Recordemos una vez más que esta acción se encuentra en continuidad total con nuestra "vieja" propuesta internacional de centralización de la acción revolucionaria (leer al respecto "Hacia la organización internacional del proletariado" en Comunismo número 4) y en particular con la reunión de trabajo que realizáramos en Berna en 1989 (ver al respecto el Anexo "A propósito de una reunión internacional de trabajo" y el artículo acerca de la relación de fuerzas mundial entre las clases publicado en Comunismo número 27). Aquella propuesta centrada en la lucha contra el terror del Estado y contra la preparación de la guerra, guarda toda su vigencia.
La reunión efectuada en Berna tuvo como eje central de concreción el desarrollo de la lucha de clases en Irak e Irán, en un momento en el que se hablaba de paz entre los Estados de dichos países. Aquella fue una tentativa de coordinación de la actividad internacionalista en la que se formularon varias propuestas concretas para afirmar la lucha internacionalista y solidaria contra el Estado.
Desde mucho antes de la Reunión de Berna, la importancia de las luchas proletarias en la región nos determinaron a impulsar la centralización de las mismas con la acción de otras fuerzas militantes comunistas. Sin embargo, las voluntades militantes y las tentativas de organización que se manifestaron a través del mundo resultaron dramáticamente reducidas y excepcionales.
Mientras, en Irak, el proletariado tendía a su reconstitución en tanto que clase y nuestros compañeros en la región se organizaban en una perspectiva internacionalista (la acción contra el capital en la región se acompañaba por ejemplo con la difusión de nuestros materiales, la distribución de nuestras revistas, la impresión local de nuestras "Tesis de Orientación Programática" en árabe,...). Sin embargo, en Europa, en América, la fase sectaria continuaba predominando y nos vimos obligados a constatar que incluso las propuestas minimalistas efectuadas en Berna (tentativa de organización para la circulación de informaciones, de militantes, creación de una dirección de contacto y de una caja común, etc.) sólo pudieron ser mantenidas de una manera esporádica y no organizada.
En Europa en particular, a pesar de la situación de dispersión que padecemos, a pesar de las pocas iniciativas proletarias que caracterizan el ambiente social en esta parte del mundo, intentamos desarrollar en todo lo posible la acción directa internacional conjunta con nuestros compañeros de lucha en Irak. Mal que bien, informaciones y militantes circularon y logramos juntos y de forma colectiva globalizar las experiencias particulares, extraer las lecciones que se imponían de los acontecimientos.
Se desarrollaron también otras iniciativas en base a militantes proletarios que comprendían la importancia histórica de la lucha del proletariado en Irak y que se concretaron en volantes, folletines, revistas, carteles... Sin embargo, sin pretender abarcar la totalidad de las mismas y sin juzgar la totalidad de dichas producciones, debemos lamentar que la energía de nuestra clase, que se expresó a través de dichas acciones, haya quedado fundamentalmente dispersa y no haya logrado centralizarse, lo que implica una efectividad menor tanto en el presente como en perspectiva.
Por supuesto que las evidentes dificultades de centralización de nuestra clase, características del actual período histórico, están a su vez condicionadas por la desinformación general que el Capital realiza y por las diferentes ideologías con que se divide al proletariado. Cabe denunciar al respecto el nefasto papel que desempeñaron los sectores izquierdistas de la burguesía y el conglomerado centrista que se autodenomina "medio revolucionario" en Europa. Una vez más constituyeron la polea de trasmisión de la ideología racista clásica de la derecha del capital denigrando toda lucha que no tenga por centro París o Milán.
Mientras tanto, en Irak, el proletariado se debatía por su reorganización como clase y los sectores de vanguardia en ese país afirmaban abiertamente la lucha por la revolución comunista mundial, intentando romper el aislamiento que el capital imponía. Los que se pavonean con las banderas del "medio revolucionario", siempre concentrados en el mirar retardado hacia su propio ombligo, proferían como buenos pontífices desde sus altares un conjunto de sentencias que contribuían todas a la obra general del capital: el aislar la lucha de los proletarios en Irak. Así, la CCI, representante eminente del eurocentrismo, negaba pura y simplemente la existencia de luchas proletarias en la región, considerando la clase obrera como casi inexistente en Irak y afirmando que "casi no posee ninguna experiencia histórica de combate contra el capital" (1).
Contrariamente a lo que el capital y todos sus agentes pretenden, lo que sucede en Irak no tiene origen en causas que que pertenezcan a nuestro pasado, en razones que se sitúen históricamente detrás nuestro (como la ideología de la falta de experiencia quiere hacer creer), sino, por el contrario, al desarrollo inevitable de la contradicción capitalismo-comunismo en todas partes. En ese sentido, la situación explosiva de esa contradicción en Irak, en el presente, está indicándonos el futuro en el mundo entero. Pues también "aquí" (en América del Sur y del Norte, en Europa del Este y del Oeste, en África del Norte y del Sur...), la barbarie de la civilización capitalista, la guerra que el capital, independientemente de su voluntad, lleva adelante contra el proletariado, se acentuará necesariamente hasta alcanzar la intensidad que existe "allá"; simplemente por el hecho de que el capital no tiene ninguna otra manera de afrontar la crisis que lo carcome. Nuestra lucha, la respuesta de los proletarios en Irak, nos muestra la única vía posible para combatir esta barbarie: la lucha por la revolución.
Por ello y a pesar del poco eco encontrado en el pasado y en el presente (salvo evidentemente, los compañeros y contactos con los que trabajamos hace tiempo), no dudamos un instante en repetir, una vez más, nuestro llamado de siempre:
En base a las propuestas internacionales que hemos efectuado, o a cualquier otra propuesta seria que parta de los intereses materiales del proletariado, o en base a toda tentativa revolucionaria que emane de un militante o grupo de militantes, unamos nuestras fuerzas contra todos los que preparan la guerra capitalista; ¡reagrupémosnos para ser más fuertes!¡ ORGANICEMOS JUNTOS EL DERROTISMO REVOLUCIONARIO Y LA COMUNIDAD DE LUCHA CONTRA LA GUERRA !
En lo que concierne a este texto, hemos tenido en cuenta varios paquetes de información que nos han hecho llegar los compañeros de la región, lo que nos permite explicar mejor un conjunto de puntos que consideramos importantes: las luchas en el sur de Irak, la aparición de los shoras en Kurdistán, las organizaciones presentes en el terreno, las campañas humanitarias. En anexo a este artículo, el lector encontrará algunos extractos de textos de la fase insurreccional, provenientes de diversas organizaciones. Incluso publicamos un texto "Carta desde el Kurdistan" cuyo autor, aunque conocido protagonista en la insurrección, se encuentra en las antípodas de nuestras posiciones políticas. El lector encontrará también en anexo un volante de nuestro grupo difundido en mayo de 1992 en Kurdistán.
Una vez más pedimos la máxima indulgencia del lector en relación al aspecto desordenado que este artículo presenta. Hoy mismo en Irak, minorías de vanguardia de nuestra clase extraen las lecciones del pasado, critican el democratismo de los shoras, discuten acerca de los medios para generalizar la lucha antinacionalista y resisten al desarme que la burguesía intenta imponer ante quienes la enfrentan. Es decir, el proletariado tiende a constituir una fracción más determinada y clara contra las potencias de siempre con que cuenta la burguesía para liquidar la autonomía de clase: el democratismo y el nacionalismo, que también en Irak fueron decisivos para frenar y desviar la fuerza insurreccional de nuestra clase. Resulta indispensable tener en cuenta que es en ese contexto caótico y peligroso, donde nuestros compañeros, como expresión de vanguardia de esa lucha contra la nación y la democracia, rompiendo los muros de las naciones, nos hacen llegar textos, volantes, análisis, informaciones.
La primera parte intenta esbozar rápidamente la historia de las luchas del proletariado en Irak, principalmente en el sur, lo que constituye, por un lado, una tentativa de combatir la desinformación existente con respecto a las luchas derrotistas revolucionarias que se desarrollaron durante la Guerra del Golfo y, por el otro, una respuesta a los increíbles prejuicios euroracistas que permiten aislar a nuestros compañeros bajo el pretexto de que en esas regiones el proletariado no lucha por sus intereses o que no tiene experiencia de lucha. Creemos que la información presentada a continuación es suficiente para dar una idea de la intensidad de la lucha contra el Estado en esa región y que al mismo tiempo permitirá completar la información que nosotros hemos venido dando sobre las luchas en Irak, antes, durante y después de la Guerra del Golfo.
La segunda parte trata del desarrollo contradictorio de los shoras o soviets durante la guerra del Golfo; primero fundamentalmente como respuesta asociacionista de nuestra clase frente a todas las organizaciones burguesas, luego como freno democrático al desarrollo de la lucha de nuestra clase.
La tercera y última parte trata de una manifestación particularmente cínica de la lucha de la burguesía mundial para reprimir al proletariado: las campañas humanitarias y las elecciones.
En dicha región existen decenas de tribus, clanes,... y como es muy difícil desplazarse en la misma, las comunicaciones entre los habitantes de los diferentes lugares son escasas. Sin embargo, los unifica la tradición histórica de insumisión sistemática al Estado.
Ya a principios de siglo, la burguesía inglesa creyó poder utilizar para sus fines la resistencia antiestatal que se desarrollaba contra el Estado turco. Pero la reacción de los proletarios no correspondió en absoluto a las expectativas de los colonizadores ingleses y las reacciones contra éstos fueron tan violentas que a su vez el Estado turco intentó utilizar dichas luchas para sus propios fines. Así, esas luchas históricas de resistencia en la "región de los pantanos" fueron presentadas como el ejemplo mismo de la lucha por la descolonización.
Lo que sucede hoy no es más que la enésima repetición de esa tentativa burguesa de utilizar/presentar la lucha proletaria contra el Estado como la lucha de una fracción burguesa contra otra apoyada por "todo el pueblo": la oposición oficial shiíta intenta confiscar lo que queda de las luchas sociales en el sur y la presenta como una expresión de apoyo a su propia política.
El partido Baas, reconocido como uno de los gobiernos más represivos de la historia moderna de Irak, a pesar de haber realizado enormes proyectos sociales y económicos en la región, que superan de muy lejos los efectuados por todos los otros gobiernos en la región desde principios de siglo, no ha logrado liquidar la secular indisciplina social.
Estas particularidades han hecho de la población de la "región de los pantanos" una especie de "enemigo natural" del Estado y de todos sus componentes: baasistas, shiítas, nacionalistas,...
Entre ellos se encontraban muchos ex-militantes del Partido "Comunista" iraquí provenientes de ciudades del sur y el centro del país, que eran buscados por la policía por haber repudiado el tratado de alianza firmado entre su partido y el gobierno. En muchos casos y en coherencia con la clásica política estalinista, dicho partido los había denunciado a la policía. Además se encontraban algunos militantes proletarios que se habían distinguido por la agitación y la acción directa de clase en ciudades tales como Bassorah, Amara, Nassiria. En fin, había muchos desertores y otros proletarios que habían rechazado el trabajo obligatorio en las organizaciones del partido Baas: organizaciones de estudiantes, sindicatos, trabajo popular...
A principios de la década del 70, el gobierno elabora un plan de reorganización territorial que tiene por objetivo aumentar la presencia y el terrorismo de Estado en todo el territorio cenagoso, tomando como blanco directo el ataque a las villas y pueblos próximos a los pantanos. Se expulsa a los habitantes de esos pueblitos hacia otro lugar, intentando así limitar al máximo el apoyo que los habitantes de la zona prestan a los rebeldes. Se dinamitan las casas y quienes se niegan a partir están obligados a vivir en los escombros de las mismas.
A partir del desencadenamiento de la guerra con Irán, las filas de los perseguidos, refugiados y desertores aumentan cada vez más. Por otra parte, durante la guerra, dado que las fuerzas de seguridad del Estado iraquí están demasiado absorbidas por el conflicto militar interimperialista y la movilización de la población para el mismo, no pueden mantener la presión al nivel anterior, lo que trae como consecuencia una mejora relativa en la situación de supervivencia de los refugiados en la región, aunque no podamos hablar aún de una fuerza estructurada claramente organizada.
Durante todo ese primer año de guerra, la disminución de la presión del gobierno contra los desertores y la consiguiente mejora de las condiciones de supervivencia, hacen posible que muchas familias de desertores y refugiados se instalen con ellos. El número sigue aumentando, pero dada la ausencia de un proyecto y una dirección revolucionaria, a pesar del potencial revolucionario que esa masa proletaria en contraposición objetiva al Estado encierra, la lucha se concentra fundamentalmente en la supervivencia individual.
La victoria del Estado iraquí en sus primeros asaltos contra el Estado iraní refuerza esa tendencia a la desorientación. Se trata de una fase en la cual el Estado iraquí obtiene más victorias que derrotas, en la que justifica sin problemas la represión y por lo tanto se siente seguro en su combate contra los enemigos "internos".
Esa relación general de fuerzas a favor de la burguesía reduce el campo de acción de los militantes revolucionarios, que encuentran gran dificultad en mantener las relaciones entre sí. La presencia masiva de hombres "fuera de la ley", concentra cada vez más la atención de las autoridades y toda acción organizativa de los desertores provoca una reacción potente por parte del gobierno.
Es en ese período cuando el Gobierno amenaza por primera vez (luego lo hará en muchas oportunidades) con ejecutar a los habitantes de la región que ayuden a los "fuera de la ley". Dicha amenaza es seguida inmediatamente por una acción práctica. Decenas de habitantes de la región son ejecutados acusados de ayudar a los desertores. El simple hecho de indicar el camino a seguir a un desertor es suficiente para ser considerado objeto de represión. Simultáneamente se produce una nueva ola de destrucción de casas y pueblos próximos a los pantanos.
En enero de 1981 se produce una contraofensiva iraní, el ejército de ese país penetra en territorio iraquí en la región de Ahwaz. La deserción se hace cada vez más masiva. Varios miles de nuevos desertores que se fugan del frente y de los regimientos de retaguardia vienen a agregarse a los anteriores.
En tales circunstancias el gobierno iraquí cambia de táctica propagandística, adaptando la misma a la situación de retroceso y desbande militar. Se dice que Irak nunca quiso invadir Irán, que la actitud agresiva de Irán (y sus victorias militares) obliga a todo buen patriota "a defender responsablemente su patria". Para ello, el gobierno no duda en distribuir armas entre los habitantes de la región del sur proponiendo a sus habitantes "defenderse por sí mismos de los fanáticos iranís".
En el mismo momento, la burguesía iraní multiplicaba los llamados a la resistencia y a la "Jihad sagrada" contra el "satán de Saddam", para liberar las ciudades santas Karbala y Najaf.
