del desarrollo económico y social de ésta sociedad y no de los intereses del proletariado en su destrucción. Hasta cuando dicen "defendamos Cuba", un país en vez de una clase social, están reconociendo sus intereses imperialistas.
Tampoco debe olvidarse que las mejoras en la isla estuvieron ligadas, como hemos puesto en evidencia, a la relación y dependencia de la URSS, y a la política imperialista que desarrollaba Cuba como parte del bloque con la URSS; que la política reformista ("benefactora") del Estado en Cuba, así como por ejemplo la del Estado de Israel con respecto a sus ciudadanos está indisociablemente ligada a la acción de Cuba como cuña de penetración del bloque imperialista adverso; que la misma era indispensable para mantener la unidad nacional para ello, así como para producir soldados para enviar por ejemplo a Angola o Mozambique.
Mucho más concretamente, no nos interesa en absoluto entrar en su juego de comparación estadística para ver si es cierta o no la propaganda estatal de que Cuba (cuando dependía del imperialismo de la URSS) tuviera más "igualdad" que la mayoría de los países latinoamericanos o "mejores" condiciones de vida que algunos otros. Frente a la propaganda de los izquierdistas acerca de estas reformas no podemos más que recordar que las reformas de Hitler fueron tan o más espectaculares que esas y que sin embargo, ningún izquierdista las valora de momento.
Lo que resulta significativo es que en Cuba se sorprenden cuando les cuentas que en España la salud es pública, que en tal o cual país la enseñanza es gratuita, pues esos son los "logros socialistas". En la Rumania de Ceausescu al proletariado se lo tenía convencido de que las habitaciones sociales, las viviendas económicas, o los "HLM" (25) era una ¡conquista del régimen!.
Combatir la ideología del mal menor es denunciar cuantas insurrecciones fueron llevadas al callejón sin salida de las reformas (callejón en el que esperaban asechados los sanguinarios defensores del capital, para asestar el golpe mortal), por el mal menor. Cuantos exrevolucionarios pasaron a gestionar las reformas desde el gobierno, por esta misma razón, cuantas alianzas con la burguesía han habido para enfrentarse a otra fracción de ella. Cuantos gobiernos acentuaron su represión para elevar el bienestar económico (desaparición del paro, etc...). Cuantos sacrificios se han impuesto con el pretexto de "disfrutar" de la libertad democrática, sin que en nombre de esta misma libertad se dejara de aplicar la represión. Cuantas guerras, cuantas renuncias, cuantos sacrificios se sufrieron por el "mal menor" que en última instancia fue el peor de todos los males: la derrota de la revolución en todas partes, la persistencia del monstruoso mundo capitalista.
Recordemos asimismo que el llamado socialismo cubano no siempre fue visto por otros "revolucionarios" como un mal menor, que mucha gente creyó en Cuba como revolucionaria, la situación en Cuba pasó a ser vista como un mal menor cuando la realidad y las evidencias no daban pie a otra cosa, de haber sido tan solo el mal menor no habría hecho tanto daño al movimiento revolucionario. Se hecha mano al mal menor para seguir creyendo en un proceso que claramente, por su desarrollo, no es revolucionario.
A continuación mencionamos casos concretos de protesta que nos han contado diferentes grupos de proletarios con los que hablamos. Durante las elecciones del 93 como en otras ocasiones, las autoridades iban a las casas a buscar a la gente para que votara. Un grupo de amigos se pusieron de acuerdo y decidieron no votar. Otros votaban nulo, poniendo "más comida menos elecciones", "SOS", "No", etc...
Hace un par de años al no haber luz se levantó la gente de un barrio a protestar, vino la policía y una brigada del ejército a hacer el cordón para evitar que la protesta pasara a mayores.
Un amigo nos habló de perseguidos políticos, compañeros que tienen mucho cuidado al discutir y se llaman marxistas. Por mucho que le pedimos para verlos no se pudo, había temor. También nos hablaron de algunos volantes y hasta publicaciones que circularon algunos años, pero todo eso es de muy difícil acceso para quienes visitan la isla durante unas semanas. También se nos informó de grupos que hablan de un comunismo verdadero, remitiéndose a los indios, al sentimiento de comunidad, a la resistencia histórica al capitalismo y al Estado; pero tampoco logramos mayor información al respecto.
Otros amigos nos decían "hace falta tirar unos tiritos, hay que quemar las diplotiendas, no asaltarlas y llevarse diez pantalones como hacíamos antes"; "no entiendo como hay gente que prefiere tirarse al agua en vez de prenderle fuego a las diplotiendas y tratar de cambiar esto".
Un prófugo nos explicó que en la cárcel que él estuvo "los presos, poco antes de mi llegada, se amotinaron contra las condiciones que sufrían en la cárcel, le prendieron fuego a tres barracones. Los policías llegaron enseguida (al lado hay una escuela de policías), mataron a dos, cuando yo llegué había uno en silla de ruedas, otro con el brazo enyesado. Un grupo de prófugos se escapó y se armó."
Una de las quejas y protestas proletarias que tuvo mayor resonancia fue cuando las madres se quejaron en el momento que el régimen sacó de la cartilla el yogurt para los mayores de 7 años, pues los niños necesitan calcio cuando cambian los dientes.
A continuación una antigua cita de un documento oficial en donde el gobierno recomienda moderación ante la imposición del empeoramiento del nivel de vida, por miedo a las protestas "... la reducción del consumo y las recompensas materiales y el aumento de esfuerzos y sacrificios sin duda tiene sus límites. Si la presión estatal va más allá de esos límites podría producirse abierto descontento. A comienzos de 1968, Castro informó que habían existido protestas declaradas y a fines de ese año reveló que se habían producido 80 casos de sabotaje en toda la Isla en el transcurso de 6 meses... otras protestas públicas fueron encabezadas por jovencitos que destruyeron propiedad estatal y quemaron retratos del Che Guevara."
A menudo las actitudes rebeldes las protagonizan personajes del llamado mundo intelectual y artístico, llegando a cotas de crítica e ironía muy fuerte. También son sus críticas las más toleradas por el régimen por ser patrimonio cultural, aunque solo se respeta o se tolera las críticas de los más conocidos, a los desconocidos se les reprime y se les lleva a la cárcel. Así escritores y cantautores (Adrián Morales y menos Carlos Varela) escriben sobre la realidad de la isla y sobre la prepotencia del gobierno. Un ejemplo divertido fue el de un pintor, que en una exposición plástica invita a los miembros del PC, entran y no hay luz, una vez todos dentro se encienden las luces y no hay nada en las paredes, en el suelo había una enorme figura del Ché, que pisaban todos ellos. Este artista tuvo problemas, juicios, etc.
Otra forma de protesta puede ser el "turismo político". Contra el negocio gubernamental del Turismo, que trata de vender al mejor postor, las playas, las mulatas, los manjares de Cuba,... una minoría de jóvenes intentan hacer vivir al "turista" sus días en Cuba como si fuera un cubano, salvando las distancias, claro está; es decir mostrarle lo difícil que es la subsistencia cotidiana, lo imposible que es el alimentarse con la cartilla, etc. Es una actitud minoritaria que responde a un sentimiento de rebeldía y que pretende realizar una labor de propaganda, contradiciendo la propaganda estatal, a la vez que expresa una queja dolorosa desde lugares nada institucionales, desde las calles mismas (27).
Pero la desesperanza y la fuga son los sentimientos dominantes en la mayoría de los proletarios. En todas las conversaciones o discusiones que tuvimos, encontramos el constante deseo de escapar de cualquier manera a ese infierno que la policía llama "socialismo".
"Miles de hombres y mujeres cubanos... se jugaron la vida tratando de cubrir las 90 millas entre la isla y los cayos de La Florida... De estas historias, los turistas que ocupan hoteles y transportes a los que los nativos tienen prohibido el acceso prefieren no enterarse, como tampoco los invitados del régimen y los que concurren a los festivales de cine o teatro como huéspedes oficiales... No es fruto de azar que Cuba presente el mayor índice de suicidios y, al mismo tiempo, sea el país con mayor cantidad de hombres bajo armas de América Latina. Podrían agregarse millares de denuncias y testimonios similares sobre esta prisión, aislada en el Caribe, en que el "socialismo" de Estado ha convertido a la hermosa isla..." (28)
Y efectivamente, el sentimiento general de los cubanos es el de estar encerrados, estar obligados a sufrir en cautiverio, por ello los miles de escapados, las decenas de miles que intentan por cualquier medio llegar al "paraíso" americano: lo que por otra parte muestra lo limitado de las perspectivas de la mayoría de la población. Por ello cada vez que se vislumbró una apertura hacia el exterior, las embajadas se llenaron de proletarios desesperados, por ello cada vez que se dijo que el "que quiera se vaya" Fidel tuvo que dar marcha atrás porque no quedaría nadie en la Isla ni para apagar la luz.
Como sabe el lector la situación de esos proletarios no puede ser más triste. Destratados como vagabundos y delincuentes por las autoridades cubanas, son a su vez tratados como bestias de cargas por los milicos de Estados Unidos (la tristemente célebre Migra), cuando no enviados de vuelta o encerrados en campos de concentración por parte de los Marines americanos, como se hizo en la base de Guantánamo, adonde esos proletarios se amotinaron en varias ocasiones contra las condiciones infrahumanas que le impuso ese famoso paraíso (del capital), ese famoso país de la libertad (de morirse de hambre)!
Por otra parte, cada vez que Fidel ha llamado a protestar contra "los yanquis", además de salir vestidos de civil todo el personal del Ministerio del Interior, salen sin lugar a dudas miles, decenas de miles de proletarios. Pero en muchos casos entre los cordones policiales y ministeriales por un lado y los proletarios se han producido peleas y enfrentamientos más o menos graves. En muchos casos, como cuando la invasión de Granada, no faltaban los grupos de proletarios que iban a la manifestación con el objetivo explícito y planificado de romper el cordón policial y entrar en la Embajada yanqui (29). Varios amigos que formaron parte de estos grupos nos contaron que esta actitud era muy general, pero que los cordones oficiales de los policías cubanos estaban muy bien organizados y preparados para impedir el desbordamiento, que para todos era claro que no estaban ahí para protestar contra los yanquis sino precisamente para controlar a los proletarios. Y cuentan que bastó que los representantes yanquis amenazaran con abrir las puertas de la embajada (puerta que representa para los miles de proletarios desesperados algo así como la puerta del paraíso del exilio dorado) para que desde arriba del partido viniera la orden general de liquidar las protestas, de desmovilizar, de "no ir a provocar", etc.
En fin en 1994, la agudización de la crisis capitalista lleva al régimen a aplicar las clásicas medidas draconianas recetadas por el Fondo Monetario y otras iglesias del liberalismo (30). El diario EL PAÍS del martes 24 de mayo de 1994, en un informe de su corresponsal MAURICIO VICENT desde La habana titula "EL GOBIERNO CUBANO APRUEBA LAS MEDIDAS ECONÓMICAS MÁS DURAS DESDE LA REVOLUCIÓN. Fuerte subida de precios de los servicios básicos. ... así como la elevación de las tarifas de algunas prestaciones como el agua y la electricidad... En medios oficiales se considera que las subidas decretadas ayer suponen una "medida impostergable", encaminada a recoger el exceso de pesos en la calle y sanear las finanzas internas... Estas medidas son las primeras de un paquete general que el gobierno pondrá en marcha paulatinamente y comprende, entre otras, la eliminación de los subsidios a las empresas deficitarias y a los trabajadores que queden sin empleo, la eliminación de gratuidades en los espectáculos culturales y deportivos y de los subsidios a los comedores obreros..."
En esos mismos meses y en concordancia con esas medidas se acrecientan todas las medidas de represión de lo que se considera "conducta antisocial". La prensa oficial internacional anuncia:
"CUBA PERSIGUE LA CONDUCTA ANTISOCIAL: Robos, delincuencia, crímenes, ¿cómo eliminar esas plagas? Grandes operaciones policiales en los restaurantes clandestinos, operaciones de control en los depósitos estatales a menudo víctimas de robos y apropiaciones indebidas, persecuciones judiciales contra los choferes de taxi no declarados, han marcado el lanzamiento de la campaña efectuada por los servicios de seguridad para terminar con el aumento de la delincuencia... La mayoría de los delitos son sin embargo, robos de bienes en los depósitos del Estado y de producciones agrícolas estatales, que según la policía, alimentan en un 60% el mercado negro muy activo en razón de las deficiencias del mercado oficial. Según las estimaciones, el 30% de la producción agrícola de la Provincia de La Habana, es así desviada." (31) El mismo periódico luego de relatar las medidas para reprimir otros delitos (robo a los turistas, robos de bicicletas, etc.) dice: "Uno de los instrumentos jurídicos utilizados para evitar la 'proliferación de lúmpenes y de elementos antisociales' es un artículo del Código Penal que autoriza la detención de todo individuo sospechoso, de ser 'antisocial' y de tener una 'tendencia a cometer delitos' por un período de uno a cuatro años." (32)
La campaña de hambre y represión no podía ser más clara. Se intenta así liquidar todas las formas que tienen los proletarios de pasar menos necesidades, se intenta cortar todas las formas laborales y barriales de "resolver" cosas, de procurarse un pollo aquí, una fruta allá, un calzoncillo en otra parte,... Y frente a eso la revuelta proletaria debía estallar y estalló.
A pesar del sabotaje de toda la prensa internacional que muestra la complicidad de la burguesía mundial con sus similares cubanos no pudieron ocultar que el proletariado salió a la calle en La Habana. Sabemos que hubieron manifestaciones violentas, enfrentamientos con la policía y otras fuerzas del orden Estatal, intentos de ocupación de lanchas, ataques de locales representantes del despotismo gubernamental. Sin embargo no tenemos elementos para valorar la fuerza cuantitativa y cualitativa del enfrentamiento de clases, ni conocemos bien las consignas que lanzaron los más decididos y activos de los combatientes proletarios.
En efecto, como no podía ser de otra manera el sabotaje de la información fue general, la prensa de todo el mundo informó más de la represión Estatal en base a la movilización popular que de la revuelta proletaria. Más aun se titulaba sobre las manifestaciones generales de apoyo al régimen, de apaleamiento de los "antisociales" por parte del pueblo y solo se hablaba de la revuelta como elemento de segundo plano, detonador de ese gran fervor nacionalista.
A continuación citamos in extenso a ese gran periódico gubernamental de la burguesía socialista española, tan buen aliada del famoso Comandante en Jefe o Manguito (33) y que también en desapariciones y terrorismo de Estado ha demostrado no tener tampoco nada que aprender de Fidel, ni de Pinochet:
"PRIMERA REVUELTA CONTRA FIDEL. EL DESPLIEGUE POLICIAL Y CIVILES ARMADOS LOGRAN MANTENER LA CALMA TRAS LOS DISTURBIOS DE LA HABANA" (34)
"... grupos de civiles armados con palos y tubos de metal, la mayoría miembros de los Destacamentos de Ayuda Rápida, recorrían las calles coreando consignas a favor de Fidel Castro y contra Estados Unidos y la gusanera. La tranquilidad llegó después de una noche caliente en la que se registraron varios incidentes en La Habana Vieja y otros barrios que fueron tomados por tropas especiales armadas con fusiles, ametralladoras y pequeñas tanquetas.
El viernes por la tarde, momento después de que varios cientos de personas se enfrentasen con piedras y palos a la policía y rompiesen escaparates, saquiasen algunos comercios y gritasen consignas contra el régimen, el malecón y las calles de La Habana se llenaron de gente que, desplazadas en autobuses y camiones por las organizaciones de masas cubanas o llegadas de centros de trabajos cercanos, recorrió la ciudad coreando consignas a favor de la revolución e insultando y agrediendo a quienes se manifestaban contra el gobierno...
Rodeado de una multitud Castro "exhortó" a la gente a"ganar la calle" y "derrotar a los apatridas" sin disparar un solo tiro. Desde ese momento, la presencia de jóvenes militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas y hombres armados con tubos y palos se hizo más notable en los barrios conflictivos y al llegar la noche se produjeron varios incidentes, principalmente en el barrio de Colón.
'Vamos a romperle la cabeza a esos individuos. Esta revolución es nuestra y no nos la van a joder', decía a medianoche en la calle San Lázaro un policía uniformado, que animaba a un grupo de personas con banderas cubanas y del Movimiento 26 de julio a que descubriesen a los 'gusanos' y los redujesen sin contemplaciones...
A eso de las dos de la mañana, en la confluencia de las calles de San Rafael y San Miguel algunos agentes del orden detuvieron gente y la llevaron a la comisaría. Según algunos vecinos, no hubo acusación, simplemente fueron detenidos por ser los más "contrarrevolucionarios" y delincuentes de la zona.
La crisis de las balsas.
... varios cientos de personas se reunieron en el puerto y el malecón para intentar marcharse del país si se secuestraba otra lancha, pero esto no ocurrió y, al ser disueltos por la policía, empezaron a gritar consignas contra la revolución y a lanzar piedras a los agentes del orden y a manifestarse por el paseo marítimo, lo que dio lugar a los graves disturbios de La Habana."
"MILES DE CASTRISTAS 'OCUPAN' EL CENTRO DE LA HABANA PARA DEFENDER AL RÉGIMEN REVOLUCIONARIO" (35)
"La policía afirma que hubo 35 heridos en los disturbios del viernes, entre ellos 10 agentes... También se informó de que 'grupos importantes de los causantes de los disturbios se encuentran detenidos y serán juzgados con severidad'... Por último Castro declaró antes de viajar a Colombia que, en caso de que la "contrarrevolución" promoviese nuevos disturbios en la capital, se intentará no usar armas de fuego, sino que la misma población será la que disuelva los desordenes "sin tiros", pero el presidente advirtió que si los policías son agredidos con armas y corre peligro su vida, tendrán que defenderse."
"PRIMER PULSO".
"La manifestación que dio origen a los enfrentamientos con la policía fue espontánea. Todo sucedió cuando centenares de personas se reunieron en los muelles y el malecón para seguir los secuestros de lanchas de pasajeros que durante tres días se repitieron en el puerto de La Habana. Muchos de los asistentes manifestaron a la prensa extranjera su voluntad de irse del país, a ser posible en una lancha.
Pese a las consignas de "¡Abajo el socialismo!" y de "¡esto se va a caer!", los manifestanten expresaban más su queme por la situación económica y por no poder emigrar que una actitud ideológica consistente.
La noche del viernes, centenares de policías y miembros de los Destacamentos de Ayuda Rápida detuvieron en sus casas y en las calles a los participantes de los hechos que pudieron localizar y a los vecinos más contestatarios y problemáticos. Fue una noche caliente en la que fornidos obreros propinaron palizas a los que se resistían a manifestar su fidelidad a la revolución."
Centrado en el polo mismo del capitalismo mundial más aun que en otros casos el exilio cubano es un exilio controlado, por la flor y nata de la burguesía cubano-norteamericana, por las viejas del Country Club, por los señoritos del exilio de Miami... en contraposición total a la triste realidad del proletariado en Cuba y en el exilio.
"Al exilio hemos traído el ambiente social de Cuba. Ambiente de cursilería, vaciedad, necedad y mediocridad... La ramplonería de los ricos cubanos no tiene límites y el salir en la crónica social es algo que hay que tener en cuenta. Aunque esas crónicas estén plagadas de lugares comunes, palabras triviales y giros convencionales...