La gran derrota del ejército iraquí en 1982 reforzó el movimiento de deserción del proletariado. De forma cada vez más notoria, el proletariado se determina como clase opuesta al orden capitalista en la región en base a la deserción, la desobediencia generalizada, la contraposición práctica a todas las consignas y órdenes de movilización patriótica lanzadas por el Estado. El internacionalismo, la contraposición al Capital, se desarrolla como movimiento práctico a partir de las necesidades de supervivencia y del desarrollo indispensable del asociacionismo en oposición al terror de Estado.
El miedo de una victoria iraní en el sur y centro obligaron al Gobierno a lanzar una operación de limpieza en sus propios territorios del sur: se busca liquidar toda resistencia antigubernamental en el interior del país y en el seno del ejército. Con ese objetivo, durante ese mismo año, varias villas y pueblos son bombardeados con armas químicas. Se toma como objetivo aquellos pueblos y aldeas donde la población se había negado a obedecer las órdenes de salir de la región e incorporarse a la movilización general de defensa de la patria.
Los desertores se encuentran entre dos fuegos: de un lado, el ejército iraní en las fronteras del sur que se prepara para la ofensiva final contra el ejército iraquí (el ejército de Irán intenta cortar la ruta principal que liga Bagdad con el sur, principalmente con Bassora); del otro, el ejército iraquí, bien equipado, aunque se encuentra debilitado por la falta de disciplina que reina en su interior. A pesar de la determinación histórica cada vez más potente que empuja al proletariado a actuar como fuerza contrapuesta a todo el orden establecido, el desorden en las filas de los desertores es grande, lo que hace que los mismos se expresen más como masa inorganizada que como movimiento clasista organizado.
Sin embargo, aquella determinación histórica es asumida más o menos conscientemente por una serie de pequeños grupos revolucionarios (de los que no conocemos los nombres) que realizan un innumerables llamados (no centralizados) a la auto-organización, la auto-defensa y la lucha internacionalista contra los dos ejércitos y contra todas las expresiones del Estado. Al mismo tiempo, dichas organizaciones, o mejor dicho, las unidades de combatientes constituidas por los mismos, organizan operaciones de sabotaje en el corazón de los territorios controlados por el ejército iraquí: ataques a depósitos de municiones, vías férreas, convoyes y sedes de organismos gubernamentales, ejecución de miembros conocidos del partido Baas y realización de una impetuosa agitación para empujar a los soldados a seguir desertando.
El Estado iraní intenta utilizar estas acciones derrotistas revolucionarias para sus objetivos a través de la fracción burguesa shiíta: el partido Dawa islamista (que significa "llamado islamista"). Pero éste no logra movilizar a los proletarios de su lado, salvo a una pequeña parte de ellos que, una vez convencidos, se incorporan a las pequeñas unidades Dawa.
Para contribuir a este reclutamiento en el partido Dawa, el gobierno iraní da un conjunto de ventajas materiales a los adherentes y simpatizantes de dicho partido: cura de enfermos y heridos, alimentos, autorización de visitas y desplazamientos a Irán. Quienes rechazan el encuadramiento en ese partido tienen que arreglárselas como pueden, vivir clandestinamente y luchar por la supervivencia, tanto desde el punto de vista alimentario como del de la salud. Por ello, muchos desertores se hacen pasar por adherentes de ese partido, al menos el tiempo que están enfermos o heridos.
La necesidad de organización y centralización proletaria y revolucionaria de los desertores se hace patente y cada vez más consciente, en la medida en que va quedando claro que ambos ejércitos son sus enemigos: es un período de masacres permanentes perpetradas por dichas fuerzas.
Se llega así a la situación de 1983, donde existen unos 20.000 desertores relativamente bien equipados y organizados: un verdadero ejército de derrotistas revolucionarios, con objetivos cada vez más claros y conscientemente internacionalistas y revolucionarios. Es entonces cuando el gobierno iraquí lanza una vasta ofensiva contra los insurrectos.
Paralelamente, en esa época, las fronteras de la guerra imperialista se estabilizan más o menos y los fuerzas burguesas de ambas partes hablan cada vez más de encontrar una solución, de "hacer la paz".
En los hechos, en el frente, los puestos de vanguardia del ejército iraquí se muestran cada vez más dubitativos en la aplicación de las órdenes; la desobediencia de los soldados se generaliza. Ante esta situación y temiendo que dicha sensibilidad se contagie al resto del ejército, el Estado Mayor iraquí da la orden de liquidar parte de sus propias tropas, demasiado sensibles al derrotismo revolucionario. Un regimiento entero, constituido por unos mil soldados, es literalmente pasado por las armas. Simultáneamente se generalizan los bombardeos aéreos de la zonas donde predominan los desertores. Con el beneplácito del ejército iraní, estacionado a pocos kilómetros, los bombardeos masivos producen unos 8.500 muertos en las filas de los desertores. Más aún, el ejército iraní se empeña en impedir que los heridos y sus familias penetren en el territorio de Irán para refugiarse, salvo a aquellos que acepten integrarse a la Dawa.
A pesar de que esa enorme carnicería prosigue, el ejército iraquí no logra penetrar en las zonas controladas por los desertores.
Los periódicos de la oposición iraquí (partido "comunista" iraquí, nacionalistas kurdos, Dawa islamista) subrayan que "es totalmente lamentable que esos hijos del pueblo no se hayan podido dar un cuerpo político, un partido, para entrar en las filas de los otros partidos demócratas, antifacistas y trabajar en el frente democrático iraquí"; lo que es una confesión apenas velada de que todo ese movimiento proletario se les escapa de las manos.
En ese momento, la UPK (Unión Patriótica Kurda) de Jalal Talabani, en coherencia con su política de siempre de apoyo de los baasistas en los momentos claves, negocia con el gobierno iraquí para intentar encontrar una solución pacífica a la "cuestión kurda".
De todas formas, el terrorismo generalizado de Estado logra eliminar la fuerza proletaria que se había ido constituyendo, tanto por la liquidación física directa como por el hecho de que la mayoría de los supervivientes tuvieron que dispersarse. Una parte de los mismos entrará en Irán, aceptando (aunque a veces sólo formalmente y a corto plazo) las condiciones que ese Estado les imponía de disciplinarse en los campos organizados por el ejército del Partido Dawa. Otra parte logrará escapar a ambas fuerzas y acceder a la región del Kurdistán, donde continuarán sus peripecias pues serán reprimidos no sólo por las fuerzas baasistas sino también por los nacionalistas kurdos (principalmente el UPK), que no tienen reparos en entregar a los desertores a las autoridades a cambio de algunas concesiones en las negociaciones. Únicamente en la región de los pantanos quedarán algunos miles de combatientes proletarios organizados, aunque muy golpeados por la represión.
Los periódicos iraquís relatan cotidianamente el encarcelamiento y las ejecuciones de "traidores", "ladrones", "bandidos" y "traficantes"... principalmente en la región del centro. Una vez más, aldeas y pueblos enteros son destruidos y sus habitantes asesinados en tanto que sospechosos de haber dado de comer a los "saboteadores" o simplemente por el hecho de haberlos dejado trabajar en ese pueblo.
En ese período el poder central baasista distingue dos frentes de guerra: uno frente al enemigo que viene del exterior de las zonas controladas por él; otro, cada vez más amenazante, contra el enemigo que actúa en el interior de la zona controlada por él. Por todas partes, en las ciudades y los pueblos, surgen luchas contra el gobierno, pero ahora las mismas se desarrollan de una forma cada vez más masiva, abierta y organizada.
Un conjunto de grupos proletarios se desarrollan en ese entonces, pero como sucede en muchas ocasiones, los militantes activos permanentes de esos grupos no son nunca más que algunos puñados de revolucionarios consecuentes. Los centros de estos grupos se encuentran en las ciudades de Bagdad, Nassiria, Bassora, Diwanya, Shatora, Al Amara, Kut,... Dichas estructuras desarrollan algunos acuerdos entre ellas, estableciendo criterios territoriales para la acción militar, y al mismo tiempo, intentan organizar la ayuda mutua, el intercambio de informaciones, la cura de los heridos, la organización de la supervivencia, los métodos de desplazamiento de las diferentes unidades, las relaciones con los pueblos y el proletariado que vive en ellos... De hecho, la creación de esas estructuras data de la época en que la gran represión del 83, luego de la cual sólo lograron quedar en dicha región 3000 o 4000 combatientes organizados. En muchos casos, dichas estructuras se desarrollaron en torno a oficiales desertores y a un puñado de soldados que los seguían.
Tres grupos destacan entre ellos, por sus volantes y llamados, que se hacen conocer en todas partes: "Vanguardia Obrera", "Revolución Permanente" y "Autonomía de Combate". Como en todas las luchas revolucionarias del pasado y del presente, constatamos que el desarrollo de la fuerza del proletariado en lucha contra el Capital y el Estado que se materializa en esas estructuras está en permanente tensión y contradicción y por ello en las mismas persisten elementos de la ideología marxista leninista, maoista o/y trotskista (que en algunos casos tienen mucha fuerza), lo que podemos deducir hasta de las denominaciones que esas organizaciones se dieron.
Recién durante el último año de guerra Irán-Irak se realiza un conjunto de tentativas de centralización entre esas estructuras. La desmovilización en el interior del ejército, las condiciones de vida cada vez más difíciles para la población y el peso de la represión cada vez más feroz contra la resistencia antigubernamental dieron fuerza a estas tentativas. Se habla cada vez más de un ejército proletario revolucionario opuesto a todos los ejércitos burgueses y las acciones consecuentes con ello se generalizan a diferentes partes del territorio.
Cada vez que los cuerpos de los soldados muertos son traídos desde el frente, la resistencia cobra más fuerzas, los proletarios de ciudades y pueblos aprovechan para organizar actos y manifestaciones contra el Estado, contra la guerra. Para combatir esas manifestaciones permanentes que se concentran en general frente a los locales gubernamentales o del partido Baas, la policía no duda en emplear todo tipo de armas y en arrestar a los agitadores, que en algunos casos son ejecutados públicamente.
Luego de cada acción derrotista revolucionaria del proletariado organizado, tanto en los pueblos como en el interior del ejército, la represión se abate en forma brutal, las revueltas son sistemática y brutalmente ahogadas en sangre y las ejecuciones de oficiales y soldados son también moneda corriente. El gobierno les reprocha "el haber dejado que los maleantes pongan en peligro el interés nacional y la seguridad del Estado". Ni siquiera se salvan los altos responsables, ni los "héroes de la nación", decorados como tales por el propio Saddam. Son muchos los ejemplos de esos "héroes de la nación" que terminan ejecutados públicamente. La situación llega a ser tal que los responsables que deben sustituirlos no saben como actuar, temiendo por un lado suscitar por su brutalidad la revuelta de la población y por el otro ser acusados por los aparatos centrales del Estado de ser demasiado permisivos.
En muchos casos, personas consideradas como "buenos ciudadanos" utilizan su lugar en la administración para ayudar o esconder a algún desertor. Pero éstos también, cuando son descubiertos, son ejecutados junto con sus familias y sus casas son dinamitadas.
Sin embargo, la represión no logra desanimar a los proletarios en revuelta acostumbrados a esos métodos. Los pocos viejos militantes revolucionarios que tuvieron la suerte de sobrevivir a la sistemática ejecución de sus compañeros antes y durante la guerra Irán/Irak, retoman confianza ante la reemergencia de las luchas proletarias. En las ciudades se repiten los llamados a la lucha firmados simplemente: "proletario", "pueblo explotado", "revolucionarios"...
A pesar de ello, las tentativas de centralización formal entre las organizaciones proletarias son lamentablemente muy débiles y no superan los límites de la renovación de los contactos militantes entre tal o cual compañero, separados hasta ese momento por la represión.
También la resistencia pasiva se desarrolla: no participación en las ceremonias oficiales y en los desfiles de prisioneros, vacío en los festejos de las victorias militares del país, rechazo de los "tesoros de guerra" tomados al enemigo y repartidos entre los soldados y la población para cimentar la cohesión nacional.
Es imposible hablar de fechas de esos diversos acontecimientos, incluso los que vivieron esos hechos son incapaces de dar fechas. Esas acciones de resistencia y lucha contra la guerra de nuestra clase eran tan sistemáticas que los propios protagonistas se confunden en cuanto a los hechos y las fechas.
Desde 1988 a 1990, la constitución en fuerza del proletariado se acentúa. En el sur y en el centro del país la lucha y la acción directa organizada se intensifican concentrándose principalmente en las ciudades. La burguesía se encuentra en una situación cada vez más difícil, ante un proletariado más combativo en una situación que lo empuja a unificarse y pelear contra la deteriorización de sus condiciones de vida y la represión. Cada vez hay más desertores en armas y organizados en forma autónoma a los partidos burgueses; cada vez hay más desconfianza y oposición decidida a todo lo que hace y dice el gobierno; a los mandos les resulta cada vez más difícil controlar la indisciplina y la insubordinación en su propio ejército.
En los pantanos, el ejército de desertores intenta estructurarse, los grupos militantes revolucionarios que lo componen tratan de darse una mayor coherencia. Cuanto más se desarrollan las luchas, más se manifiestan las tendencias a la centralización.
En ese período, el ejército lanza varios ataques contra el movimiento del proletariado que se había constituido en fuerza en toda la zona de los pantanos. Las perdidas son numerosas en ambos bandos. El aislamiento en el cual se encuentran los proletarios del sur reduce su resistencia frente al Estado y crea una situación crítica: a fines del 90, el número de desertores organizados se reduce de nuevo a algunas centenas de combatientes estructurados en pequeñas unidades móviles, descentralizados e independientes. La gran mayoría, incapaz de resistir, se refugia del otro lado de los pantanos en territorio iraní, cerca de Ahwaz. Como dijimos antes, algunos para sobrevivir se verán obligados a formar parte del partido Dawa islamista. Entre ellos muchos heridos y sus respectivas familias.
Cada vez que el proletariado se levanta, la burguesía internacional habla de movimiento shiíta en el sur, de nacionalismo kurdo en el norte. Se trata de gigantescas mentiras y de una enorme falsificación ideológica. Los propios shiítas nunca consideraron el movimiento proletario de los pantanos como su propio movimiento; tanto el Partido Dawa islamista como los otros partidos burgueses de oposición critican ese movimiento, tratando a la masa de desertores refugiados en la región de los pantanos de "masa sin principios, anarquistas, ateos y saboteadores que beben whisky y hacen el amor en los lugares sagrados"!
Esta tenaz e inquebrantable resistencia proletaria a la guerra, concentrada principalmente en la región de los pantanos, ha constituido un límite objetivo al restablecimiento de la paz social y por ello a los objetivos militares de Saddam Hussein. En este sentido, el fin de los enfrentamientos militares entre Irán e Irak, tiene como causa fundamental el derrotismo revolucionario del proletariado iraquí.