¿Qué es lo permanente en Miami? Los desayunos, almuerzos y cenas elegantes; los "coctail parties"; los homenajes; los desfiles de modas; las verbenas de caridad; las presentaciones en sociedad; las despedidas de solteras; los aniversarios de bodas; las fiestas de quince años; los bailes de disfraces; los carnavales de los municipios en el exilio; el Carnaval de Miami; la Fiesta de la Calle Ocho; el Festival del Orange Bowl y el Gran Festival de la Hispanidad. La sociedad cubano-norteamericana tiene profusión de "comités organizadores", de "charimen", de "Chairpersons", de "activos líderes cívicos", de "periodiquitos", de "comandantes" y "médicos", de "ex-combatientes", de "ex-presos", de "extuvos", de "premios" de todas las clases y categorías. Presumimos de tener a Goizueta en la Coca-Cola y a Bujones en el Ballet. Las sociedades de recreo son la máxima contribución del exilio a la ciudad de Miami. Los marielitos delincuentes son el pecado y vergüenza del exilio, porque ni el color de la piel ni el modo de hablar parecen cubanos. Es una raza llegada de otro planeta que no debió haber salido de Cuba. El grado de norteamericanización es de tal temperatura, que todos los actos sociales y "patrióticos" del exilio, comienzan con la tradicional invocación, pronunciada por un sacerdote respetable o por un no menos prestigioso reverendo protestante." (36)
Por ello y por el hecho de que en todo el mundo se haya asimilado la oposición al castrismo como una posición de derecha, ha sido tan difícil en el exilio cubano mantener y desarrollar posiciones de clase contra la corriente; por eso ha sido tan fácil para el régimen utilizar el término gusanos y aplicarlo a diestra y siniestra denigrando así a los verdaderos revolucionarios.
La realidad es y ha sido muy diferente. En el exilio, en Miami y en todas partes las contraposiciones de clase se desarrollaron y a pesar de los discursos de los Estados de Cuba y Estados Unidos, los aparatos centrales de los mismos no dejaron de coquetear (véase los acercamientos entre Regan y Fidel), las burguesías de ambos lados del estrecho se siguieron respetando y codeando, los valores de un sector y del otro siguieron siendo los mismos (por eso ese desprecio generalizado en ambos países por los "delincuentes", por los marielitos, los que osaron atacar la sacrosanta propiedad privada), el verdadero motor de unos y otros son los dólares, y a pesar de los teatrales discursos de Fidel contra los gusanos, éstos no dejaron de admirarlo y lanzarle flores.
El irónico extracto siguiente acerca del ambiente estudiantil de los cubanos en Miami, puede dar una idea, a pesar de las formulaciones confusas del autor, de esta contraposición de clases en el exilio, así como del coqueteo entre los gusanos y los castristas.
"El éxodo no cree en el anticomunismo (37). Solamente cree en sus "intereses creados". El color del éxodo es el verde, pero no el verde de las palmeras, sino el verde de los billetes del Federal Reserve Board... A los militantes anticastristas nos tratan de gángsteres. Más de un papacito ha ordenado a su hijita estudiante romper con su noviecito por pertenecer este último a una organización revolucionaria anticastrista. Las muchachitas conminan a sus muchachitos a no inmiscuirse en las asociaciones de estudiantes cubanos. Los papás les dicen a sus hijitos que "no se metan en política" porque esta es muy sucia... Lo más bonito es que muchos papás ingenuamente creen que si sus hijitos se reúnen con la gente de la Brigada Antonio Maceo, esto es simplemente una "participación en actividades cívicas y culturales" y no una política sucia. Como en todas partes, estos estalinistas de bolsillo son los petimetres malcriados que se arrepienten de ser burgueses y no se atreven a ser proletarios. Los papás del éxodo quieren que sus hijitos se codeen con los hijitos de las "mejores familias". a los decentes y undonorosos señorones de la clase media no les asusta que varios maceítos hayan muerto de sobredosis de drogas. Ellos no vacilan un segundo en sospechar de las hijas e hijos que se encaman, fuman marihuana y aspiran cocaína con maceítos y maceítas. Es decir, con tal de relacionar a sus hijitos con la jeunesse dorée exilada, los distinguidos y puritanos señores de la clase media no vacilan en prostituir y en drogar a sus hijas e hijos. Esto nos explica porqué tantos anticomunistas se dejan comprar por el castrismo. Los peores casos son los que se dicen ser más anticomunistas que nadie por haber participado en el pasado régimen militarista del 10 de marzo. Ellos fueron los primeros en participar en el pasado diálogo. También los primeros en bailar la conga detrás del tiranuelo caprichoso del Caribe y ponerse a cantar "Fidel, Fidel, ¿qué tiene Fidel?, que los americanos no pueden con él". Por eso no nos debe extrañar que los anticomunistas del éxodo nos llamen "infiltrados" si hablamos de luchar contra el hambre y la opresión. Ni que nos califiquen de "traidores" si decimos que hay que tenderles la mano a los disidentes del marxismo. Después de todo, los partidarios de la libertad y de la dignidad humana tenemos la fama de ser unos "muertos de hambre"..." (38)
Pero los autoproclamandos "libertarios" o "anarquistas" cubanos no constituyeron, ni podían constituir, una verdadera oposición clasista autónoma contrapuesta al exilio burgués organizado y ello a pesar de que en un principio muchos de los mejores luchadores proletarios continuaron, con dicha bandera, la lucha histórica emprendida antes, siendo diezmados por una sanguinaria represión estatal y el aislamiento al que lo sometía el medio "militante" internacional (incluidos los "libertarios"). Veamos primero como ellos mismos cuentan sus orígenes históricos:
"Antes del triunfo revolucionario los anarquistas cubanos se agrupaban dentro de la Asociación Libertaria de Cuba (ALC), una organización de relativa membresía y pocos recursos que actuaba con efectividad dentro del campo sindical. La opinión generalizada era anti-batista y muchos compañeros participaron activamente en la lucha armada. Por otra parte, y dentro de las ideas, la figura de Fidel Castro, no era muy popular en los medios ácratas, debido a su formación y a su conducta anterior. Se apoyaba en esos momentos a otros organismos revolucionarios y no precisamente al liderado por Castro. El triunfo de Castro en 1959 fue recibido con júbilo por todo el pueblo de Cuba y naturalmente por los componentes de la ALC. Sin embargo, las medidas arbitrarias que tomó el gobierno dentro de los sindicatos obreros, en nombre de la revolución y con el apoyo de los comunistas cubanos, hizo cambiar esta posición por parte de la ALC y comenzó a dudar de las verdaderas intenciones de los revolucionarios. Para 1960, y después de una polémica con los comunistas ya dentro del gobierno, comenzó una persecución contra los militantes anarquistas que se encontraban en la oposición. La receta castrista fue, como sigue siendo, el paredón, la cárcel o el destierro. Abnegados compañeros fueron pasados por las armas, condenados a largas penas carcelarias u obligados a desterrarse. Esto fue un golpe de muerte para las ideas libertarias dentro de Cuba y el aparente final de muchos sacrificios. En Cuba quedaron algunos compañeros sumergidos e impotentes por la represión hasta su desaparición definitiva, olvidados por los anarquistas a nivel internacional que poco o nada se preocuparon por su suerte. En el exilio se funda en 1961 el Movimiento Libertario Cubano en el Exilio (MLCE), con la intención de combatir a Castro y tratar de aliviar la situación de presos y olvidados. Durante una década se hace un esfuerzo sobrehumano para tratar de persuadir a medio mundo libertario de la razón de nuestra causa,. La indiferencia, el silencio o la franca antipatía son el resultado de estas gestiones que terminan en disputas y argumentos ácidos."
De la misma manera que el movimiento oficial del "anarquismo" no ha hecho una crítica revolucionaria del desarrollo del capitalismo en Rusia, sino que se ha cantonado a una crítica de la forma de dominación política del stalinismo, lo que lo ha conducido a no diferenciarse de la crítica democrática burguesa (liberal, socialdemócrata, democrático cristiana...)... los libertarios cubanos no fueron capaces de autonomizarse, ni mucho menos de contraponerse a la crítica burguesa dominante que reclama para Cuba la democracia. Peor aun, como hemos visto en muchas citaciones de Guángara Libertaria los libertarios cubanos en vez de criticar a Fidel, como el mejor representante del modo de producción capitalista y de la explotación burguesa en la Isla, aceptan lo que el mismo y critican el "comunismo", sin comillas (¡!) del castrismo. En vez de denunciar al castrismo como la máxima expresión del Estado burgués contra el comunismo, como la falsificación grosera de toda teoría socialista y comunista, lo criticaban por ser demasiado comunista, demasiado autoritario, demasiado partidista, exactamente como lo estaba haciendo toda la burguesía liberal del mundo. Por supuesto que esto le ha venido muy bien tanto a la oposición burguesa como al propio régimen capitalista cubano.
Es cierto que hay reivindicaciones clasistas en los periódicos libertarios y en particular en el más importante de ellos como Guángara Libertaria y hay muchos artículos destinados a reivindicarse de la histórica lucha del proletariado internacional en el mundo y en Cuba en particular (sobre las luchas históricas por las 8 horas, sobre los enfrentamientos de clase en los siglos pasados, sobre los líderes históricos del proletariado en Cuba, como Roig de San Martín y otros...), pero en ninguno de los casos se aclaran bien las contraposiciones de clase entre burguesía y proletariado, sino que por el contrario se cae en el "anarquismo" burgués, en el socialdemocratinismo, reivindicando la lucha antidictatorial en general y el patriotismo cubano, como hace toda la burguesía.