Entre mayo y diciembre de 1990, cuando la continuidad de la movilización y la ocupación de Kuwait hace prever al proletariado la proximidad de la guerra, la acción directa contra el Estado se generaliza. En Arbil, Masul, Tuzkurmato, Tikrit, Kirkuk, Bagdad, Sulemania, Basora,... estallan un conjunto de acciones de clase en los sectores más variados: los obreros municipales, los de la construcción, los operarios de la confección, los del plástico, los de los mosaicos, los del yeso, los del tejido, los de obras públicas, los del transporte, los de la electricidad, los del azufre, los de la energía nuclear... Las luchas se desencadenan contra los despidos, contra la supresión de los días feriados, contra los días de trabajo gratis para servir a la patria, contra las horas extras, contra la reducción de la cantidad de comida en las cantinas, contra las disminuciones salariales y el aumento del tiempo de trabajo, contra los retrasos en el pago de salarios, contra el reclutamiento forzoso para enviar los obreros al frente, contra el racionamiento... Por medio de manifestaciones, huelgas, incendios de fábricas y locales representativos de la burguesía, ocupaciones y apropiaciones, el proletariado establece una correlación de fuerzas tal que obliga en muchos casos a los patrones a dar marcha atrás, hacer concesiones o/y aumentar los salarios.
Desde que se declara la guerra esa situación se agudiza. La deserción es general y masiva y denota que se fue preparando desde muchos meses antes; desde los primeros días de la ofensiva terrestre, los cuarteles en torno a Bagdad y dentro de esa ciudad se encuentran totalmente vacíos. Por todas partes circulan soldados que escapan a sus mandos, utilizando todo tipo de triquiñuelas, como falsos salvo conductos o vistiéndose de civiles gracias a la ayuda de los proletarios de las ciudades que van recorriendo, quienes les dan también todo tipo de alimentos y los ayudan a esconderse.
En el frente la situación es dramática, tal como lo denunciamos desde el principio. A quien se pone en primera línea de combate es a los desertores apresados. Dichos soldados se encuentran totalmente aprisionados en sus trincheras: no pueden avanzar para convertirse en prisioneros del lado de la Coalición, porque el terreno que los separa de ellos está totalmente minado: ni tampoco retroceder, porque la terrible Guardia Republicana de Saddam Hussein les prende cartucho. La gran mayoría de las fuerzas del frente del suroeste esperó así, aprisionada en las trincheras, sin agua y sin qué comer, que los tanques y los bulldozers de los aliados los enterraran vivos. ¡Gloriosa victoria tecnológica!
En el frente del sureste, gracias a la existencia de ciudades próximas, como Bassora, a los soldados les resulta más fácil escaparse del frente y llegar a la ciudad. Desde fines de enero, muchas centenas de soldados desertan y se refugian en la ciudad de Bassora y en sus alrededores. Las fuerzas proletarias con presencia en los pantanos intensifican sus acciones y refuerzan sus contactos con otros desertores e insurrectos en ciudades como Amara, Bassora, Nassiria,...
Las sublevaciones y la rebelión se generalizan a todo el país. La capital Bagdad se encuentra en ebullición. Los barrios obreros Thaoura, Kazimia, Shuela, se levantan.
A fines de febrero y principios de marzo, el movimiento asume el carácter de una insurrección proletaria generalizada. Las columnas de tanque en retirada del frente atacan el 4 de marzo todos los símbolos del régimen en la ciudad de Bassora. Es la señal decisiva para la generalización de la insurrección. Durante los días 4, 5 y 6 de marzo, las ciudades de Nasivya, Aamara, Najaf, Karbala, Hila, Koot... son ocupadas por los incontrolados. En los días siguientes la insurrección continuará extendiéndose y ganará el Kurdistán (2).
La situación es tan explosiva que el Estado burgués internacional se unifica frente al proletariado: gobiernos y partidos de todo el mundo buscan el recambio burgués y no tienen reparos en apoyar a la oposición shiíta, los nacionalistas y otros sectores democráticos.
Los Estados de EE UU y Arabia Saudí multiplican sus contactos con el partido Dawa islámico, así como también con los nacionalistas kurdos. Cada fracción burguesa pretende ser instigadora y vanguardia de una parte de la sublevación, pero ninguna es capaz de controlar la parte que dice haber dirigido. Todos se contradicen. Por un lado quieren ser vanguardia y por el otro se lavan las manos ante las acciones más radicales emprendidas por los proletarios internacionalistas negando públicamente toda responsabilidad en tal o cual acción. Las fracciones shiítas llegarán a denunciar el movimiento como una sublevación subversiva organizada por anarquistas y profesionales del desorden. Gobiernos y partidos de otros países toman conciencia de que ninguno de sus pares controla adecuadamente el movimiento. Lo que lleva al predominio de la lógica de que hay que detener la guerra del Golfo. Entre una oposición débil e incapaz de controlar al proletariado y la fracción burguesa en el gobierno, eligen la segunda opción. Saddam Hussein puede aún ocuparse de la sublevación, en especial teniendo en cuenta que la Coalición nunca atacó en serio a las tropas más capacitadas del ejército, contrariamente a todo lo que se anunció por los medios internacionales de difusión. Así, gracias al fin de las hostilidades, lo mejor del ejército iraquí (la Guardia Republicana) puede al fin invertir todas sus fuerzas en la lucha, primero contra los proletarios del sur, luego contra los del norte.
Bajo los ojos complacientes de los ejércitos Aliados (3), las posiciones tomadas por la insurrección proletaria son recuperadas una a una; el ejército iraquí entra con tanques y carros blindados en las ciudades, sembrando muerte y terror.
Un vez cumplidos esos objetivos en el sur, se inician el mismo proceso en el norte, pero en perfecto acuerdo con las fuerzas burguesas nacionalistas de la UPK y el PDKI (Unión Patriótica Kurda y Partido Demócrata del Kurdistán Iraquí), con quienes se firman acuerdos y se establece un cese del fuego. Por dichos acuerdos, estas últimas se comprometen a tomar a cargo el control de las ciudades (Sulemania, Kirkuk, Arbil) para el reestablecimiento de la paz social.
Ahora, con un poco de distancia con respecto a los acontecimientos trataremos de sintetizar algunos elementos claves del proceso insurreccional en el Kurdistán iraquí y particularmente en Sulemania. No sin antes dejar claro que globalmente el proceso de descomposición del ejército, de la constitución masiva de organismos proletarios armados contra el Estado, comienza en el sur y abarca Bagdad y que solo unos días después adopta una importancia decisiva en el norte. Dadas las informaciones que disponemos, podríamos deducir que la fuerza de la insurrección se concentra luego en el norte (que es de donde realmente disponemos de información de primera mano), gracias al nivel de autonomía proletaria y consciencia de clase y contentarnos con reducir todo a dicha región. Pero dada la escasa circulación de información de una región a otra, preferimos tener la modestia de decir que tal vez haya procesos similares a los que a continuación se describen en otras zonas y que, simplemente, no han llegado a conocimiento de nuestras secciones en el Kurdistán iraquí.
Con respecto a lo que conocemos nosotros, podríamos decir que es en ese momento, en el Kurdistán iraquí y con centro en Sulemania, cuando la insurrección proletaria llega más lejos tanto en la organización autónoma de clase, como en las formas de centralización de las luchas.
Como en todas las grandes experiencias revolucionarias, la acción del proletariado se estructura en base a un complejo proceso de asociacionismo, en donde las estructuras minoritarias preexistentes se combinan con estructuras masivas que surgen y se desarrollan aceleradamente durante el proceso mismo insurreccional.
A esta últimas, en el proceso iraquí, se las denominaron shoras (4), que significa literalmente "consejo" o "soviet". La palabra es de origen iraní y hace referencia histórica a las luchas del proletariado en ese país durante los años 1978-79, luchas que son consideradas, con razón, como ejemplares por el proletariado en la región. Si bien los "shoras" en Irán desaparecieron definitivamente por su incapacidad para romper con la ideología democrática asambleísta que los dominaba, hecho que fue aprovechado por la fuerza de la represión de la burguesía islámica, el nombre "shora" sigue siendo asociado por el proletariado de la región (de la misma manera que a nivel internacional sucedió con el termino "soviets" durante los años veinte y treinta) a la violenta ola de lucha que sacudió Irán en ese período y en el cual el proletariado destruyó uno de los ejércitos más poderosos del mundo en ese momento. En ese contexto, se pude decir que fue "natural" que el proletariado en lucha en Irán adoptara esa denominación como referencia histórica clasista, como nombre/bandera de sus asociaciones y ello sin desmedro de la acción consciente de algunos militantes internacionalistas iranís y de la contribución aportada por el permanente intercambio de exilados y perseguidos entre uno y otro país.
En Irak, como en cualquier otra parte, ese tipo de reagrupamiento elemental del proletariado, forma necesaria en el proceso de centralización de la fuerza del proletariado, adolece de todas las contradicciones que contiene el proletariado mismo como clase, como fuerza antagónica al capital, pero ideológicamente dominado por la burguesía. Así los soviets en Rusia constituyeron tanto en 1905 como en 1917 estructuras de lucha del proletariado que contribuyeron a la insurrección, sin que ni en un caso ni en el otro rompieran profundamente con el terreno del socialismo democrático burgués y dependieran de las organizaciones políticas que los dirigieron, lo que les valió en ultima instancia el ser absolutamente recuperados para la reorganización capitalista y democrática del Estado, bajo el leninismo (fase stalinista) y el post-leninismo: cuando se hace la apología de los soviets se olvida siempre como por casualidad que el Congreso de los Soviets aprobará e instrumentará en todas las instancias la política stalinista. Lo mismo sucedió con los consejos obreros en Alemania entre 1918 y 1921, que si bien surgieron como una estructura de lucha fuera y contra los sindicatos, terminaron también dominados por la democracia burguesa en base a las distintas fuerzas socialdemócratas y constituyeron una estructura de la organización del Estado burgués contra el proletariado.
En Irak, también los shoras, surgidos en el fuego de la acción, contendrán enormes contradicciones y las fronteras de clase entre revolución y contrarrevolución se delimitarán en el seno mismo de esas estructuras. Por ello, contrariamente a las organizaciones políticas consejistas, sovietistas,... que harán la apología acrítica de las mismas, nosotros tratamos de comprender en dicho proceso las fuerzas y debilidades del proletariado, apoyando y actuando abiertamente por la afirmación del polo revolucionario.
Para que el lector se haga una idea más precisa de como se manifestaron esas contradicciones, presentamos a continuación una lista de consignas -evidentemente contradictorias- que predominaban en los shoras:
Los shoras fueron estructuras surgidas en el proceso de lucha y para la lucha. Sin embargo, ello no quiere decir que hayan surgido de forma espontánea, como todo el espontaneísmo o el consejismo pretende siempre. La necesidad histórica espontánea, como en el caso histórico de los soviets en Rusia o de los consejos en otros países, siempre se concretiza en hombres y mujeres de carne y hueso que, en forma consciente y voluntaria, organizan dichas estructuras. Como veremos luego, el surgimiento de los shoras fue vanguardizado por una minoría insurreccionalista organizada en una "liga" o comité para la preparación insurreccional.
Los shoras, como productos y agentes de la lucha, se estructuraron en base a barrios, fábricas u otros lugares de trabajo. Al mismo tiempo que son la expresión de un nivel de lucha y de centralización importante y hasta excepcional, en una situación internacional donde predomina el espontaneísmo, concentran un gran número de debilidades y confusiones en las que se basará el nacionalismo kurdo para neutralizarlos primero y luego controlarlos o/y liquidarlos.
En muchos casos, los shoras se dan tareas prácticas, no sólo de acción directa, enfrentamiento a las diferentes estructuras policiales, sino que también luchan contra un conjunto de comerciantes, afaristas, estafadores y otros nacionalistas negociantes que desde el principio utilizaron para su propio provecho mercantil un conjunto de apropiaciones efectuadas por el proletariado. En efecto, hay centenas de ejemplos de esos "oportunistas" del negocio que contra las necesidades del movimiento se las ingeniarán para vender en Irán desde camiones del ejército a camas de hospital o equipos eléctricos y electrónicos, en el preciso momento en que, en el campo de batalla, el proletariado necesitaba desesperadamente ese tipo de materiales.
Algunos shoras asumirán también, durante su efímera existencia, la centralización y la organización efectiva de diferentes niveles de enfrentamiento al Estado; así por ejemplo, en muchos casos, los propios shoras asumen militarmente la protección de los desertores que están en la mira de baasistas y nacionalistas.
El momento álgido de los shoras, cuando efectivamente el proletariado se reconocía en ellos, fue el período insurreccional: tanto en marzo como en julio de 1991. Luego serán recuperados, destruidos, o desaparecerán por la ausencia de perspectivas y participantes y -como tantas veces en esas circunstancias- sólo algunos puñados de militantes internacionalistas intentarán hacer un balance crítico de esa experiencia y continuarán luchando contra el desarme del proletariado organizado por la burguesía mundial.
Marcados por los límites actuales del movimiento obrero internacional (falta de ruptura con la democracia, "antisubstitucionismo", obrerismo,...), los consejos obreros en Irak se encuentran sometidos a las influencias políticas más opuestas que se puedan concebir. Entre ellas, la contraposición extrema era la que oponían los nacionalistas kurdos a los grupos comunistas y a militantes internacionalistas. Así, encontramos shoras que se hallan sometidos a la dirección contrarrevolucionaria del Frente Kurdo o/y el Partido "Comunista" iraquí. Del otro lado, organizaciones internacionalistas expresarán los intereses del proletariado, de ruptura total con todos los recambios burgueses. Perspectiva Comunista (5), a pesar de la falta de ruptura evidente con elementos de la ideología "marxista leninista", asumirá niveles importantes de centralización de las luchas proletarias, anti-nacionalistas. De la misma forma, otros grupos más pequeños como CAG (Grupo de Acción Comunista), SWE (Pasión del Trabajador Socialista) o RWU (Unión Obrera Revolucionaria) intentarán, con muchos límites, afirmar los intereses de los proletarios en lucha. Se comprenderá entonces la validez del paralelismo que nosotros hacemos con otras estructuraciones del proletariado en consejos y la lucha interna entre minorías revolucionarias y contrarrevolucionarias. En Irak, la historia de los shoras es la historia del enfrentamiento de esas mismas tendencias, concretamente entre internacionalistas y nacionalistas.
Para terminar este rápido análisis sobre los shoras reproducimos a continuación un análisis crítico de los mismos efectuado por Perspectiva Comunista en el Nº 6 de "El Proletario", órgano de dicha organización:
"Las contradicciones entre la burguesía y la clase obrera, el desarrollo de las perspectivas proletarias y el cambio social, se encontraron en el centro de los sublevamientos de Marzo, desde entonces la lucha de los explotados en Irak contra el modo de vida capitalista apareció como una actividad constante de agitación contra el Estado. El reforzamiento, creciente, de la auto-organización y la creación de los Shoras obreros significaron un importante salto cualitativo en el desarrollo revolucionario de la actividad política proletaria.