Retengamos dos ejemplos programáticos claves, el de la liberación nacional y el de la democracia. En vez de reivindicar la trayectoria clasista y antipatriota del movimiento revolucionario del proletariado cubano desde Roig de San Martín; caen en la reivindicación burguesa de la liberación nacional y su héroe nacional: José Martí; quien por más que haya tratado de recuperar la figura de Roig de San Martín tiene una concepción y una práctica totalmente antagónica con aquel. Y por supuesto, con esa reivindicación de la independencia y liberación nacional, se encuentran en la molesta compañía tanto de Fidel Castro como de los gusanos de Miami: ¡hasta los billetes "socialistas" emitidos por el Estado Castrista llevan el busto de Marti! En fin como todo el anarquismo burgués se definen antidictatoriales y por la libertad y hasta en muchas ocasiones llegan a oponer la democracia a las dictaduras (39)... y hasta peor en algún caso llegan a oponer tal o cual gobierno democrático existente antes de Batista y Fidel, a estos últimos.
Es decir que los "libertarios" y "anarquistas" cubanos a pesar de haberse reivindicado de muchas luchas obreras y de prestigiosos líderes proletarios (como por otra parte lo hacen muchas otras fracciones y partidos de la burguesía) no han sido capaces de salir del inmundo basural de la oposición democrático burguesa a "la dictadura". En este sentido no se diferencian en nada de las federaciones libertarias de América y Europa y sus posiciones dominantes son tales que también como la CNT española de los años 1936, entraría en un gobierno antidictatorial, o antifascista constituyendo el mejor baluarte de la contrarrevolución. Estamos frente al límite histórico de una concepción que no ha roto con la democracia, con la mercancía, con el capital,... en síntesis con la socialdemocracia verdadero partido burgués para los obreros y en contraposición a aquellos revolucionarios que también diciéndose socialistas, anarquistas y comunistas lucharon por imponer la revolución violenta contra toda la sociedad burguesa.
La situación del proletariado en Cuba es realmente insoportable, pero como se sabe, si bien eso es suficiente para protestas, explosiones y revueltas, cuyo incremento nadie puede dudar, es totalmente insuficiente para una salida revolucionaria. En la triste situación actual del proletariado internacional, de ausencia de asociaciones y prensa clasistas, de estructuras revolucionarias internacionalistas, no puede haber lugar para ningún tipo de optimismo.
Yendo más a lo concreto debemos subrayar que es muy difícil valorar el grado de repulsa real y asumible que tiene el régimen, tanto cuantitativamente, como cualitativamente. Pues al igual que en otros países, la gente puede echar chispas contra el gobierno un día, por la subida del aceite y apoyar o votar a este, otro día. Por lo tanto no todo aquel que se queja está contra el régimen, puede venir a gritos por las colas porque no encontró leche, pero apoyar al régimen. Compárese a cualquier otro lugar, adonde los proletarios se quejan mucho en los bares y plazas pero que después la globalidad de su comportamiento es ciudadana, y van a votar. Además debe tenerse en cuenta que en Cuba existe una canalización enorme de las protestas por la vía de la admiración del modelo USA-Europa, "mucho consumo, mucha democracia", lo que es un elemento estabilizador y conservador de primera importancia, como pudimos observarlo en los países del Este de Europa. Como en todo el mundo el stalinismo, y la práctica y teoría del "socialismo en un solo país" le ha hecho un mal enorme y profundo al proletariado internacional, no solo en términos inmediatos imponiéndole condiciones de intensidad de trabajo, de explotación, de miseria... extremos, sino en términos mucho más fundamentales, destruyendo totalmente sus aspiraciones, sus posiciones, sus objetivos... en síntesis imponiéndole al lado de la contrarrevolución directa y física, una profunda contrarrevolución ideológica.
Todos coincidimos en señalar el nivel generalizado de descontento proletario, de ganas de cambiar todo, pero al mismo tiempo el temor es muy grande y los comentarios son que están dispuestos a pelear pero que "no quieren ser los primeros en empezar" por miedo a la represión. Incluso dentro de ese descontento generalizado, la desorientación es enorme no solo en cuanto a los objetivos del movimiento, sino incluso acerca de ¿quién o qué es lo que causa esta situación?. Es cierto que en ninguna parte hay tanto acuerdo en que nada anda bien pero lo determinante no es lo que la gente diga, sino lo que hace y hará en los momentos decisivos; lo que teniendo en cuenta por un lado, la desorganización total y la falta de directivas del proletariado y por el otro lo bien organizado que está el Capital tanto su fracción Castrista como la llamada democrática no nos permite ser demasiado optimistas con respecto a la situación en los próximos años. Para colmo mientras en otros países la burguesía está organizándose a la espera de lo que pueda pasar para intervenir e invertir en Cuba, el proletariado en cambio, lejos de Cuba, ve y espera los acontecimientos, en su mayoría, pasivamente y no solo no es solidario con las difíciles luchas del proletariado cubano, sino que en muchos casos se lo moviliza en apoyo de "la soberanía nacional cubana" y otras consignas de movilización burguesas, imperialistas; mientras que solo una minoría de revolucionarios en contra corriente son realmente solidarios con sus luchas.
Justamente en esa lucha por la verdadera solidaridad clasista e internacionalista, por todo el mal que ha hecho el modelo cubano, para canalizar, desorientar y liquidar las luchas del proletariado mundial,... como coherente heredero de su hermano mayor el stalinismo internacional,... la denuncia del régimen cubano es fundamental. Esperamos que esta contribución, que queremos hacer circular en la forma más extensa posible, incluso en forma autónoma de fotocopias y cuadernillo (toda propuesta al respecto será bienvenida), sea un paso más en esa tarea indispensable, para que nunca más se pueda construir un mito similar sobre las nefastas bases del socialismo burgués, del socialismo en un sólo país.
Por ello mientras todos los stalinistas o sus apoyadores críticos hablaban de "países socialistas", de "campo socialista", de "Estados Obreros", los verdaderos comunistas al mismo tiempo que denunciaban la teoría "marxista leninista" del Estado obrero en un solo país (que incluye desde su variante trotskista de "Estado obrero degenerado" a su versión stalinista de "socialismo en un solo país") denunciaban como capitalistas a todos los países del mundo y como burguesas la acción y la política llevada adelante por todos los Estados y partidos agentes de esos Estados que se autoproclamaban socialistas y comunistas.
El artículo que en este número se presenta sobre Cuba, se basta a sí mismo para denunciar el capitalismo y el despotismo burgués en ese país. Sin embargo nos pareció sumamente ilustrativo el presentarlo conjuntamente con un viejo texto de partido que trata la verdadera contraposición que existe entre el capitalismo y una sociedad humana. Como el lector constatará los viejos "borradores y manuscritos" que por allá por 1844 Karl MARX garabateara en uno de sus cuadernos dejan clarísimamente expuesta la contraposición entre una sociedad basada en el intercambio y el dinero por un lado y una sociedad comunista, verdaderamente humana, por el otro.
El lector no tendrá dificultad alguna en comprender en la descripción de Marx de la sociedad mercantil a todos los países del mundo y en particular a la sociedad cubana (china o coreana) de hoy o a la rusa de ayer (¡justamente nos parece importante leer o releer esos materiales históricos pensando en la realidad de hoy!) y en percibir aun con más fuerza la contraposición total entre la sociedad que todo el "socialismo" burgués nos muestra como modelo y una sociedad realmente humana, una sociedad en la que no exista ni el dinero, ni el trabajo asalariado, ni la mercancía. Y si alguno de nuestros lectores nos dice que no entienden porqué ligamos ese texto al de Cuba, que en realidad no tiene nada de particular el "caso Cuba",... le diremos simplemente que tiene razón, que no hay ninguna razón particular en la sociedad misma para hacer un "caso Cuba", que tampoco existe la "economía cubana" como diferente de la de otros países, como diferente de la economía capitalista mundial. Le diremos finalmente, que si conscientes de todo eso, lo hemos hecho, es porque el "caso Cuba" aunque no exista como sociedad diferente existe como "caso" ideológico, que aunque sea una mentira total el asunto del socialismo en Cuba, esa mentira existe como fuerza material y le ha hecho un mal enorme al movimiento revolucionario y creemos que el tipo de contraposición aquí realizado sirve para luchar contra esa mentira.
Al mismo tiempo, la relectura del texto de Marx da más claridad y fuerza a nuestra tesis central sobre la destrucción del capitalismo, que no tiene nada que ver con la nacionalización y la estatización de la economía o los medios de producción, sino que comienza justamente ahí cuando el proletariado asumiendo positivamente su contraposición histórica con la ley del valor, impone su dictadura para destruir el trabajo asalariado. En la medida que así sea, la publicación de esos viejos manuscritos del viejo Marx hoy, aquí, ahora, habrá cumplido su función y ese texto del partido histórico de nuestra clase será nuevamente un arma de la crítica revolucionaria de este mundo putrefacto y de la constitución de la verdadera comunidad humana mundial.
Sin embargo la invención revisionista, principalmente del Estado Ruso en su fase Stalinista, de distinguir socialismo, de comunismo, de considerar la sociedad comunista como una sociedad superior, posterior, diferente de la sociedad socialista creó una confusión total, en cuanto al proyecto histórico del proletariado revolucionario. Pero dicha invención tenía un objetivo político muy claro como parte indisociable de la teoría del "socialismo en un solo país". No se podía ocultar que en Rusia funcionaba el dinero, la mercancía, la ley del valor, etc., hubo que inventar entonces que todo eso se aboliría después... "en el comunismo" y que en el "socialismo" era normal que existiera. Lo que se hacía con esa operación era hacer creer al proletariado internacional que esa monstruosa sociedad capitalista era en realidad "socialismo" y que había que trabajar por ella (aumento de la tasa de explotación capitalista) y defenderla (reclutamiento para la guerra imperialista). Luego, esa receta funcionó tan bien que en todos los países en donde los Estados se autoproclamaron "socialistas" se utilizó el mismo modelo y el mundo entero (incluyendo las fracciones burguesas contrapuestas, porque esa misma mentira les servía) denominó socialismo a una sociedad mercantil, en donde la fuerza de trabajo seguía siendo una mercancía. El régimen castrista aplicó al pie de la letra dicha receta y hasta en las escuelas se enseña que el régimen social es socialista, aunque no comunista.
En realidad, los términos socialismo y comunismo designan históricamente el mismo tipo de sociedad, sin explotados, ni explotadores, sin mercancía, sin dinero, sin trabajo asalariado, sin Estado... Por eso para no dejar ningún lugar para la ambigüedad stalinista (castrista) hemos titulado sobre la contraposición dinero/socialismo, que siendo exactamente la misma que dinero/comunismo, es decir la contradicción entre un modo de producción asalariado y una producción directamente socialista, tiene en este caso particular la virtud de ser más explícita en la afirmación de que el socialismo (¡y no sólo el comunismo!), en tanto que sociedad humana, que sociedad basada en la producción del hombre para el hombre, no deja ningún lugar para dinero, mercancía, intercambio, ni trabajo asalariado.
1. Dinero y enajenación.
2. Sociedad mercantil y deshumanización del hombre.
3. Producir como seres humanos.
¿Por qué se halla abocada la propiedad privada a {tomar la forma de} dinero? Porque el hombre, como ser social, se halla abocado al intercambio y porque el intercambio -una vez presupuesta la propiedad privada- se halla abocado al valor. Y es que el movimiento mediador del hombre que intercambia no es un movimiento social, humano, no es una relación humana; es la relación abstracta de la propiedad privada con la propiedad privada; y esta abstracta relación es el valor, cuya existencia real como valor sólo empieza con el dinero."
Obsérvese la potencia de la unidad dialéctica (indisociabilidad y determinación múltiple) entre dinero, intercambio entre propiedades privadas, enajenación, valor, deshumanización del hombre... ¡Qué utopía reaccionaria el pretender eliminar uno de estos elementos dejando los otros intactos! ¡Y qué decir de quienes pretenden que aquí y allá la propiedad privada fue abolida, aunque persista el dinero, el mundo mercantil y hasta el asalariado!
"Dado que los hombres que intercambian no se comportan entre sí como hombres la cosa pierde el significado de propiedad humana personal..."
"El intercambio tanto de la actividad humana en el seno de la producción misma como también de los productos del hombre es igual a la actividad y espíritu de la especie, cuya existencia real, consciente y verdadera es la actividad social y el disfrute social. Como el ser humano es la verdadera comunidad de los hombres los hombres actuando el propio ser, crean, producen la comunidad humana, la realidad social y éste no es un poder general y abstracto frente al individuo singular sino el ser de cada individuo, su propia actividad, su propia vida, su propio espíritu, su propia riqueza. Por consiguiente esa verdadera comunidad no brota reflexivamente sino de la miseria y el egoísmo de los individuos, es decir por actuación directa de su misma existencia. No depende del hombre el que exista o no esta comunidad; pero mientras el hombre, reconociéndose como hombre, no organice el mundo humanamente, esta comunidad presentará la forma de enajenación. Y es que su sujeto, el hombre, es un ser enajenado a sí mismo. Los hombres no son ese ser en abstracto, sino como individuos reales, vivos, especiales. Tal como ellos son, lo es él. Por tanto es una tautología decir que el hombre se ha enajenado a sí mismo y que la sociedad de este hombre enajenado es la caricatura de la comunidad real, de su verdadera vida a nivel de la especie; que, por tanto, su actividad se le presenta como un tormento, su propia creación como un poder ajeno, su riqueza como pobreza, el vínculo esencial que le une con los otros hombres como un vínculo accidental y, al contrario, la separación de los otros hombres como su verdadera existencia; que su vida se le presenta como sacrificio de la vida, la realización de su ser como irrealización de su vida, su producción como producción de su nada, su poder sobre el objeto como poder del objeto sobre él; él, el señor de su creación aparece como siervo de ella..."
Véase hasta que punto el dinero implica la caricatura de la comunidad humana, como una sociedad basada en el intercambio generalizado es una sociedad necesariamente enajenada, cómo en una sociedad de este tipo la actividad humana productiva no puede ser otra cosa que un tormento, que una tortura, es decir: que trabajo.
"En el dinero -la absoluta indiferencia tanto frente a la naturaleza del material como frente a la naturaleza específica de la propiedad privada, como frente a la personalidad del propietario- se manifiesta la dominación absoluta de la cosa enajenada sobre el hombre. Lo que {era} la dominación de la persona sobre la persona, es ahora la dominación general de la cosa sobre la persona, del producto sobre el productor. Lo mismo que ya el equivalente, el valor, se caracterizaba por la extrañación de la propiedad privada, el dinero es la existencia sensible, por si misma objetiva, de esta extrañación."
¡Qué decir de la pretensión stalinista, castrista, de considerar al dinero como un simple medio necesario del cual el socialismo no podría prescindir! El dinero mismo, es la relación humana deshumanizada, es la falsa comunidad entre los hombres, es la dominación del producto sobre el productor, de la cosa sobre el ser humano, es la expresión objetiva de la sociedad enajenada.
Esto requiere un pequeño paréntesis. Por supuesto que la producción capitalista es una producción social y el trabajador un trabajador colectivo. Pero lo que Marx está subrayando aquí es el hecho mismo de que la producción no sea directamente social, no sea directamente producción del hombre para el hombre, es decir producción directamente socialista, sino que el producto de unos solo se transforma en productos para otros a través del mercado, a través de la enajenación generalizada, a través de la oposición recíproca y generalizada de compradores y vendedores. El hecho de que la producción sea una producción de mercancías, que la socialización sea una socialización a posteriori contiene la clave de esta sociedad como guerra de todos contra todos.
"De modo que como hombre ninguno de nosotros se halla en relación de consumo con el producto de otro. No existimos como hombres para nuestras recíprocas producciones. Por tanto nuestro intercambio no puede ser tampoco el movimiento mediador en que se confirme que mi producto es {para} ti porque es objetivación de tu propio ser, de tu necesidad. Y es que el vínculo recíproco de nuestras producciones no es el ser humano. El intercambio sólo puede poner en movimiento y confirmar la característica que es producto propio de cada uno de nosotros o sea producción del otro. Cada uno de nosotros ve en su producto únicamente la objetivación de su propio interés y por tanto en el producto de otro {ve un} interés objetivo, independiente de él, ajeno.
Ciertamente en cuanto hombre tienes una relación humana con mi producto: lo necesitas. Por tanto se halla ante ti como objeto de tu aspiración y de tu voluntad. Pero tu necesidad, tu aspiración, tu voluntad, son necesidad, aspiración y voluntad impotentes ante mi producto. Es decir, por tanto, que tu ser -humano y por tanto relacionado necesaria e intrínsecamente con mi producción humana- no es tu poder, tu propiedad en esta producción, ya que en ésta no se reconoce, la idiosincrasia, el poder del ser humano. Idiosincrasia y poder del ser humano son por el contrario el vínculo que te hace depender de mí haciéndote dependiente de mi producto. Bien lejos de constituir el medio que te daría poder sobre mi producción, son más bien el medio de darme poder sobre ti.
Si produzco más de lo que yo mismo puedo necesitar del objeto producido, es que mi excedente de producción se halla refinadamente calculado sobre tu necesidad. Sólo en apariencia estoy produciendo un excedente de este objeto. La verdad es que estoy produciendo otro objeto, el objeto de tu producción que pienso cambiar por el mío, un intercambio que mentalmente ya he realizado. La relación social en la que estoy contigo, el trabajo que realizo para tu necesidad también es por tanto una mera apariencia y nuestra mutua complementación es también una mera apariencia, basada en el pillaje recíproco. La intención del pillaje, del fraude necesariamente acecha emboscada."
Es en este tipo de sociedad el "hombre es el lobo del hombre", desde lo más particular a lo más general, desde el hecho mismo en que la producción esta motivada por la codicia de lo que producen los otros, desde que toda la esfera de la producción está determinada por la necesidad de apropiarse de lo producido en otra parte, desde que la producción está sometida a la dictadura de la ganancia y no hay que extrañarse cuando esta oposición generalizada, esta guerra de todos contra todos asume la forma de guerra abierta, de guerra militar, de guerra entre potencias, de guerra entre constelaciones imperialistas. En otros trabajos de nuestro partido se describe mucho más en general la sociedad dominada por la ley del valor y sometida a la tasa de ganancia y la necesidad de la guerra imperialista; en éste "sólo" se sintetiza esa misma expresión en su nivel más particular, en el que "yo produzco para otro". Sin embargo de la misma manera que el análisis de la célula de base de la sociedad burguesa -la mercancía- es la clave de toda la sociedad presente; esta descripción simple (abstracta) de la producción particular para el cambio contiene en germen toda la catástrofe de la formación social burguesa.
"Como nuestro intercambio es interesado de mi parte y de la tuya, como el interés propio siempre trata de superar al ajeno, es inevitable que tratemos de engañarnos. Ciertamente la medida del poder que concedo a mi objeto por encima del tuyo, requiere tu aceptación antes de que pueda convertirse en un poder real. Pero nuestro recíproco reconocimiento sobre el respectivo poder de nuestros objetos es una lucha y en la lucha vence quien dispone de más energía, fuerza, conocimiento de causa o habilidad. Si dispongo de suficiente fuerza física, entonces desvalijo directamente. En caso de que el reino de la fuerza física sea débil entonces trataremos mutuamente de simular una apariencia y el más hábil engañará al otro. Para el todo de la relación es accidental quién engaña a quién. El engaño, ideal, en la intención tiene lugar por ambas partes, es decir que ambos a dos han engañado ya en su mente al otro.