Los obreros se implicaron profundamente en la organización de los Shoras en las ciudades liberadas. En Arbil, los obreros de la fábrica de cigarrillos, de tejidos y de los criaderos de pollos crearon Shoras y consecuentemente establecieron un centro para los Shoras. El objetivo fue el de crear un cuartel general a través del cual la actividad de los diferentes Shoras pudiera coordinarse. Este también fue el contenido de la creación de los Shoras en la fábrica de cigarrillos de Sulemania, en las de electricidad y vestimenta, en los trabajadores de la Intendencia, así como en las fábricas "Tahrir" y "Hamuraby" y en el campo "Nassir". Los trabajadores de los criadores de pollos y los desocupados de Sulemania crearon un Shora común con los obreros del petróleo de Kirkuk.
El sujeto principal de la discusión que se dio durante la primera asamblea obrera fue la necesidad de la organización y su importancia en la lucha de clases. Se dieron discursos a propósito de los Shoras y de su formación. Los obreros, en los mitines posteriores, eligieron sus representantes por voto directo y libre. Se hicieronn sugestiones económicas y políticas y se lograron algunos puntos de acuerdo con respecto a los principios y objetivos de base. Los trabajadores municipales de Sulemania leyeron un informe, que fue publicado más tarde, en el que se trataba de los vínculos entre los trabajadores y los partidos políticos.
Este mitin demostró a los obreros la fuerza que podían encontrar uniéndose y comenzaron a sentir que Big Brother Saddam no era capaz de vigilarlos. Desde todas partes de la sala los obreros tomaban la palabra y describían la pobreza y la miseria de la vida impuesta por el capitalismo, la represión y la intimidación que los patrones y los capitalistas les hacen sufrir, dando ejemplos de comportamientos bárbaros e inhumanos así como de la vida insoportable de los proletarios. Siguiendo las precedentes experiencias históricas mundiales, la campana de la libertad, de la igualdad y del gobierno obrero sonó en todo el Irak... La creación de los Shoras no fue únicamente la expresión del poder obrero contra la burguesía en base a su resuelta autodeterminación; sino que los Shoras constituyeron al mismo tiempo el instrumento útil y necesario a través del cual afirmaban la unidad de las reivindicaciones políticas y sociales y gracias al que se estableció una organización política muy extendida. La liberación de una ciudad daba la pauta de la amplitud contenida en las batallas libradas por los obreros en lucha por la libertad e igualdad reales...
Desde las entrañas de la sociedad, los obreros, emergieron en tanto que fuerza socio-política apta para desempeñar un papel social y político decisivo. Los Shoras, como organizaciones militantes amplias y como bases del poder obrero, se hicieron realidad, creando un precedente en la historia de la clase obrera de Irak. Sin embargo, dichas organizaciones son el resultado de las experiencias de más de diez años de cambio social en Irak, así como de la historia de los Shoras obreros a través del mundo.
Cuanto más se debilitaba el régimen despótico Baasista más los obreros podían respirar facilmente, impulsando actividades de clase en una escala cada vez mayor.
El movimiento de los Shoras se expandió como el evangelio entre los obreros... El movimiento se desarrolló a pesar de las debilidades de nuestra organización, sin embargo la falta de organización, el aislamiento y la separación de los militantes socialistas radicales de vanguardia, y una falta de visión comunista y de perspectiva socialista, permitieron a los reformistas tomar ventaja; lo que dio como resultado la brutalidad de la contraofensiva del Estado, la nueva invasión de las ciudades y la corta duración del sublevamiento. Los obreros no contaron con el tiempo suficiente para superar las debilidades de los Shoras.
Los "explotados" se autorganizaron en los Shoras, tanto en la mayoría de los campos, como en los pueblos, y ciudades, en las diferentes zonas liberadas del Kurdistan, Pero las debilidades de los Shoras obreros ejercieron una mala influencia en la creación y el funcionamiento de tales Shoras de "gente pobre".
Por su parte, la oposición burguesa, temerosa ante las reivindicaciones económicas y sociales de la clase y el programa política de los Shoras que daba a los obreros la capacidad de tomar el poder, buscó desesperadamente poner en práctica su política, pero sin dudar en utilizar las instituciones y los órganos represivos del régimen precedente. El movimiento reaccionario shiita formó, en el sur de Irak y con el objetivo de desacreditar y manipular a los Shoras obreros radicales, su propio "Shora Islámico". En el Kurdistán, los nacionalistas no dudaron en utilizar toda la fuerza necesaria para contrarrestar las asociaciones obreras. Dispararon sobre los huelguistas, amenazaron a sus dirigentes, protegieron y armaron a los patrones y difundieron a través de los órganos de información que las reivindicaciones obreras eran hechas por anarquistas y profesionales del desorden. Este antagonismo entre las fuerzas nacionalistas y los Shoras obreros determinó el clima político en el Kurdistan.
Las perspectivas sociales y políticas de hoy en día, luego de la reconquista de las ciudades por parte del régimen bárbaro Baasista, son, más que nunca, las mismas de antes: hambruna, miseria, pobreza, desocupación para los obreros. Sin embargo, la insatisfacción, explosiva que existía ya antes del sublevamiento, continuará impulsando la batalla contra este mundo y trayendo la memoria de la rebelión.
La contra-ofensiva militar del régimen, la alianza entre los nacionalistas kurdos y el gobierno central no podrá borrarse de la memoria y de la actividad de los obreros".
"Proletariado" Nº6 Organo de "Perspectiva Comunista"
Frente a tales informaciones, en Sulemania los jefes de los clanes se reúnen y hacen un llamado general a la calma, diciendo que toda acción insurreccional implicará la venida de la Guardia Republicana y la masacre. El 5 de marzo, los jefes de los clanes se reúnen con los jefes del partido Baas, se planifica la contrainsurrección y se le da carta blanca para reprimir a toda persona implicada en el levantamiento.
Pero nada impide que en los diferentes barrios los proletarios se preparen, se armen. Más aún, ya antes de la lucha abierta, un conjunto de militantes agrupados en la "Liga del levantamiento insurreccional", llama a la creación de shoras en los barrios y las fábricas. Se llega así a la constitución de un verdadero comité insurreccional, gracias al cual se unifica el lanzamiento de la insurrección para un momento dado. El mismo está compuesto por un conjunto de organizaciones políticas existentes, así como de militantes independientes. Dicho comité planifica el estallido simultáneo de la insurrección en 53 puntos neurálgicos (esquinas claves, rotondas, puntos cabeza de barrio, etc.), que luego serán la base de la constitución de los shoras. Cabe señalar que en dicho comité, así como en los diferentes centros barriales de la insurrección, los nacionalistas no participan como tales.
En ese momento, sólo una minoría de proletarios se encontraban armados y organizados, y por ello el Comité lanza un conjunto de llamados y directivas para recuperar las armas ahí donde se encontraran. Al mismo tiempo, un conjunto de organizaciones revolucionarias asumía el indispensable papel de armarse y armar al proletariado. Perspectiva Comunista, por ejemplo, se encargó de repartir algunas granadas, armas y municiones en los puntos neurálgicos, al mismo tiempo que contribuyó a armar a algunos miembros del Comité. Otros grupos, como CAG, que participaron en dicho comité así como en las diferentes estructuras barriales y en los shoras, se dieron como tarea el expropiar las casas de los jefes de los clanes o de los centros armados de los mismos, para recuperar armas y armar al proletariado. Sin la acción previa conspirativa y esa acción de vanguardia organizada no hubiese sido posible ganar la gran batalla de la insurrección de marzo del 91 en Sulemania.
Al respecto cuenta un compañero:
"El proletariado buscaba armas desesperadamente, pero sólo las fuerzas comunistas, marxistas, armaron al proletariado y decidieron la insurrección. Los nacionalistas no participaban. Nosotros nos organizamos en grupos para atacar las casas de los jefes de los clanes. En general cada destacamento sólo poseía un bazooka y armas livianas. Se iniciaba el ataque a bazookazos y se buscaba alcanzar lo antes posible los depósitos de armas. Hace ya mucho tiempo que habíamos hecho un relevamiento de los mismos y por eso sabíamos donde se encontraban las armas. Otro aspecto importante de la preparación efectuada por los grupos revolucionarios fue la puesta a disposición de la insurrección de un conjunto de 'hospitales' de campaña para curar a los heridos."Pero a pesar de ello, la organización y el armamento resultaba en primera instancia insuficiente, lo que en algunos casos se pagó con heridos y muertos del lado proletario y con derrotas parciales.
Otro compañero da su versión:
"Yo me enteré de la preparación de la acción insurreccional sólo dos días antes, cuando un compañero revolucionario me dio varias consignas precisas: que el 7 a las 8 de la mañana debía ir a tal esquina armado con lo que pudiera. Cuando llegué a la concentración éramos sólo 7. En ese momento pensé que no podíamos ganar, luego supe que la mayoría del Comité largó la insurrección, también pensando que no se podía triunfar, pero que de todas formas sería un paso importante en la lucha y la autonomía del proletariado. Al rato aparecieron dos compañeras de Rawti, ("Perspectiva") animando, llamando a concentrarse para la insurrección y repartiendo granadas. Todos juntos recorrimos las calles cercanas a esa esquina llamando a la lucha, logrando reunir en un rato unas 50 a 60 personas. En ese momento aparecen dos Peshmergas (7) bien armados. Los insurrectos les llaman y les gritan para que se plieguen al movimiento, pero no lo hacen. A pesar de ser un pequeño grupo y en total inferioridad con respecto al armamento atacamos el cuartel del barrio. Pero estaba demasiado bien protegido. Fuimos rechazados y luego perseguidos. Nuestro compañero, Bakiry Kassab, militante de Perspectiva Comunista, murió en ese ataque. Nos dispersamos de forma desordenada, corríamos como podíamos. El enemigo mejor armado nos perseguía y nos fue rodeando hasta que llegamos al gran Bulevard. Cuando llegamos ahí, la sorpresa fue enorme al constatar que la insurrección ahí venía ganando terreno y quienes reculaban eran los baasistas."Estos hechos, como muchos otros contados por diferentes compañeros o estructuras de lucha, nos permiten afirmar que, a pesar de la existencia de ese Comité insurreccional, primero dinamizador de la estructura de los shoras, luego transformado en centralización de los shoras, la centralización real es muy relativa, hay muchísimos aspectos caóticos y muchos combatientes proletarios salen a la calle con lo que pueden, sin tener ninguna otra estructura de centralización que el dato de ir a tal esquina dado por algún amigo o la que encuentran "espontáneamente" en la calle. En muchos casos, los destacamentos de proletarios armados se constituyen muy rápidamente para hacer tal acción y luego se dispersan; en otros, los compañeros que se encuentran del mismo lado de la trinchera sin conocerse antes tejen lazos profundos y luego de la insurrección se estructuran en una organización política. Pero precisamente por la existencia de tantos grupos de acción heterogéneos, que participan y viven en acciones tan diferentes, resulta tan difícil hacerse una idea global del movimiento: no hay dos protagonistas que hayan vivido lo mismo y mucho menos que hayan percibido políticamente lo mismo.
Así por ejemplo, algunas versiones insisten mucho en la autonomía operacional de los pequeños grupos como elemento decisivo de la insurrección, centralizados por diferentes estructuras partidarias (Perspectiva Comunista, CA..); otros insisten en la fuerza de una concentración de unos 30.000 proletarios (entre los cuales sólo algunos poseían armas) que responden al llamado de un shora y se concentran en su "cuartel general", la escuela Awat. Según éstos, dicha asamblea será decisiva en la dinamización de todo el proceso, porque de ahí se saldrá en fuerza y se ganarán batallas importantes. Para dar una idea de la conciencia que animaba a esos proletarios (tanto en fuerza como en debilidades), presentamos a continuación las ideas y consignas que predominaron en la misma:
Las fuerzas de seguridad sabían que la rendición equivalía a la muerte. Por eso se jugaban el todo por el todo y, estando armadas hasta los dientes, no era tarea fácil. Hasta último momento estuvieron en comunicación permanente con Bagdad que prometía la eminente llegada de nuevos refuerzos. Aprovechando la terrible ausencia de armas del proletariado insurrecto, desde el edificio rojo los milicos tiraban por la ventanas algunas armas, ante lo cual decenas y centenas de proletarios se precipitaban desesperadamente para tomarlas, exponiéndose así a ser blanco fácil de los milicos bien armados y bien apostados. Por esa razón hubo tantas víctimas del lado de la insurrección (8).
Pero la rabia y determinación del proletariado es tan grande que al final revienta toda resistencia y se hace dueño de la situación en toda la ciudad. El edificio rojo y todos los barracones y casas del perímetro central militar son tomados palmo a palmo. El edificio rojo queda lleno de boquetes como testimonio de la guerra de clases. Los milicos sobrevivientes serán sacados uno a uno y juzgados. Se fusilará a unos 600 según las cifras que manejan los compañeros en la actualidad, aunque otros hablan de 2.000 milicos liquidados, tal vez haciendo referencia al conjunto de enfrentamientos y ejecuciones de milicos de esos días en toda la ciudad.
Pero también en estas acciones ejemplares se juega la lucha por la autonomía del movimiento, pues a pesar de que durante esos días los nacionalistas no participan en forma organizada en el proceso, existen grandes dificultades en prescindir de los mismos y mucho más en enfrentarlos abiertamente como sostienen los núcleos revolucionarios internacionalistas en la región. Así, como expresión de esta contradicción, algunos de los combatientes proletarios de esas jornadas van a consultar a los jefes de la Unión Patriótica Kurda en las montañas para saber qué hacer con los milicos y torturadores que se rinden. Noshirwan, el jefe militar del UPK, llama a no ejecutarlos diciendo que "más tarde podrán ser utilizados"(!?!). Estos hechos que se reproducirán luego, expresan la ambivalencia de algunos shoras. El pedirle a sus peores enemigos que tomen la dirección de las operaciones o/y que decidan se explica por la falta de confianza del proletariado en sí mismo, muchos sectores del proletariado no son concientes de su propia fuerza y parece más serio y más fuerte el recurrir a la oposición oficial. Otros miembros de los shoras adoptan la posición antitética y quieren reventarlos y arrastrarlos por las calles para que todos sepan el "tipo de torturas que estos sanguinarios son capaces de infligirle a los proletarios".