De modo que el intercambio se halla necesariamente mediado de ambas partes por el objeto de la mutua producción y mutua posesión. La relación ideal con los objetos recíprocos de nuestra producción es ciertamente nuestra recíproca necesidad. Pero la relación real, la que se establece realmente, la verdadera, la que se realiza no es más que la posesión alternativamente exclusiva de nuestra necesidad cruzada. Lo único que a mis ojos le da a tu necesidad por mi cosa un valor, una dignidad, una efectividad, es sólo tu objeto, el equivalente del mío. Nuestro mutuo producto es por tanto el medio, la mediación, el instrumento, el poder reconocido de nuestras recíprocas necesidades. Tu demanda y el equivalente de tu posesión son por tanto términos de igual significado y validez para mí; y tu demanda sólo tiene sentido, porque ejerce un influjo, porque tiene sentido e influjo sobre mí. Como mero hombre, sin este instrumento, tu demanda es una aspiración tuya frustrada, una ocurrencia para mi inexistente. Por tanto tú como hombre no te hallas en relación con mi objeto, y por eso miramos mutuamente nuestro producto como el poder de cada uno sobre el otro y sobre sí mismo; es decir, que nuestro propio producto se nos ha puesto de patas; parecía propiedad nuestra, pero en verdad somos nosotros su propiedad. Nosotros mismos nos hallamos excluidos de la verdadera propiedad, toda vez que nuestra propiedad excluye a otro hombre.
El único lenguaje inteligible que hablamos entre nosotros son nuestros objetos en su recíproca relación. Un lenguaje humano, no nos hallamos en condiciones de comprenderlo y carecería de efecto."
¡¡Vaya amigo en Cuba o en cualquier otra parte a pedir a un almacén o mercado y diga que tiene hambre, que necesita comer, o que necesita vestirse y verá hasta que punto queda en ridículo, verá hasta que punto por más "socialista" que se diga la economía nacional no reconoce al ser humano, verá que absurdo es hablar como ser humano en una sociedad en la que la única comunidad es el dinero!!
"Una de las partes lo interpretaría como una petición, una súplica; por tanto sería visto y sentido como una humillación y consiguientemente sería pronunciado con vergüenza, con sentimiento de envilecimiento, mientras que la otra parte lo recibiría y rechazaría como una insolencia o una chaladura. Hasta tal punto nos hallamos mutuamente enajenados del ser humano que su lenguaje directo nos parece un atentado contra la dignidad humana, mientras que el lenguaje enajenado de los valores cosificados parece dignidad humana justa, segura de sí y conforme consigo mismo."
Por supuesto que Marx se refiere en ésta última frase a cuando usted saca el billete (¡en Cuba si es verde mejor!), o la carta de crédito y se le abren todas las puertas y usted es tratado "como si fuera un hombre" (¡y hasta usted mismo tiene la ilusión de serlo! ¡en función de su billetera!).
"Cierto, que a tus ojos tu producto es un instrumento, un medio para apoderarte de mi producto y por tanto para satisfacer tu necesidad pero a mis ojos es el fin de nuestro intercambio. Más aún, para mi eres medio e instrumento para producir este objeto que es mí fin, lo mismo que, a la inversa, tu validez consiste en esta relación con mi objeto. Solo que 1/ Cada uno de nosotros se comporta realmente según aquello por lo que tiene el otro. Para apoderarte de mi objeto, te has convertido realmente en medio, instrumento, productor de tu propio objeto. 2/ Tu propio objeto no es para ti más que envoltura sensible, la figura oculta de mi objeto. Y es que su producción significa, quiere expresar la adquisición de mi objeto. Por tanto de hecho te has convertido para ti mismo en el medio, el instrumento de tu objeto; tu apetencia se halla a su servicio y como un siervo has servido con el resultado de que el objeto no vuelva nunca a otorgar una gracia a tu apetencia. Si esta mutua esclavitud del objeto sobre nosotros se presenta además al comienzo del desarrollo como relación real de señorío y esclavitud, ello no es sino la expresión tosca y sincera de nuestra relación esencial.
Nuestro mutuo valor es para nosotros el valor de nuestros mutuos objetos. De modo que el hombre mismo carece de valor para ambas partes."
En lo que sigue, en la medida que Marx se refiere a la sociedad comunista y es de vital importancia la contraposición entre ésta y todas las pretensiones de socialismo en un solo país, es evidente que no tiene ningún sentido hablar de trabajo, es decir de tormento, cuando en realidad se dice precisamente lo contrario, se habla de la realización del ser humano. Habría que hablar de actividad humana, de actividad productiva no enajenada y contraponerla a trabajo. Si en otras partes este abuso y generalización de la palabra "trabajo" puede entenderse (y hasta justificarse por la necesidad de hacerse entender en el lenguaje lógico científico vulgar de la época -y de la actualidad-, que de hecho considera el trabajo como algo que siempre existió y existirá, como inherente al ser humano), aquí, cuando Marx está precisamente contraponiendo actividad humana no enajenada y trabajo, no tiene ningún sentido y se le hace perder totalmente la fuerza al texto. No sabemos si se trata de una incongruencia de Marx o una de las tantas tra-i-duc-ciones- (traduttore, tradittore) a las que tan acostumbrados nos tienen los marxistas. Para facilitar la contraposición en lo que sigue, hemos sustituido cada vez que Grijalbo pone "trabajo" en un sentido que de ninguna manera corresponde por [actividad humana] o simplemente [actividad] utilizando este tipo de paréntesis [ ].
"1º) En mi producción se habría objetivado mi individualidad, su idiosincrasia; por tanto, mientras actuaba, no sólo habría disfrutado proyectando mi vida individual hacia fuera, sino también siendo consciente de mi personalidad como de un poder objetivo, perceptible, sensiblemente y en consecuencia por encima de toda duda.2º) Tu consumo o tu uso de mi producto me habría dado directamente el placer de saberme satisfaciendo con mi [actividad humana] una necesidad humana, o sea de haber objetivado el ser humano y por tanto de haberle proporcionado a la necesidad de otro ser humano su objeto correspondiente.
3º) {También me habría dado directamente el placer de} haber sido para ti el mediador entre ti y la especie, de modo que tú mismo me sabrías y sentirías como un complemento de tu propio ser y parte necesaria de ti mismo; por tanto me sentiría confirmado por tu pensamiento y tu amor.
4º) {Por último me habría dado el placer} de crear la proyección exterior de tu vida directamente con la proyección individual de la mía, de modo que en mi actividad individual habría confirmado y realizado directamente mi verdadero ser, mi ser humano, mi ser en común (mi GEMEINWESEN).
Nuestras producciones serían otros tantos espejos, desde los que nuestro ser se iluminaría recíprocamente.
Esta relación se convierte simultáneamente en recíproca; que de tu parte ocurra lo mismo que de la mía.
Veamos los diversos factores, tal y como aparecen en este supuesto:
1º) Mi [actividad humana] sería libre proyección exterior de mi vida. Bajo el presupuesto de la propiedad privada {en cambio} es extrañación de mi vida, puesto que trabajo para vivir, para conseguirme los medios de vida. Mi trabajo no es vida.
2º) Desde el momento en que [la actividad humana] afirmaría mi vida individual se hallaría presente en él la idiosincrasia de mi individualidad. La [actividad] sería por consiguiente propiedad verdadera, activa.
{En cambio} una vez presupuesta la propiedad privada, mi individualidad se halla extrañada hasta tal punto, que esta actividad me resulta odiosa, un suplicio y, más que actividad es apariencia de ella; por consiguiente es también una actividad puramente impuesta y lo único que me obliga a realizarla es una necesidad extrínseca y accidental, no la necesidad interna y necesaria.
Mi trabajo sólo puede aparecer en mi objeto como lo que es. Como lo que esencialmente no es no puede aparecer. Así que actualmente sólo se presenta como la expresión objetiva, sensible, vista -y por tanto por encima de toda duda- de mi pérdida de mi mismo y de mi impotencia."
La tiranía de Gerardo Machado y Morales se caracterizó por la persecución, el encarcelamiento y el asesinato de militantes obreros, como Alfredo López (secretario de la Federación Obrera de La Habana), Enrique Varona, Duménico, Cúxar,... Contra la misma, la clase obrera en Cuba desencadenó una enorme batalla siendo su momento culminante la huelga general comenzada el 28 de julio de 1933, generalizada de inmediato al conjunto del país. En esas circunstancias, y a cambio de la legalización por el propio Machado del Partido "comunista" y sus organismos sindicales, los stalinistas, éstos dan la orden general el 7 de agosto, de "volver al trabajo". Los documentos firmados en nombre de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (agencia de la Confederación Sindical Latinoamericana de Montevideo) por el stalinista Cesar Villar (2) serán afichados por la propia policía de Machado en las columnas de los edificios, los postes de alumbrado y los árboles de los parques de las ciudades. A pesar de ello la huelga y la acción directa del proletariado continuó llegándose el 12 de agosto a una verdadera situación de guerra civil, culminando con la caída y fuga de Machado y varios jefes ministeriales, policiales y militares responsables directos de la represión. Cabe destacar que Machado contó en sus 8 años de tiranía con el apoyo norteamericano, apoyo que en el momento culminante de la huelga se concretizó en que la isla se encontraba rodeada de acorazados norteamericanos, pero como en otras ocasiones el poder Ejecutivo del norte, logró cambiar a tiempo y el enviado de Roosvelt, Sumners Wells terminó apoyando la oposición democrática como fórmula de recambio que a la postre se impuso.
Luego, también a la tiranía de Batista le chuparon las medias. Primero a cambio de una colaboración velada Batista permite a Juan Martinello la organización del Partido de Unión Revolucionaria; luego se autoriza la salida del vocero stalinista "Hoy". A mediados de 1938, el partido en plenario declara que Batista "ya no es el punto focal de la reacción, sino el defensor de la democracia". Ello es el resultado de la estrategia stalinista internacional del Frente Popular aplicada abiertamente en la Isla. Como resultado de aquella declaración se reúne Blas Roca ya entonces secretario del PCC con Batista y éste legaliza en setiembre de 1938 al "comunismo"; por lo que el Partido de Unión Revolucionaria se disuelve, al desaparecer su razón de ser, en beneficio del "comunismo", que para borrar ante los ojos del proletariado su colaboracionismo con las distintas dictaduras decide cambiar de nombre por el de PSP: Partido Socialista Popular. Se llega así a la campaña electoral de 1940 en donde Batista, beneficia del apoyo total de los stalinistas cubanos que aplican a la letra la política frentepopulista dictada desde Moscú; a cambio de lo cual tendremos ya algunos ministros stalinistas como Juan Marinello y Carlos Rafael Rodríguez.
La posición de los stalinistas cubanos ante las elecciones de 1940 era la siguiente "Fulgencio Batista y Zaldívar, cubano ciento por ciento, celoso guardador de la libertad patria, tribuno elocuente y popular... prohombre de nuestra política nacional, ídolo de un pueblo que piensa y vela por su bienestar... hombre que encarna los ideales sagrados de una Cuba nueva y que por su actuación demócrata identificado con las necesidades del pueblo, lleva en sí el sello de su valor..." (3) Es importante tener en cuenta que son estos mismos personajes del stalinismo que loaban a Batista, los que como Blas Roca o Carlos Rafael Rodríguez, cantarían luego loas a Fidel Castro y serían los ministros de la tiranía de este último. El 28 de enero de 1941 el propio Blas Roca escribía: "Nos mantenemos fieles a la plataforma de Batista por todas sus partes". Juan Marinello declaraba unos días después: "Los únicos hombres leales a la plataforma de Batista son los que militan en la Unión Revolucionaria Comunista". Pero este amor entre stalinistas y el dictador Fulgencio no era en un solo sentido; el milico sabía reconocer los extraordinarios servicios del Frente popular. Así el propio Batista declaraba por ejemplo: "Querido Blas... me es grato ratificarte mi convicción sobre la eficaz y leal cooperación que del Partido Socialista Popular y de sus dirigentes y masas ha venido y viene recibiendo mi gobierno." (4)
El hecho de funcionar no solo legalmente, sino como verdadero partido sindical de Estado, le permitió al Partido Socialista Popular contar con todo tipo de medios, lo que en última instancia redundó en el desarrollo de su fuerza. Batista le había permitido por primera vez en plena legalidad, publicar un diario, dotarse de todos los mecanismos legales para el control del movimiento obrero, elegir senadores y diputados y decenas de funcionarios municipales, tener una presencia permanente en todas las instancias oficiales de publicidad y hasta formar parte del Gabinete. Ello los convirtió en una fuerza nacional de primera importancia: el número de afiliados al partido subió espectacularmente de 2.800 en enero de 1938 a más de 5.000 en setiembre y a 23.000 en enero de 1939.
Esa posición de constante apoyo de la dictadura burguesa centralizada en Batista fue mantenida por los stalinistas cubanos, que luego proporcionarían los cuadros fundamentales de la reorganización estatal castrista, hasta último momento. Incluso cuando su posterior jefe Fidel Castro, en abril de 1958, ordenaba la huelga general contra Batista, la misma no fue seguida porque la CTC (Central de Trabajadores Cubanos), dirigida por los stalinistas la desautorizó. Los argumentos para no apoyar la huelga del 12 de abril de 1958 contra Batista, fueron los mismos utilizados para intentar liquidar la huelga del 1933 que terminara con Machado. Incluso los funcionarios stalinistas que trabajaban en el aparato estatal de Batista siguieron haciéndolo, desconociendo totalmente los llamados de Fidel, al que calificaban de aventurero pequeño burgués; mientras que "Novedades de Moscú" afirmaba que las insurrecciones armadas solo eran chispas, que en nada debilitaban el poder de Batista. El propio movimiento 26 de Julio condenó en agosto de ese año, la "traición" del Partido Socialista Popular. Pero estos trapos sucios de la historia una vez conciliados todos en el poder a la sombra de Fidel, fueron escondidos y se llegó al extremo de declarar en el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética que "los comunistas cubanos estuvieron en primera fila de combate" (declaración de Severo Aguirre).
Solo cuando a fines de 1958 el derrumbe de Batista se hizo evidente e inminente, los stalinistas cubanos, jugaron con ambas cartas. Así Carlos Rafael Rodríguez, ministro de Batista en el período 40-44 y ministro sin cartera de toda la dictadura de Batista, se desplaza a la Sierra Maestra para concluir un acuerdo oficial con Fidel Castro, que preconiza los acuerdos futuros que lo harían un personero decisivo también del régimen castrista y que hará que uno de los primeros actos gubernamentales de Fidel sea, el 10 de enero de 1959, el legalizar nuevamente al Partido Socialista Popular. No es este el lugar para analizar los innumerables forcejeos internos entre las fracciones de ese partido, las diferentes purgas y luchas entre las mismas, así como las distintas oscilaciones y giros de 180 grados, que llevaron a Fidel Castro, visceralmente anticomunista y además formalmente opuesto al PSP a someterse a los dictámenes del Partido de Moscú.
Solo a título recordatorio, para los lectores que no tengan ni idea de la trayectoria de Fidel recordemos que Fidel era admirador y miembro del partido "ortodoxo" de Eduardo Chibás enemigo implacable del PSP y citemos a Fidel denunciando como enemigos y traidores a sus futuros colaboradores gubernamentales del Partido "comunista".
A Blas Roca, Fidel lo llamaba "Nuestro Daladier" y agregaba "Cambia tanto de nombre como de color político y varía más la línea táctica que la camisa. Es un camaleón político. Un día ataca al militarismo y al otro lo defiende..." No dudaba pues en llamar traidores a la causa del proletariado a todo el partido y a su futuro colaborador Blas Roca "Los que pregonan izquierdismo y su amor al pueblo... dan la espalda a los trabajadores y se sitúan sumisamente a las órdenes de la bota militar de Batista... Nadie puede impedirme que les grite la verdad en la cara a los aprovechadores mercaderes del proletariado..." (5) Lo que tampoco nos impide a nosotros sostener que no fueron estos últimos que dejaron de ser mercaderes del proletariado por ponerse a la sombra de Fidel; sino que al contrario fueron estos Blas Roca, Carlos Rafael Rodríguez,... (6) y en última instancia hasta el permanente complotador del "comunismo" moscovita, contra el régimen de Fidel, el mismísimo Anibal Escalante (7) y en general, todo el partido pro ruso quienes terminaron, a pesar de las apariencias, haciendo de Fidel un verdadero vasallo de Moscú y otro mercader más del proletariado.
Para terminar reproducimos otra declaración de Fidel cuando, detenido en México tiempo después de su famoso alegato "La Historia me absolverá", adonde fuera acusado, a instancias de la policía de Batista, de ser miembro del "partido comunista" declaró:
"... ¿Qué moral tiene, en cambio, el señor Batista para hablar de comunismo si fue candidato presidencial del Partido Comunista en las elecciones de 1940, si sus pasquines electorales se cobijaron bajo la hoz y el martillo, si por ahí andan las fotos junto a Blas Roca y Lázaro Peña, si media docena de sus actuales ministros y colaboradores de confianza fueron miembros destacados del Partido Comunista?"
Estos son los antecedentes fundamentales de ese matrimonio histórico que ha hecho del partido "comunista", el partido fundamental del Estado capitalista cubano.
Presentamos a continuación un artículo escrito por Servando González en Guángara Libertaria en 1985 (1), que además de ser divertido, retrasa un conjunto de hechos de la política interior y exterior cubana reales y muy pocos conocidos que pueden ayudar hoy a comprender muchos aspectos de los cambios en la política internacional de Fidel Castro. Si la profecía de Servando González de "retorno del sobrino pródigo" no fue confirmada de la forma en que el autor lo afirmara, en el sentido de la vuelta al "seno de la gran democracia norteamericana" no cabe dudas de que lo esencial de la misma se ha cumplido, que ya el "líder máximo" está abandonando el verde olivo y sustituyéndolo por el trajecito y corbata necesario, para codearse a gusto con los principales líderes de la gran democracia internacional europea y americana.
Esta desafinada melodía que ahora entonan los medios de difusión norteamericanos tal vez suene extraña a algunos oídos. ¿Hacer los Estados Unidos las paces con Fidel Castro?... imposible. Para otros, más dados a creer en lo que la gente hace que en lo que dice, la posibilidad no parece tan descabellada. Porque no hay que olvidar que, dígase lo que se diga, y a pesar de que a algunos les moleste recordarlo, Fidel Castro, como los autos Ford y las hamburguesas Mc Donald's, es un típico producto norteamericano.
Contrariamente a lo repetido una y mil veces en la mitología fidelista, Fidel no le ganó la guerrita a Batista, sino que el mulato echó un patín cuando los americanos le congelaron la entrega de armas para que comprendiera que ya no lo apoyaban. Mientras tanto Herbert Metthews le vendía al ingenuo público norteamericano la idea de un émulo bolivariano en la Sierra Maestra y los agentes de la CIA en la embajada americana en La Habana no ocultaban su desprecio por el sargento y su admiración por el barbudo comandante rebelde. Una vez Fidel en el poder, el gobierno norteamericano, pese a serias advertencias y rompiendo una larga tradición diplomática, fue el primer país que se apresuró a reconocer al régimen fidelista. Años más tarde tres ex-embajadores de USA en Cuba declararían ante una comisión senatorial que Fidel Castro no era sino el producto del Departamento de Estado norteamericano.