Al fin, y salvo algunos torturadores conocidos por su crueldad que serán despedazados por los insurrectos, se impone la liquidación pura y simple no sin que haya muchos problemas y discusiones sobre quien merece la muerte. En efecto, como en muchas otras ciudades del Kurdistán, las fuerzas represivas baasistas viven concentradas en los cuarteles: se tortura, se mata,... a pocos metros, de donde las familias de los torturadores duermen, comen, se lavan. Son demasiado odiadas para vivir en otra parte. Además, la mayoría de la familia de los torturadores (especialmente sus mujeres) participan en la tortura. Los edificios (edificio central, lugares de interrogatorio, habitaciones de las familias, centros de tortura) están dispuestos de tal manera que es difícil imaginarse que alguien puede vivir ahí sin participar de una forma o de otra en la tortura y en el asesinato de los presos. Cuando el proletariado tomó posesión de todos esos locales, en algunos casos ni hubo tiempo para discutir o juzgar, el odio de clase era tal que hubo grupos que ejecutaron a todo el que estaba adentro, no entendiendo otro criterio que el de la barricada física. Pero en la mayoría de los casos se impusieron criterios más clasistas. Así, del edificio central de Sulemania se autorizó la salida con vida de los niños y de algunas mujeres que no fueron reconocidas por la participación en las torturas y ejecución de presos; antes de la ejecución masiva de los milicos torturadores y sus familiares cómplices.
En ese mismo día y los siguientes se producen alzamientos similares en otras ciudades, en donde también la insurrección triunfa. En Arbil se crean 42 shoras y en sólo tres horas de combates los proletarios armados se hacen dueños de la situación. Otras ciudades seguirán los días siguientes: Kadar, Koya, Shantlana, Akra, Duwok, Zakho... Los cuarteles cercanos a las ciudades, como las enormes instalaciones militares cercanas a Sulemania como centro estratégico de toda la región, serán rodeados por los desertores y otros proletarios en armas. Las fuerzas centrales lograrán salvar a muchos oficiales del ejército rescatándolos en helicópteros. El resto, la masa de soldados, se rendirá sin combatir y la mayoría pasará del lado de la insurrección.
Los nacionalistas comenzarán a participar activamente en la acción directa, con presencia efectiva en la calle, sólo dos o tres días después del triunfo de la insurrección. Lo primero que harán será apropiarse del dinero de los bancos, de los vehículos, ocupar los edificios (9) y otras propiedades abandonadas por los gubernamentales y que los proletarios habían tomado y abandonado. En el abandono de las propiedades, las armas pesadas, los vehículos..., se ponía en evidencia que el proletariado había sido capaz de luchar contra, pero que era aun incapaz de luchar por sí mismo, de asumir la dirección de la revolución que había iniciado; o dicho de otra forma, el proletariado mostraba que concebía la negación del mundo presente todavía de una forma puramente negativa, como un simple rechazo, como una simple negación; sin afirmar todo lo que la negación revolucionaria de este mundo contiene negación positiva. Había tenido la fuerza para expropiar pero no para apropiarse de lo expropiado y para transformarlo revolucionariamente en función de sus objetivos revolucionarios y universales. Como en Rusia en el 17, el politicismo constituía una ideología dominante incluso en el seno de los proletarios más decididos. Se sabía que había qué hacer contra los baasistas pero no como enfrentar socialmente al capital. Este límite general está muy ligado a una confusión bastante grande y masiva por la cual se confunde sistemáticamente al Estado con los baasistas, la lucha contra el capitalismo con la lucha contra el gobierno, etc. Esta confusión generalizada, que las fracciones comunistas e internacionalistas no tuvieron la fuerza de liquidar, había sido mantenida y desarrollada cuidadosamente por los nacionalistas. Ahora les sería de gran utilidad.
Una vez ocupados los centros neurálgicos de la ciudad, controladas las armas pesadas, los vehículos..., por parte de los nacionalistas, el resto sólo sería cuestión de tiempo. En poquísimos días (entre el 7 y el 20 de marzo), los nacionalistas pasarán de ser una fuerza poco presente y que "sigue" a la masa, a adueñarse totalmente de la situación. Los grupos revolucionarios y los proletarios más activos no fueron capaces de dar y asumir directivas militares claras en ese momento. Con los cuarteles, los tanques y los vehículos no sabían qué hacer; sólo se pertrecheron de municiones y armas livianas y en el mejor de los casos incendiaban los vehículos para impedir que los nacionalistas se apropiaran de ellos. No sólo no se dieron los medios para controlar la producción y la distribución de lo necesario para la vida, sino que ni siquiera se abasteció lo indispensable en alimentos, medicamentos, medios de propaganda, etcétera.
Cuando los nacionalistas llegan a la ciudad llaman a la disolución de los shoras pero no obtienen resultado; luego, desde una posición de fuerza, por haber tomado los centros neurálgicos de la ciudad, utilizarán un método mejor de desgaste y negociación. Si como vimos ya antes había shoras dominados o fuertemente influenciados por las posiciones demócratas y nacionalistas, la Central, a pesar de la participación de delegados de los partidos y organizaciones burguesas, se definía claramente "por el comunismo", por la "abolición del trabajo asalariado" e incluso hablaba claramente contra los nacionalistas.
Poco a poco y en la medida que estructuran su poder efectivo sobre la ciudad, con el apoyo y el beneplácito de las fuerzas de intervención de la burguesía mundial, los nacionalistas no habiendo logrado destruir los shoras, intentarán coparlos militantemente y darles su propia dirección burguesa. Es entonces que aparecen por primera vez un conjunto de shoras nacionalistas, socialdemócratas, populistas, partidarios del gran frente contra Saddam Hussein.
Al mismo tiempo, los nacionalistas, ante la fuerza que expresa la Central de los shoras, propondrán una negociación en forma con ella, que por su parte, se encontrará ante la tragedia del funcionamiento asambleario-democrático y la incapacidad de adoptar una dirección única revolucionaria. Se opondrán dos posiciones: 1) quienes consideran a los nacionalistas como enemigos se opondrán a toda negociación, 2) la aceptación de la negociación, donde se concentran desde todo un conjunto de confusiones e inconsecuencias de diferentes tipos con respecto a la cuestión del nacionalismo hasta la ideología de un gran frente antibaasista (véase la posición del autor de la "Carta desde el Kurdistan", Anexo 1).
Claro que el problema no es negociar o no, sino que la afirmación de la negociación con los nacionalistas en contraposición con los baassistas tiene en tales circunstancias como presupuesto implícito e inocultable la ideología del mal menor y en última instancia del frentismo. En los hechos, "el realismo" triunfará, se llevará al grueso del movimiento a renunciar a sus propios intereses. A partir de la negociación se van imponiendo dos elementos decisivos para liquidar la autonomía y los intereses del proletariado: la de considerar que el principal enemigo es Saddam y el principal objetivo la toma de Kirkuk y la necesidad del orden contra el caos.
Como el proletariado no había sabido imponer su orden, la propia resistencia proletaria, hasta las expropiaciones para sobrevivir comenzaron a ser consideradas como el caos y los nacionalistas como la única garantía del orden. De inmediato, los peshmergan comenzarán a hacer respetar el orden capitalista y la propiedad burguesa: se comienza a arrestar a proletarios aislados que "roban" una bolsa de arroz para comer y de forma muy paulatina se inicia el desarme de los proletarios aislados (por el momento no tienen la fuerza ni se animan a tocar a los grupos internacionalistas).
No podemos continuar sin hacer un paréntesis importante sobre la guerra por la toma de Kirkuk, pues en base a la misma los nacionalistas penetran con fuerza en la central de los shora; no sólo se plegarán a la misma, sino que se pondrán formalmente a la cabeza, utilizando, claro está, como carne de cañón a los proletarios que se ponen a sus órdenes. Si para los proletarios la extensión de la revuelta y la solidaridad con los shoras recientemente formados en Kirkuk era un objetivo lógico, los nacionalistas en base al mismo perseguían otro objetivo totalmente diferente: supeditar al proletariado a una guerra estructurada de ataque de las posiciones baasistas de una ciudad en la cual ellos aparecían como la estructura militar más preparada y tomar un punto estratégico en la guerra imperialista, centro petrolero de primera importancia, que aumentaba su poder de negociación internacional y nacional. Para nosotros constituye un momento clave en la transformación de la guerra de clase en guerra imperialista. Los nacionalistas por su parte, apenas tomada la ciudad, negocian abiertamente con los baasistas, con el beneplácito de las fuerzas de la coalición presente, y aparecen por primera vez como fuerza creíble, no sólo por el control territorial de un centro capitalista tan importante como ese sino por aparecer ahora por primera vez como una fuerza capaz de disputarle al proletariado el control de la situación en las ciudades insurrectas y por lo tanto como fracción válida del orden burgués internacional para controlar al proletariado, que es en el momento una preocupación central de la Coalición en el fin de la Guerra.
No podemos tampoco dejar de hacer un paralelismo histórico evidente entre esa situación en Irak en 1991 y lo que sucedió en España en 1936, luego del triunfo del 19 de julio. En ambas circunstancias, el proletariado había triunfado insurreccionalmente en una parte del territorio de un país teniendo como cabeza una ciudad (Barcelona-Sulemania), quedando el resto del país en manos de la fracción "fascista" (Franco o Saddam). En ambos casos, el proletariado se había armado y había enfrentado ese enemigo "fascista" actuando afuera y en contra de la acción y las organizaciones populistas y demócratas (republicanos, "comunistas", socialdemócratas... y en general todo el espectro parlamentario de la burguesía), pero no fue capaz de imponer su propia dictadura de clase. En ambos casos, el proletariado había triunfado militarmente creando sus propias organizaciones unitarias de clase (Comités de obreros, campesinos, milicianos y marinos - shoras) e impulsado por la acción conspirativa y de vanguardia militar de grupos revolucionarios constituidos de larga data (Solidarios, Nosotros...- Perspectiva Comunista, CAG,...). Y también en ambos casos el proletariado incapaz de asumir socialmente su dictadura, se encontró paralizado en el momento de su triunfo por la ausencia de dirección revolucionaria en el sentido más práctico y programático de la palabra: no sabía cual era la dirección a asumir. Sabía estar contra la contrarrevolución en sus formas más abiertas y aplastarla, pero era incapaz de estar -a pesar de los discursos y las banderas- prácticamente por la revolución social. En ambos el enemigo "fascista" seguía la guerra y el enemigo republicano, aprovechando la falta de inciativa social del proletariado, le acariciaba el lomo (¡cómo quien acaricia al chancho para que se afloje antes de clavarle el cuchillo!) y lo invitaba a negociar para hacer la guerra juntos contra el "enemigo principal". Hubo enormes resistencias proletarias para someterse a la guerra popular reconociendo a los republicanos y demócratas como aliados (es decir a la guerra imperialista). Pero en ambos casos hubo otro elemento que permitió no sólo que parte importante de las mejores fuerzas proletarias intentasen una guerra contra los "fascistas" que adoptó inmediatamente el aspecto de guerra de frentes (que en sí es tan impropia al desarrollo de la revolución social, como propicia para el desarrollo de la guerra imperialista), sino que los republicanos pudiesen presentarse como carta indispensable para ganar esa batalla al mismo tiempo que fortificaban sus posiciones en el resto del territorio contra la autonomía del proletariado: se trata de una ciudad (por otra parte altamente simbólica, por razones históricas) donde el proletariado revolucionario libra una batalla desesperada contra un enemigo superior en armamento. En la España del 36, esa ciudad fue Zaragoza y fue en la base a la interminable batalla por la reconquista de esa ciudad que se sacrificó la lucha en la retaguardia contra la burguesía republicana y que se desgastaron parte de las mejores fuerzas -en el sentido de la autonomía clasista- del proletariado; en Irak del 91, esa ciudad fue Kirkuk y para ganar la batalla no sólo los shoras proletarios pusieron lo mejor de sus fuerzas, sino que a través de la misma los nacionalistas dan un paso importante (tanto en el frente como en la retaguardia) en la consolidación del frentismo anti-Sadam.
Pero continuemos con el complejo proceso de esos días. En forma simultánea a ese rapidísimo sometimiento a los intereses del nacionalismo kurdo, algunos shoras reaccionan. El shora de barrenderos, el shora de las fábricas de cemento, el shora de la industria del vestido, el shora de los obreros del tabaco, el shora de los obreros del azúcar, conjuntamente con el shora de Perspectiva Comunista pelean por darle una dirección proletaria y antinacionalista a los shoras. Dichas estructuras discuten sobre como apoderarse de las fábricas y utilizarlas para la lucha, pero en la situación general que se vive no tienen la fuerza de ir muy lejos. Aprovechando la extensión del movimiento a otras ciudades y los vínculos con otros militantes hay algunas tentativas de unificación con los militantes activos de otras ciudades. Así por ejemplo, el 12 de marzo se organiza en Arbil una reunión con participantes de diferentes lugares y en el mismo el shora de Awat propone la organización de un comité de shoras de diferentes ciudades.
El 16 de marzo, aniversario de la masacre de Hallabya. se hace un acto de conmemoración en el que participan unas 10.000 personas. En el mismo se encuentran los shoras de todo tipo, desde los controlados por los núcleos revolucionarios hasta los del Frente Kurdo y los partidos religiosos. Los grupos revolucionarios toman la palabra y haciendo referencia a la lucha de clases a través del mundo (se habla de la lucha del proletariado en Brasil, Turquía...) ponen en evidencia los objetivos e intereses comunes del proletariado mundial y su contraposición con el nacionalismo; dicen que la lucha que existe en el Kurdistán es exactamente la misma que en todo el mundo y muestran el antagonismo general de la burguesía de todas las nacionalidades y el proletariado mundial.
El shora de Perspectiva Comunista y el conjunto de grupos proletarios internacionalistas que aparecen como la fuerza de contraposición al nacionalismo, se transforman a partir de entonces en el blanco de todas las campañas, mentiras y denigraciones que se puedan imaginar. Al día siguiente se corre la voz de que los miembros de aquel shora son en realidad ex-baasistas, hooligans, saqueadores y opuestos al Islam. Por todos los medios se calumnia a las minorías revolucionarias, a los militantes comunistas y se las trata de despegar del resto de la clase; usando todo tipo de metodología se trata de romper la relación orgánica entre el proletariado y su vanguardia, para aislarla y poder desarmarla (¡y el enemigo sabe que en este momento el desarmar a la vanguardia es desarmar al proletariado!) y reprimirla.
El Frente Kurdo anuncia ese día el establecimiento de una "fuerza de paz kurda" y la organización próxima de elecciones parlamentarias para el reestablecimiento de la paz social. Al mismo tiempo organizan una concentración con la participación de Talabani donde es notoria la falta de concurrencia.
Los shoras opuestos a los nacionalistas y algunos grupos de militantes revolucionarios organizan el 18 de marzo una manifestación para denunciar la política reaccionaria de los nacionalistas al mismo tiempo que exponen la contraposición entre los intereses internacionalistas del proletariado y la nación kurda.
Al fin, el 20 de marzo Kirkuk cae en manos del proletariado insurrecto organizado en 6 shoras.