Ya en el año 1961 la ubicua CIA y el presidente Kennedy, no contentos con haber llevado a cabo su exitoso plan para hacer fracasar la invasión de Bahía de Cochinos y de entregarle a Fidel en bandeja de plata a los incautos que confiadamente se tragaron la monserga anticomunista hicieron todo lo posible para que fracasaran las guerrillas en el Escambray y destruyeron el movimiento clandestino antifidelista en las ciudades cubanas. Para cumplir el plan al dedillo, se dedicaron luego a hostigar a los cubanos de Miami de modo que no molestaran al dictador caribeño. La tapa al pomo se la puso el propio Kennedy cuando en Octubre de 1962 se hizo el chivo loco y no sólo no aprovechó la oportunidad de los cohetes rusos en Cuba para invadir la isla, sino que oficialmente, o más bien extraoficialmente, llegó a un acuerdo con Nikita Jruschov para que Fidel no fuera perturbado en el ejercicio de su tiranía totalitaria. De Kennedy también partió la genial idea de cercar la isla con un bloqueo económico que sirviera tanto para causarle penurias al indefenso pueblo de Cuba, como para que Fidel tuviera una causa a la que achacarle los fracasos económicos productos de su ineptitud.
Por su parte Fidel, que será cualquier cosa menos malagradecido, no ha podido menos que pagar con creces los favores de los americanos. Desde el propio año 1959 comenzó su plan especial de ineficiencia económica que ha metido a los rusos en un berenjenal financiero. La anti-imperialista victoria pírrica cubana les está costando hoy a los tovariches más de doce millones de dólares diarios. ¡Manden refuerzos, que estamos ganando! Pero, como si esto fuera poco, a partir de 1962 el "comunista" Fidel no sólo lanzó la onda extraña de la lucha guerrillera y de la Sierra Maestra andina, sino que, ante el desconcierto de todos los camaradas moscovitas, se dio a la tarea sistemática de destruir uno a uno a los partidos comunistas tradicionales latinoamericanos que seguían la línea del Kremlin. Después vinieron la OLAS, la OSPAAL y la Tricontinental, que aunque aparentemente estaban dirigidas contra los Estados Unidos en realidad ponían en crisis las ambiciones soviéticas de hegemonía sobre los países del tercer mundo.
Los soviéticos, por su parte, trataron varias veces de llevarse a Fidel en la golilla para colocar en la colonia cañera cubana a otro capataz más dúctil y confiable. Pero el Caballo tiene más mañas que una zarigüeya y no hay quien lo pesque dormido. Cuando en abril de 1962 Nikita Jruschov quiso darle un golpe de estado para poner en su lugar a Anibal Escalante, uno de los líderes del PSP (Partido Socialista Popular, nombre del partido comunista cubano pro-Moscú), Fidel reaccionó rápidamente y no sólo expulsó del país a Escalante y a otros pesepistas, sino también al embajador soviético -que casualmente era un alto oficial de la KGB- y a su cohorte de kagebistas. En 1968 la historia se repitió y la llamada "microfracción", que seguía órdenes de los rusos y de nuevo estaba liderada por el único chivo que ha sido expiatorio, dos veces, fue a dar con sus huesos a la cárcel.
En 1968 el Che Guevara, que al parecer estaba fuera del potaje fidelista, se fue sin bola y por la libre trató de comenzar en Bolivia lo que él estimaba sería el germen de una revolución verdadera. Horrorizados ante tamaña herejía, americanos, rusos y cubanos aunaron sus esfuerzos para que el Che no fuera a entonar un peligroso tango ad libitum con acento pekinés. El médico frustrado metido a guerrillero tiene el mérito histórico de haber aliado en su contra a las más agresivas potencias de la actualidad. Moraleja cheísta: aquí el que quiera cantar tangos tiene que solfear por el papel pautado que le pongan. (Toma nota, Eden Pastora).
Por su parte, el sobrino ha emulado el ejemplo del Tío. En 1975, sin encomendarse a Dios ni a Moscú, Fidel lanzó sus tropas a la invasión de Angola, para afincar en el poder a Agostinho Neto, un "marxista" que ciertamente no seguía la línea moscovita. Una vez allí, y sin darle mucha publicidad, los fidelistas se dedicaron a cuidar los intereses de las transnacionales. Aún hoy las tropas castristas protegen las refinerías de la Gulf Oil en Cabinda del posible ataque de "saboteadores". Tal vez esta encomiable actitud fue la que motivó que Andrew Young afirmara que Cuba constituía una fuerza estabilizadora en Africa, y que el inquieto Rocky (David Rockefeller) exclamara transido de emoción: "No me importa que sean ñángaras, mientras tengan guanajo para pagar" (traducción libre del autor). Dos años después los rusos, cansados de tanta maraña, trataron de destronar a Neto para colocar en su lugar a Nito Alves, de la facción pro-soviética del Partido Comunista angolano. Pero cuando se armó la balacera en Luanda los soldados del supuesto títere soviético, en vez de apoyar a Alves como indicaban la moral y las buenas costumbres, apoyaron a tiros a Neto y los camaradas rusos se cogieron otra vez el delicado.
Pero los bolos se la tienen guardada a Fidel y aprovechan cualquier oportunidad para pasarle la cuenta. En 1978 se colaron en Afganistán y de paso le rompieron el pasodoble al Comandante en Jefe que aspiraba a eternizarse como líder del movimiento de Países no Alineados, al mismo tiempo que le frustraron su intento de agarrar un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Para darle más realismo a la mise en escène, los sesudos de la CIA urdieron sofisticados planes para desconchinflar a Fidel. Trataron -según ellos y Fidel- de asesinarlo, de que se le cayera la barba, de que se volviera loco y hablara basura (¿aún más?), pero todo les salía mal. Las pistolas se encasquillaron, las pastillas de veneno se congelaron, el LSD se extravió y el tabaco envenenado se lo fumó un escolta. El resguardo preparado por Celia y Vallejo demostró ser más efectivo que las computadoras de la CIA. Chango venció a la cibernética.
En pago de tanta bondad, durante todos estos años Fidel no se ha cansado de ayudar en la medida de sus modestos esfuerzos a aquellos que le han brindado protección y abrigo. Miami, que en el año 1959 era una moribunda ciudad playera de judíos retirados, se convirtió de la noche a la mañana, por obra y gracia de Fidel, en una de las más pujantes ciudades norteamericanas. Las guerritas limitadas fidelianas en todo el planeta contribuyen a que la economía de USA se mantenga boyante y a que el complejo militar-industrial viva días felices. Y la constante actividad desestabilizadora del fidelismo en latinoamérica ha traído como lógica consecuencia que los capitales, en busca de seguridad política, emigren a USA, para así contribuir al desarrollo de la economía norteamericana. De más está decir que Wall Street adora a Fidel, y en justa reciprocidad los colegas banqueros de allende los mares no han sido remisos a abrir sus abultadas billeteras para que el Adolfo caribeño no carezca de los dólares necesarios -que los rusos no le facilitan- para seguir fomentando las guerrillas centroamericanas..., que a su vez crean un clima de inseguridad apropiado para que los capitales sigan fluyendo hacia USA y para que los contribuyentes norteamericanos no pongan objeciones a mayores presupuestos militares. El "bisnes" de América no es el anticomunismo; el "bisnes" de América es el real y verdadero "bísnes".
El último episodio de esta tragicomedia ocurrió el año pasado cuando los rusos sorpresivamente se quitaron de arriba al fidelista Bishop en Granada para sustituirlo por gente de su confianza. Ni corto ni perezoso Reagan, que hasta ese momento no se había interesado por las andanzas granadinas de Fidel, envió al punto a los marines a la isla para jorobar a los rusos y que éstos tuvieran que tomar el ponche sin nuez moscada. "Hoy por ti y mañana por mí", dicen que dijo alguien que oyó decirlo a Reagan.
Por otra parte, todo indica que con el decursar de los años Fidel ha ido perdiendo su extraña y útil habilidad para meter en líos a los rusos, o que éstos al fin se han olido que no son todos los que están ni están todos los que son. Por mucho que Fidel los ha empujado, los soviéticos no han mordido el señuelo sandinista. "¡Solavaya!", dicen los bolos: "para muestra, con el botón cubano basta y sobra".
Por tanto, a nadie le asombre que Fidel llegue a un acuerdo con los norteamericanos. Después de todo, en el fondo de su corazón Fidel siempre ha admirado y añorado el american way of life, y los liberales de izquierda y de derecha siempre a su vez han enviado la carisma del máximo líder y el fálico tabaco, símbolo de su machismo. Al parecer Fidel ya anda preparando el camino, pues con la misma cara dura con que hace algunos años dijo que siempre había sido marxista, ahora acaba de declarar que siempre ha sido cristiano. De modo que el primer paso para que Fidel deje de ser un tirano totalitario comunista enemigo de USA y se convierta en un tirano autoritario capitalista amigo de USA, ya está dado. En realidad las diferencias entre Stroessner, Fidel y Pinochet, siempre han sido de forma y nunca de contenido.
¿Y los "cubanos-americanos"? Bien, gracias; ganando dólares a diestra y a siniestra y como siempre atentos a la voz del amo. ¿Y el pueblo de Cuba? Mal, gracias; observando con sorda cólera y justificado excepticismo cómo el círculo se cierra nuevamente. El sobrino pródigo retorna al regazo del magnánimo Tío. Dios los cría y ellos se juntan.