Los nacionalistas son concientes de que su capacidad de control del proletariado depende del terror que estos tengan de los baasistas. El antifacismo (10) se consolida con el cuco del fascismo. El Frente Kurdo lanza una verdadera campaña de terror, según la cual el ejército de Saddam, acompañado de unidades armadas de los "Mujaidines del Pueblo" de Irán (11) se encuentra en Chamchamal (no lejos de Sulemania) y que va a bombardear con armas químicas y napalm.
Para darle el broche de oro a la amenaza del cuco, la organización de Talabani da la orden a todos los familiares de los nacionalistas de que es imperioso escapar lo antes posible de la ciudad. Para la masa proletaria no encuadrada esa fuga general constituyó un síntoma de la violenta subida del termómetro: cada vez que los familiares de los nacionalistas se iban hubo una masacre: el día antes del bombardeo químico contra Hallabya los nacionalistas habían evacuado a sus familias de esa ciudad.
Esta campaña de terror, sumada al hambre y a la inseguridad general, jugará el mismo papel que miles de bombas contra el movimiento. El mismo día, algunos shoras organizan actos y manifestaciones para impedir la desbandada generalizada y en desorden. Por medio de altavoces llaman a quedarse y combatir: "Queremos quedarnos y combatir. Los que se van son traidores y enterradores de la ciudad".
A pesar de ello la desbandada se produce. Al día siguiente, efectivamente, las fuerzas baasistas con gran potencia militar toman la región. Algunos shoras y grupos de compañeros revolucionarios preveen resistir y se preparan para ello. Pero ante el enorme despliegue de aviones, tanques y miles de soldados, deciden también replegarse hacia las montañas. La toma de Sulemania se produce así con cierta facilidad por parte de las tropas de Saddam y no habrá en esa ciudad muchas ejecuciones; en cambio, en otra ciudades como Chamchamal y Kirkuk la reimposición del orden fue acompañada de ejecuciones y venganzas de todo tipo.
Lo que siguió es más conocido, porque si hasta ahí los medios de difusión sabotearon toda la información, a partir de entonces se hizo todo el sensacionalismo posible; es decir, se pasó de ocultar lo que el proletariado revolucionario había logrado a presentar una masa aclasista de población kurda peleando entre sí por un puñado de arroz! Nada más coherente, pues eso es lo que pide esa gran puta que se denomina "opinión pública" en nombre del humanismo, lástima, piedad, caridad. Cuanto más indefensa, cuanto menos ligada a la lucha se presente esa población, tanto mejor, más se satisface el morbo del telespectador y se acicatea la conciencia del donante para las obras de caridad.
Los nacionalistas ganaban más puntos internacionales aún debido a su capacidad de ser los únicos capaces de "gestionar" la ayuda internacional frente al bárbaro y fascista de Saddam. ¡Qué complementariedad interburguesa en el trabajo contrarrevolucionario!
Con la ayuda de las organizaciones humanitarias, los nacionalistas intentan asumir dicha tarea; pero saben que se trata de una cuestión sumamente delicada y peligrosa para su propia existencia. Quemados y denunciados por muchos proletarios y grupos de internacionalistas, corren el riesgo de descredibilizarse totalmente si asumen dicha tarea demasiado abiertamente.
Además, también en Irán, la lucha de clases continuó intensificándose (12). Las condiciones de vida miserables empujaron a muchas franjas de proletarios de ese país a solidarizarse con el proletariado derrotista revolucionario de Irak (13). En dicha región, las campañas del Estado iraní contra el "gran satán" tienen muy poco resultado. La solidaridad entre los refugiados e insurrectos a lo largo de toda la frontera que separa ambos países es predominante, llegando incluso, en algunas ocasiones, a la acción común con los grupos proletarios insurrectos de origen iraquí y a asegurar una red de ayuda mutua material, de sanidad, etc. Contra esa solidaridad real de clase, el gobierno iraní, conciente de la dimensión que está adoptando dicha realidad, lanza una amplia campaña de "ayuda al pobre pueblo iraquí" con el objetivo evidente de desviarla, de liquidarla.
Los campos organizados por la ONU para concentrar a la gente, cumplen también un papel importante en el desarme militar y psicológico del proletariado. Al entrar ahí, los proletarios se ven obligados a ponerse a merced del capital: el precio que hay que pagar para poder comer, tener un techo y recibir atención médica... es que entreguen sus armas. Con ello se le propina un fuerte golpe a la autonomía política de clase que los proletarios habían conquistado en épicas batallas. Desposeídos de su lucha, sometidos nuevamente al monopolio estatal del terrorismo burgués (14) dejan de ser capaces de decidir su propio destino.
Reducidos al estado de mendigos, atomizados y opuestos los unos a los otros, quienes lucharon unidos un día se encuentran así reducidos a pelearse por una bolsa de harina que los burgueses del mundo entero tuvieron la bondad de enviarles... o/y condenados a reventar como moscas en esos campos de la muerte. La distribución de alimentos es efectuada por los nacionalistas kurdos bajo los buenos auspicios de las organizaciones de la ONU. Sólo se benefician de la misma los miembros del Frente Kurdo y aquellos que han depuesto sus armas. La acción de la contrarrevolución es inequívoca, la ayuda no es para el proletariado, sino para quienes lo desarman, para quienes lo encuadran, para quienes lo aniquilan prácticamente. El capital y su obra caritativa se dirige exclusivamente a reorganizar el Estado en la región, los nacionalistas kurdos son considerados como los mejores exponentes del mismo.
Queremos denunciar aquí el cinismo de la burguesía internacional que realizó toda una campaña para provocar piedad hacia los kurdos, para luego presentar como salvador a la ONU y sus famosas operaciones humanitarias. En base a la información recibida de múltiples compañeros presentes en la región, podemos aquí dar algunos ejemplos del trabajo complementario de los enviados humanitarios de la ONU y los agentes nacionalistas del Frente Kurdo en la guerra contra la autonomía del proletariado.
Los depósitos de alimentos estaban llenos en el mismo momento en que el hambre era general en la región. El Frente Kurdo, de acuerdo con la ONU, se negaba a distribuir los alimentos como elemento de chantaje para imponer el programa humanitario local que establecía, explícitamente, que debía reducirse la población armada en la región a 80.000 hombres, 20.000 policías kurdos y 60.000 soldados del Frente Kurdo. En tales circunstancias, los proletarios, hombres y mujeres se encontraban obligados a vender todo lo que poseían, pero principalmente sus armas para no reventar de hambre.
Pero además de esta política general que hermana el Frente Kurdo y las fuerzas coaligadas de la ONU, las distintas organizaciones burguesas que componen el Frente Kurdo se disputan los negociados que se realizan con los víveres y el otro material que llega. Como en todas las otras partes del mundo adonde se estableció un flujo regular de mercaderías con la cobertura humanitaria, los que deberían formalmente recibir tal ayuda ni se enteraron y la gran mayoría de lo encaminado gracias a la denominada "solidaridad internacional" sirvió para proporcionarle grandes lucros tanto a diferentes grupos locales de mafiosos y comerciantes como también a los sectores del capital que enviaban dicha ayuda. Circulan un número impresionante de anécdotas entre los proletarios en este sentido (que es imposible e innecesario -porque todos conocemos ese tipo de ejemplos del funcionamiento de todo el sistema- reproducir aquí), por ejemplo a propósito del descubrimiento de múltiples escondites, en los cuales los proletarios descubrieron, por casualidad, bolsas de arroz, máquinas de escribir, material eléctrico,... escondidos ahí para luego ser vendidos en Irán, en Turquía.
Los nacionalistas del Frente Kurdo se reparten el dinero de las fábricas, los medios de transporte, el material eléctrico y electrónico y todo tipo de mercancías, que se apropiaron para sí y que venden al extranjero. Por otra parte instauraron muchísimos servicios de seguridad, de aduana y de policía por todas partes que tienen por función la de reprimir los pequeños robos que realizan quienes están condenados al hambre.
Por ejemplo, una instalación entera de cables eléctricos instalada por una ONG, es decir una organización llamada no gubernamental, para la distribución de electricidad en un barrio destruido de Sulemania, fue enteramente desarmada y revendida en Irán por gente del UPK.
"En Kurdistan toda la población quiere regresar a sus hogares, a sus pueblos que tuvieron que abandonar durante el invierno, no solo por el miedo que tenía a un baño de sangre por parte de los Baasistas, sino también por los llamados y presiones de los peshmergas nacionalistas en el sentido de abandonar todo. Estos sabían que se verían en la televisión occidental y que ello les beneficiaría; y así fue.
Toda la ayuda y la caridad están controlada por los nacionalistas. La mayor parte del dinero sirve los objetivos políticos de los peshmergas y no al pobre y desamparado pueblo. Luego de la destrucción de las fábricas, los hospitales y las escuelas, los niños y muchachitos hacen cola para entrar en los peshmergas y poder recibir al menos algún salario y una cierta seguridad en cuanto a la ocupación. No debemos subestimar otro factor en este reclutamiento: la imagen romántica de una guerrilla que en sus comienzos recluta con sueños tipo Guevaristas lo que le permite atraer a muchos jóvenes Kurdos. El hecho de obedecer ordenes, en una estructura de alta jerarquía, se muestra, como algo mundano, banal.
Los organizadores de la caridad pudieron presentarse como liberadores -ángeles en helicópteros- como si la guerra no hubiese existido. Los 30 millones de Libras esterlinas (unos 50 millones de dólares), por ejemplo, obtenidas gracias al "Simple Teruth" (concierto rock organizado por el presidente del Tory Party, Jeffrey Archer), fueron a parar al K.C.C. (Centro Cultural Kurdo, una organización oficial de caridad que publica libros y música Kurda y se presenta como un una expresión del Frente Kurdo) y sin temor a equivocarnos, a las cuentas de los partidos políticos en los bancos. En nombre de los pobres kurdos, lo único que se hace son negociados. En Halabya y en muchas otras áreas, no se ha dado absolutamente nada a la gente.
En otros lugares se dio pan remojado para que la gente sobreviva y solo entraban en el reparto quienes podían presentar, ante los nacionalistas erigidos en árbitro, un proyecto comercial válido. La parte del dinero que no fue directamente entregada bajo forma de salarios y retribuciones, quedó a disposición de esas organizaciones, generando suculentos intereses. Toda la comida que se le dio al gobierno iraní fue a parar al mercado negro y vendidos a altísimos precios al necesitado pueblo Kurdo. Para el gobierno Turco, la caridad se ha transformado en una fuente de ingresos, mientras que el de Irán se queja por que se vende comida cuya fecha de perención es muy anterior y por ello es vendida rápidamente en el mercado negro. Para agregar la injuria al insulto, los nacionalistas, en la frontera Irán/Irak, exigen a la gente impuestos extraordinarios y en las calles de las ciudades de Kurdistan ¡se roba abiertamente los autos para venderlos en Irán! El perro se come al perro, la situación se ha transformado rápidamente en una lucha por la subsistencia. Repetimos otra vez la caridad es: ¡un medio cómodo de llenar los bolsillos de los gángsteres y de los parásitos!"
Aparecido en "The Kurdish Uprising & Kurdistan's Nationalist Shop Front and its Negotiations with the Baathist/Fascist Regime"
En el mismo sentido de lucha contra la constitución del proletariado en clase, se inscriben varias iniciativas y proyectos de beneficencia, democráticos o sociales "para mejorar las condiciones de vida de los pueblos kurdo e iraquí". Estos nuevos "amigos del pueblo", incluyendo algunos "comités de apoyo a los shoras" y al "sublevación del pueblo kurdo iraquí" se presentan como apartidistas, diciendo que no pertenecen a ningún partido existente, llamando a la unidad nacional y explicando simplistamente que el problema es que hay demasiados partidos, demasiadas contradicciones, demasiados grupos... Pero dichos comités, pretendidamente independientes, no han cesado de denunciar la acción de los elementos más decididos que empujan a la autonomía clasista como irresponsables, como organizadores del caos y del desorden que reina en las ciudades y en las regiones liberadas.
Es así como el Frente Kurdo ha intentado oponer a la lucha revolucionaria la organización de elecciones libres para escoger "delegados del pueblo". Las mismas habían sido planificadas para el 28 de abril de 1992, pero debieron ser pospuestas dos veces seguidas debido a que "las garantías para su desarrollo no estaban aseguradas". Durante el mes de abril del 92 hubieron varios atentados contra las sedes del Frente Kurdo. Finalmente, en el mes de mayo de ese mismo año dicho Frente logró realizar (imponer) esas famosas elecciones libres.
Dichas elecciones tuvieron, evidentemente, el beneplácito de toda la burguesía internacional a través la supervisión de la ONU; incluyendo a quienes son los enemigos formales del Frente Kurdo: las fracciones que apoyan a Saddam Hussein. En efecto, el Frente Kurdo había realizado un acuerdo con Saddam Hussein, el que se concretó en esos días: mientras el Frente Kurdo organizaba sus elecciones, los ejércitos de Saddam que rodeaban el Kurdistán garantizaban la no intervención y el bloqueo de la región, impidiendo así todo contacto entre los proletarios del sur y el norte.
Sin embargo, a pesar de la faraminosa campaña electoral, la participación de la población en el circo electoral fue muy débil. Por ejemplo en Hallabya, donde la población que podía votar se aproximaba a las 28.000 personas, en el referéndum pre-electoral hubo ¡¡en total 253 votos!! Mientras ésta era la realidad sobre el terreno, en el mundo entero los medios de comunicación anunciaban, haciendo estratégicamente abstracción del antielectoralismo generalizado: 48% de votos a favor del UPK y 52% del PDKI. El 4 por ciento anunciado como diferencia entre ambas organizaciones faro del nacionalismo kurdo no hacen más que revelar, detrás de la manipulación de las cifras, el peligro para cada una de ellas de encontrarse sola a la cabeza de un gobierno kurdo.
Las distintas fracciones del Frente Kurdo intentan a todo precio concentrar y orientar las preocupaciones generales hacia la cuestión de la autonomía del Kurdistán y hacia las reivindicaciones de tal o cual fracción de la burguesía regional y la crítica de las otras. Para ello se sirve lo máximo posible de los horrores cometidos por los baasistas, describiendo con todo detalle la represión y los actos brutales por ellos cometidos; al mismo tiempo que cada una de las fracciones nacionalistas reescribe la historia ocultando los uno y mil acuerdos con ellos y presentándose como los grandes luchadores contra los baasistas. Así, como después de la Segunda Guerra Mundial, la burguesía internacional se constituyó una nueva virginidad en base a hacer una propaganda espectacular que intentaba presentar a los nazis como los únicos criminales de guerra, escondiendo de paso los mil acuerdos que habían hecho con ellos, los nacionalistas kurdos concentran todas sus baterías propagandísticas en el terrorismo estatal de los baasistas, escondiendo así su papel secular en el terrorismo general del Estado.
El bloqueo del Kurdistan impuesto por el ejército iraquí complementa la acción de los nacionalistas, dado que refuerza cada vez más el aislamiento de las luchas de los proletarios en esa región: los contactos interregionales son extremadamente difíciles, lo que ha logrado paralizar la centralización y globalización de luchas que se había iniciado durante el proceso insurreccional. El hambre, las enfermedades, el funcionamiento casi nulo de los medios de comunicación, hacen que la desorganización sea aun mayor.
En el Kurdistan se llega a niveles infernales: a la falta de comida, la carencia de agua, el deterioro muy importante en los niveles de higiene, el miedo a los saqueos se le ha ido agregando la presencia cada vez más generalizada de la guerra abierta entre fracciones burguesas, entre nacionalistas y entre alguna de estas fracciones (el PUK) y los musulmanes.
Las contradicciones entre el PDK y el UPK son tan explosivos que hoy en día el Kurdistan se encuentra dividido en dos regiones en pie de guerra. Por primera vez en la historia estas 2 regiones se han constituido en una arena de rivalidades políticas. El desarrollo del regionalismo, aquí como en todas partes, constituye una fuerza de desestructuración de la lucha del proletariado. Así, hoy existe, por un lado, Soran, que tiene por "capital" Sulemania y que se encuentra controlada por el UPK (Talabani) y por el otro, la región de Badinan, donde se encuentran las ciudades de Zakho y Duhok que es controlada por el PDKI (de donde es originaria toda la familia de Barzani). La única ciudad que se encuentra bajo el control simultáneo y contradictorio de ambas fuerzas burguesas es Arbil, que al mismo tiempo constituye una frontera entre ambas regiones en conflicto.
Dicha lucha interburguesa adopta formas muy violentas, tratando ambas fracciones del capital de movilizar al proletariado a su servicio y de canalizar en ese sentido todas las contradicciones de clase que normalmente se desarrollan contra la propiedad privada y el Estado. Por ejemplo, después de la guerra, mucha gente de la ciudad de Sulemania se escapó hacia el campo y se instaló donde pudo construir un rancho o armar una tienda y cultivar la tierra. Estas tierras eran propiedad de grandes familias burguesas (en este caso del UPK de Talabani), que ahora quieren recuperarlas y expulsar a la gente. Algunos ocupantes rechazaron la expulsión de las tierras y para ello se organizaron y se defendieron con armas en mano: los enfrentamientos provocaron muchos muertos en ambos bandos. El PDKI aprovechó esta oportunidad para aparecer como el abanderado de la lucha contra las expulsiones intentadas por el UPK y en base a ello encuadra (o/y pretende encuadrar) esa lucha elemental por la subsistencia tratándola de llevar al terreno de la guerra interfracciones. Pero incluso así, este enfrentamiento genera contradicciones en ambos bandos. Por ejemplo, cuando ese conflicto armado ocurrió, Talabani que estaba en Holanda, no se animaba a volver por miedo a ser ejecutado hasta por sus propios peshmargan.
La ruta hacia Soran fue bloqueada por el PDKI durante 2 meses so pretexto de guerra lo que implicó que no entraban alimentos, que en poco tiempo los comercios no tenían que vender y que la gente reventara de hambre. Cada vez resulta más dificil desplazarse de una región a otra, pues aunque la frontera fue oficialmente reabierta hace poco, la circulación es tan peligrosa que la gente de Soran no se anima a entrar en la región de Badinan y viceversa. Se han realizado decenas de ceses de fuego o compromisos de paz, pero los enfrentamientos continúan proliferando. Oficialmente se reconocen 2500 muertos en los últimos combates, los diversos cuarteles generales del PDK en la región de Soran fueron atacados y asaltados por el PUK, lo mismo sucede, en la otra región, en el sentido inverso...
La vida cotidiana se ha transformado en un tormento, mientras se desarrollan los tiroteos entre el PDKI y el UPK, los precios se triplican cada 3 meses... A su vez este infierno, lleva a muchos a alistarse en los peshmargan, en búsqueda de una mejora en sus condiciones de vida puesto que ello les significa recibir comida y dinero tres o más veces por mes y además tener carta blanca para guardar armas en su posesión que mientras no las utilizan contra sus propios oficiales, les sirven para luchar por la vida.
En efecto, ni el PDKI, ni el UPK controlan a sus propias tropas. Las mismas se han autonomizado tanto que implantan la ley de la selva para poder sobrevivir: inventan nuevos impuestos, realizan todo tipo de extorsiones en nombre de su organización sin que ésta se entere... Así en Arbil, por ejemplo, los peshmargan roban en pleno día los comercios, sin que esto sea una política oficial del PDKI o/y del UPK. Esto es práctica corriente y la gente se ve obligada a defender sus casas con las armas en la mano.
Mientras se anuncia la realización de elecciones para mayo del 95 las dos fracciones burguesas más importantes en el Kurdistan tratan de reorganizar a sus tropas frente al enemigo, al mismo tiempo que ambas intentan mejorar sus relaciones con la burguesía occidental y se disputan el apoyo del Departamento de Estado norteamericano y los diversos servicios de inteligencia militar occidental. En función de sus fuerzas respectivas en el control de los proletarios y de sus relaciones privilegiadas con las fuerzas del orden imperialista mundial ambas oscilan en una política agresiva o pacifista. Así en los últimos tiempos mientras Barzani, se manifiesta por la paz, por reunir las familias, por el respeto a los comerciantes, por llegar a un compromiso que permita la realización de esas elecciones y aparece como una carta de la conciliación nacional kurda, Talabani que controla peor aun a sus propias tropas pero que tal vez perciba mejor la incapacidad de la burguesía para ofrecer una alternativa válida frente a la lucha proletaria, o mejor dicho que solo en la repolarización burguesa y en la guerra ve una posibilidad de paz social, se muestra mucho más partidario de la solución militar tanto contra la fuerza de Barzani como contra los Baasistas: cada vez habla más abiertamente de una salida militar y la ocupación de Kirkuk. Pero como lo hemos dicho muchas veces es absurdo hablar de una fracción burguesa más agresiva, más militarista o más imperialista que otra. Lo militarista y agresivo es el capital, y en general la fracción que se encuentra más fuerte militarmente y que tiene el resultado militar asegurado hace aparecer a la otra como más militarista (como sucedió en la "Segunda" Guerra Mundial) y no sería de extrañar que quien dé un salto de calidad en las hostilidades esté expresando con ello un aislamiento relativo en el plano internacional (15) (lo que dejando los rumores de que tal o tal "está apoyado por la CIA" es muy dificil de conocer porque las alianzas y compromisos se desarrollan en el más estricto secreto) así como una debilidad estratégica en la capacidad de controlar a los suyos e imponer sus intereses.
Guerras locales, bloqueos, hambre... y más terrorismo de Estado son las grandes perspectivas que continúa ofreciendo el capitalismo en la región. Los camiones repletos de víveres, que pasan cotidianamente por el Kurdistan, que luego de pasar por Turquía se dirigen a Bagdad, no deben ser tocados según rezan todas las fracciones burguesas, musulmanes, nacionalistas, baasistas,... nada más lógico que se reencuentren todos para mantener privado al proletariado de toda propiedad, incluido lo más elemental para subsistir. Pero por suerte siguen habiendo proletarios que desconocen y enfrentan el sacrosanto derecho a la propiedad privada: los asaltos de camiones, las tomas de los depósitos de víveres, las expropiaciones de los comercios y otros saqueos siguen siendo moneda corriente.
También lo siguen siendo las explosiones sociales, los ataques a tal o cual local oficial, la expropiación de tal o cual organismo humanitario, las huelgas y manifestaciones violentas. Contemos una sola historia ejemplar al respecto. Cerca de Sulemania y en la ruta que pasa a proximidad de un barrio marginal hubo repetidos asaltos de camiones con víveres. Las autoridades hicieron muchos intentos para que cesaran dichos asaltos pero no lo lograron y varias veces enviaron delegaciones a dicho barrio para dialogar, sin obtener ningún resultado. Al tiempo los sectores organizados que realizaban la expropiaciones dieron un paso más en su acción comunicando que desde ese momento apropiarían para su subsistencia un camión cada tres. Los nacionalistas de Sulemania enviaron entonces a uno de los líderes más populares a dicho barrio, que se había distinguido por su valentía en la lucha contra los baasistas, para tratar de encontrar una solución. El mismo se hizo presente junto con sus guardaespaldas; pero la única respuesta que obtuvo fue que lo sacaron a balazos: uno de sus guardaespaldas resultó muerto, hubo otros heridos y el barrio siguió apropiándose de un camión de víveres cada tres (16).
En cuanto a los grupos de militantes que se definen por el internacionalismo, hace ya un tiempo se abrió un período de rupturas, balances, decantación, nuevas convergencias, etc. que se tradujo en un cambio permanente e imposible de resumir de estructuras formales. En particular el conjunto de fusiones que dieron origen al desarrollo del Partido Comunista Obrero (Hikmati) se hizo en base a renuncias programáticas importantes de las estructuras o a las fracciones de las organizaciones que hacia el mismo convergieron y no fueron capaces de ofrecer una alternativa revolucionaria a la guerra imperialista que se desarrolla entre las fracciones nacionalistas kurdas: sus locales se vacían, los militantes de esos grupos se dispersan.
Ello sumado a la dificultad cada vez más grande a asumir una acción pública, a la inseguridad permanente de los desplazamientos, a la ruptura de las comunicaciones, a la necesidad del balance y el reconocimiento autocrítico de muchos errores... ha hecho que los núcleos de revolucionarios más interesantes y con más perspectiva internacionalista destinen en esta fase, lo mejor de sus fuerzas a la formación, a la realización de un balance de la lucha y a la discusión teórica, al mismo tiempo que a la dificilísima tarea de mantener los contactos internacionales. Claro que en ese proceso hubo también dispersión, desánimo y desorganización y muchos compañeros buscan salir de la región (lo que resulta sumamente difícil, pues aunque se escape a las redes represivas de los nacionalistas en Irak, no es fácil pasar desapercibido en los países limítrofes: en algunos -Turquía, Irak...- basta ser "kurdo" para ser considerado sospechoso y subversivo por los servicios policiales) pero ello no ha impedido que algunos puñados de compañeros que se mantienen en contacto, hayan continuado con las tareas de siempre, publicando algunos manifiestos y volantes revolucionarios contra la guerra (en especial el grupo Lucha Proletaria, ex Grupo de Acción Comunista, así como los compañeros del GCI) y que por ejemplo hayan logrado que las tesis y las posiciones de nuestro Grupo, contra todas las falsificaciones y provocaciones de que fuimos objeto (17) sean mejor conocidas en la región tanto en kurdo como en árabe.
Sin embargo, para terminar, creemos indispensable insistir en lo crítico de la situación de los compañeros internacionalistas en la región. Situación crítica por la miseria, por la dificultad de actuar, de comunicarse, de resistir al desarme, pero también por expresar contra toda la corriente que se polariza en base a las nuevas guerras interburguesas, la salida revolucionaria e internacionalista.
Y son esos mismos compañeros, los que nos llaman a la acción. Acción internacionalista contra la propia burguesía en cualquier parte del mundo en que te encuentres. Demos lo mejor de nuestras fuerzas por difundir ese ejemplo extraordinario del proletariado en la región, desintegrando un ejército, matando a los milicos, asesinos y torturadores. Porque al fin y al cabo, si tanto se ha ocultado internacionalmente lo que pasó en Irak en marzo del 91, es porque la burguesía del mundo tiene un horrible terror de que lo mismo suceda en otras partes.
Frente a eso nuestras tarea es obrar para que eso suceda en todas partes, para que se conozca esa acción ejemplar del proletariado en Irak; para que contrariamente al pasado la burguesía no pueda aislar la lucha a un solo país, para que tanto cuantitativa como cualitativamente se vaya más lejos aún, para que el proletariado de todos los países pelee contra su propia burguesía y destruya sus bastiones, haga saltar en pedazos sus comisarías, rompa las cárceles, destruya sus ejércitos y policías, reviente y ejecute a sus torturadores y sobretodo que tome en sus manos la revolución comunista apropiándose de todo el poder de la sociedad de todos los medios de producción para destruir el asalariado, la mercancía, las clases sociales, el Estado,... en fin para hacer añicos este mundo carcelario de penuria, de miseria, de guerra... y constituirse en verdadera COMUNIDAD HUMANA MUNDIAL.
Nada mejor que dejar hablar a los mismos protagonistas, para poner en evidencia que la oposición a la teoría revolucionaria de ruptura clasista en nombre de la unidad del pueblo conduce ineluctablemente a alistarse dentro de uno de los campos imperialistas en presencia (véase al final del testimonio que sigue). Y ello aunque cuando el autor justifica sus posiciones contrarrevolucionarias en nombre de los límites de la capacidad de lucha, en el desgaste que provocó en la población años de terrorismo de Estado y de guerra, expresa un límite objetivo del proletariado que solo puede ser superado con la solidaridad clasista e internacionalista, con la afirmación de la asociación internacional del proletariado, con la centralización del proletariado en fuerza comunista mundial.
Luego nosotros (Y.K, A.H., SH.IW y sus hermanos, S.A.I.I.K. y su grupo) hicimos algunas reuniones para discutir sobre la situación y planificamos algunos ataques y enfrentamientos que sirvieran como detonantes de la situación. El problema principal era la falta de armas y para ello contactamos al PUK y al KDP (es decir a las principales fuerzas nacionalistas) pero nos tuvieron a cuento y al fin no nos dieron nada.
Por su parte la Oposición Kurda (Frente Kurdo) empezó a contactar a sus miembros llamándolos a cerrar filas y a constituir unidades armadas, para intervenir cuando fuese necesario. La estación de radio llamaba continuamente al pueblo para que se preparase y se organizase, al mismo tiempo que hizo público el hecho de que quedaban amnistiados los Mstashars (2). También hizo un llamado al ejército Iraquí, que se encontraba estacionado en el norte, para que no tirase, para que se entregase al pueblo, mientras el alzamiento en el sur se fortificaba. La radio también llamaba al pueblo de Sulemania a celebrar el 7 de marzo, esperando la llegada de ellos.
Se llega así a una situación en donde la gente estaba preparada en todas partes para el estallido de la insurrección. A pesar del conocimiento que tenía el gobierno de la situación de su preocupación y su preparación, no supo prever la fuerza del sublevamiento y por ello no pudo enfrentarlo. Hasta trataron localmente de iniciar la explosión el 6, para así asesinar y amenazar al pueblo, pero fue muy poco lo que con ello lograron.
En la víspera del 7 de Marzo de 1991 un grupo de más o menos de 15 personas en el que yo me encontraba, ya tenía decidido el que hacer en la mañana siguiente y las posiciones que debíamos tomar. Sin embargo el problema seguía siendo la falta de armas. Nos quedamos todos durante la noche en la casa de K. Con un rifle y un USSI (suponemos que se refiere solo a su pequeño subgrupo, ver más adelante NDR), a las 7 horas del 7 nos posicionamos en barrios populares (Tooy Malik, Hawaranarza, Hagy-Khan, Malkandy, Azady, Darooga, Khanwa-Koraken y Baranan). Ya habíamos tenido noticias de las posiciones que tomarían F-D, O.O Ma-M y escuchamos que F controlaba Majid-Bug y que estaban preparados.
Ahora hablaré un poco acerca de mi participación. Comenzamos en los barrios populares de Tooy Malik y Hawara. Al principio eramos 7 y recorrimos las calles llamando a la gente a que saliese a la calle y se plegase a la insurrección. Esta era la oportunidad histórica que los Kurdos esperaban. Cientos de jóvenes, mujeres y niños nos seguían, pero solo teníamos 2 armas. La gente propuso que nos dirigiésemos a las casas de las unidades Jash del ejército Kurdo que tenían armas y que les pidiésemos sea su participación como Kurdos a la insurrección o sea que diesen sus armas al pueblo. Esto sí que lo logramos. Fuimos a sus casas aplaudiendo y gritando consignas de solidaridad. Ellos vinieron con sus armas y se juntaron a nosotros. Todos juntos ahora teníamos muchas armas. Luego fuimos a las casas de dos Mstushers en Tooy Malik y obtuvimos más armas gracias a la presión que ejercimos sobre ellos. No fueron atacados porque nos dijeron que pertenecían al Frente Kurdo y que estaban esperando el llamado por radio.
Las manifestaciones se extendían cada vez más y decidimos atacar el edificio sede de la Organización Osman (3) en la encrucijada de Tooy Malik. Se atacó por todos lados y en diez minutos fue incendiado y destruido. Algunos Osman fueron liquidados y otros arrestados en el edificio. La gente, hombres, mujeres, adolescentes y hasta niñitos, desplegaron una actividad entusiasta ayudando y dando los primeros auxilios a los insurrectos heridos.
Al mismo tiempo, otros grupos de gente se concentraron en Mazid Bag y se apoderaron del centro policial de la universidad y luego del resto de la universidad. Simultáneamente los combates se intensificaban en la plaza central de Sulemania; como lo denotaba el humo que se veía de todas partes. Mientras tanto nosotros fuimos a la calle principal de Tooy Malik para tomar la cárcel. En unos pocos minutos logramos que la guardia se rindiera, rompimos las puertas y cerrojos de la prisión y todos los presos fueron liberados. Hasta los muros fueron demolidos con palas que pertenecían al consejo de la ciudad.
Continuamos avanzando y la demostración siguió aumentando con la participación de la gente de Hagy Kan y Maikandy. La gente de otros lugares, como Azady y Khanso-Koracan, venían después de haber cruzado Orzdeback pasado por la estación policial de Azadi donde habían logrado apoderarse de las armas sin necesidad de disparar un solo tiro. A cambio de ello no se liquidó a los policías que se rindieron. La Sara (Comisaría central de policía) fue atacada desde todos los ángulos. La persona más combativa del distrito fue una adolescente vestida de negro, que en todos los combates estaba en primera fila y que constantemente nos levantaba la moral. Yo hablé con ella y me dijo que era sobrina de M.R. El ataque al Sara continuaba y a pesar de que muchos de los atacantes fueron heridos, al final se logró que la estación policial Sara cayera en manos de la gente que seguía tirando y gritando. Algunos policías fueron liquidados en el acto, muchos otros, algunos de ellos heridos se entregaron. El sargento Shannall, infame y odiado personaje, conocido responsable de la masacre de mucha gente, fue capturado. Su cabeza fue reventada a palos, se le cortó las manos y las piernas y su cuerpo mutilado, fue colgado en un semáforo enfrente a la Sara.
Hubo una gran manifestación frente a la Sara, el número de participantes fue gigantesco. Las armas y vehículos fueron tomados por la gente y en especial por los grupos que se encontraban a la cabeza de los insurrectos, que pudieron así dirigirse rápidamente y mejor armados hacia las zonas todavía no liberadas. Quisimos dirigirnos hacia la avenida Mawlawy (4) a través Hasib Salh, pero no pudimos porque habían Kanas (5) en el área y hubiésemos sido rápidamente eliminados si permanecíamos en esas calles. También había tiroteos en Hamia, base principal del ejército de Sulemania. Aquí se necesitaba gente, para lograr ocupar dicha base y distribuir las miles de armas que ahí se encontraban.
A esa altura, sucesos como estos se desarrollaban en toda la ciudad de Sulemania. Desde el Sur llegaban informaciones de que los cuarteles centrales habían sido copados. En ese momento nos encontrábamos en el garage de S en Takocky cuando Hamia fue tomado. En el edificio de Hasib Salh la lucha continuaba, pero al fin la resistencia fue quebrada. La gente destruyó el edificio, dos pisos enteros fueron incendiados. Luego la lucha se concentró en el Estado Mayor de Seguridad, hasta que se demolieron sus cuatro muros. Simultáneamente la gente invadía los edificios que cobijaban a los Estados Mayores de los Partidos. Las puertas de salida de las fábricas de cigarrillos fueron derribadas y miles de cartones de cigarrillos fueron tomados por la gente. Luego, con algunos compañeros, regresamos a Tooy Malik, cruzando nuevamente la ciudad en auto; vimos como muchos lugares estratégicos habían sido capturados o/e incendiados. El único cuartel general de seguridad importante que se mantenía en pie era el de Akary, situado en un rico suburbio de Sulemania. El mismo, fue rodeado por masas de gente que se iban concentrando para tomarlo, pero todavía había resistencia. Ya eran cerca de las ll. Fuimos al hospital y vimos que las salas estaban llenas de heridos, la mayoría de ellos provenían de los batallas libradas en los ataques a los estados mayores de seguridad y la base de Hamia. El hospital estaba desorganizado y sucio, puesto que la mayoría de los trabajadores tenían miedo de ir a trabajar. El hospital había sido saqueado por ladrones que se habían llevado muchas camas. Pedimos a algunos personas que cuidaran el hospital pero esto no funcionó. Luego regresé a la ciudad en nuestro automóvil Krona y lancé un llamado a los trabajadores del Hospital pidiéndoles que vuelvan a su trabajo puesto que centenas de personas se encontraban heridas y pedí a la gente en armas que protegiese el hospital de manera que se pudiese curar a los heridos. En ese momento nuestro Krona chocó con otro auto, pero estábamos bien, nos salvamos.
Proyectiles, que venían de los cuarteles generales de seguridad, aterrizaban en toda Sulemania matando e hiriendo a mucha gente. Un grupo de los nuestros regresó a Tooy Malik pero el barullo era tan grande que no se nos podía escuchar a más de 5 metros. (entendemos que se intentaban dar directivas a los insurrectos con parlantes - NDR).
W.E. encontró a A.M. y nos relató lo que habían estado haciendo. Luego decidimos edificar una base central fortificada para llamar y dirigir al pueblo. Después fuimos a la escuela de Awat en donde había un barullo imponente. Inmediatamente llamamos a los revolucionarios y al pueblo explotado a unirse, a organizarse y proteger la ciudad frente a cualquier ataque, al mismo tiempo que expresábamos cuán grande y revolucionario es el pueblo y dábamos a conocer como las estructuras del régimen habían sido y estaban siendo aplastadas. "Llevemos el espíritu revolucionario hasta el final y no dejemos que las oficinas gubernamentales y las empresas queden en malas manos, que hoy son vuestras, nuestras propias propiedades revolucionarias". Mucha gente se concentraba en la escuela y sus alrededores y gradualmente nuestros amigos fueron regresando. La escuela era un lugar estratégico en Sulemania y en torno a la misma había muchos vehículos gubernamentales. El movimiento seguía creciendo y se seguía concentrando mucha gente armada, pidiéndonos directivas. "Pan, Trabajo, Libertad y República Democrática" era la consigna que estaba en la boca del pueblo (6). La escuela se convirtió en un punto estratégico. Los soldados, que habían cercado la ciudad, se rendían a los grupos activos de gente, uno tras otro sin ofrecer resistencia. La gente los llevaba hacia la escuela, para que perdieran el miedo y se sintieran protegidos y vieran que nadie les haría daño. Nosotros traíamos a los que podíamos y pedíamos que se los alimentase pues eran hijos del pueblo y protegían al pueblo al desobedecer las órdenes del gobierno. No solamente los soldados siguieron este movimiento, sino también algunos policías y guardias de seguridad, lo que nos obligó a edificar una prisión en la escuela. Muchos se quejaban por los saqueos, lo que nos determinó a recorrer la ciudad gritando con los megáfonos de nuestros vehículos, que estos actos no eran revolucionarios y que la propiedad confiscada le pertenecía ahora al pueblo. Pedimos a algunos responsables que se uniesen y llamasen a que las propiedades gubernamentales confiscadas no fuesen saquedas o quemadas puesto que ahora le pertenecían al pueblo. Algunos trajeron a la escuela todo lo que habían tomado, desde autos hasta equipo hospitalario y artillería pesada, que habían sido apropiados en las bases militares y los puestos de guardia (en muchos casos los guardias entregaron sus fusiles de una manera bien disciplinada y dichos fusiles fueron llevados a la ciudad), lo que afirmaba el verdadero alcance del movimiento. La gente quería que se asumieran las responsabilidades en la dirección del proceso, por lo que era urgente tener un encuentro en el que se explicase quienes éramos y que esperamos del pueblo y que significado tenían nuestros actos. Luego de una larga discusión se decidió que nuestras acciones tenían que ser llevadas adelante en el marco de los Shoras y por ello acordamos trabajar bajo el nombre de shora de Tooy Malik. Trabajamos el qué hacer y pedimos que se levantaran las consignas "Pan y Trabajo y una República Democrática". Nuestras exigencias podían concentrarse en ocho puntos, exigencias, que también fueron levantadas por el Consejo de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que no recuerdo claramente. Se pedía libertad política incondicional, libertad para todas las organizaciones, derecho de huelga y derechos para las mujeres, que se negociaran salarios iguales, seguridad social, por la separación de la religión y el Estado, libertad de religión y otras cosas similares (7).
Estas fueron nuestras exigencias y nos propusimos reunir al pueblo para que las discuta y elija sus propios representantes. El 7 de Marzo se terminaba; pero no dormimos, sino que seguimos discutiendo toda la noche. Teníamos alrededor de 70 prisioneros, también había mucha gente armada caminando por los alrededores. En la mañana del 8, más o menos a las 8, alguien dijo que los peshmergas venían de Goiza. Teníamos cerca de 7 vehículos y fuimos al encuentro, nos encontramos en los bosques de Baroo (8). Luego de darles la bienvenida pasamos a informarles, la ciudad completa y la mayoría de los edificios de seguridad estaban ocupados. No se les había informado de la toma de la ciudad y eran el primer grupo de peshmergas que oficialmente venía a la ciudad. Era el 7º Batallón del PUK y su comandante era G.H. Regresamos a la escuela y anunciamos por megáfono la buena noticia: nuestros hijos patriotas reforzaban ahora el sublevamiento. La mayoría de la población se juntaba en los alrededores de la escuela. Cuando nos encontramos con los peshmergas les explicamos que solo el edificio del Estado Mayor de seguridad central no había sido tomado. Entonces decidimos enviar a S y a X con algunos peshmergas para ahí. La lucha comenzó de nuevo hasta que fue herido S y algunos peshmergas resultaron muertos. Los peshmergas pensaban que eramos la organización de la ciudad del Frente Kurdo, nosotros les explicamos que formábamos parte de los "shoras de los revolucionarios y del pueblo explotado" y que no pertenecíamos a ningún partido, grupo u organización, les explicamos cual fue nuestra acción y que nuestras exigencias eran las que el pueblo pedía. Ellos quedaron contentos y nos agradecieron mucho por lo que hicimos e inmediatamente nos pidieron que coordináramos nuestra ayuda y nuestra acción. Nosotros estuvimos de acuerdo y les pedimos que fueran a la escuela después del almuerzo, insistiéndoles, sin embargo, en el hecho de que queríamos permanecer independientes. Luego los conducimos a la escuela. En total habían alrededor de 200 peshmergas.
El combate en torno al edificio del Estado Mayor de seguridad no paró hasta muy tarde, pero terminó en el mismo día que comenzó: el 8 de Marzo. Todos los ocupantes, alrededor de 800, fueron ejecutados. Se los despedazó y los prisioneros fueron liberados. Muchos participantes en esta acción terminaron como mártires, como Awat Abdlraza, compañero muy cercano a D, que fue asesinado. Al interior del Estado Mayor de Seguridad habían muchas piezas, células, calabozos, horcas y lugares de ejecución. Había también una gran cabina con cuartos al interior de la cual había fotos de mujeres desnudas así como ropas interiores de mujeres. Este es el lugar donde se divertían con las mujeres de los prisioneros. Había una foto de una mujer haciendo sus necesidades, luego de haber sufrido múltiples violaciones. Discúlpenme, no pude despegar fotos de ahí. Los muros interiores de la prisión son inolvidables, llenos de poesías y consignas patrióticos.
Los heridos o arrestados, durante las luchas en el Estado mayor de seguridad, fueron llevados a la escuela. El pueblo reclamaba la instauración de una corte marcial popular. Con la fuerza que nos daban los gritos populares, escogimos 8 criminales de los 160 prisioneros y los colgamos a pesar de que al mismo tiempo J.H. afirmaba que M. Nowsherawan (9) exigía que no se matara a nadie. Tanto el pueblo como nosotros no podíamos obedecer estas ordenes puesto que la cólera popular era tan grande que la misma escuela hubiese podido ser destruida (10).
Luego se recibió la información según la cual Mulazm-Omer y sus fuerzas se dirigían a la ciudad. Pero éste se dirigió a otra escuela para encontrar a J. Enseguida le pidió un encuentro con nosotros y así nos encontramos (yo, H.A. y J.) y nos agradeció mucho y nos solicitó solidaridad y ayuda. Nosotros los ayudamos entregándole algunos automóviles y ayudándolos en el despliegue de sus fuerzas alrededor de la ciudad. El 9 bajó a la ciudad el Frente Kurdo y muchos de sus amigos se unieron a nosotros. Luego las discusiones se centraron en la decisión de formar consejos de Shoras obreros en diferentes áreas y nosotros colaboramos en la medida de nuestras posibilidades. Los Shoras crecían en Sulemania y al final había alrededor de 50. Todo esto requería un cuartel general, para luchar contra viento y marea para que el trabajo sea conducido con autoridad y de manera organizativa. K y sus amigos fueron muy activos en Majeed Bag.
El movimiento seguía reforzándose, había un centro base en Sarkares del que no estábamos informados y que no nos conocía personalmente y comenzó a funcionar como un Shora de trabajadores desde el 9. Uno de sus representantes vino a vernos y después de una discusión decidimos ayudarlos. Querían tener una asamblea cerca de Sarkares y nos pidieron que fuéramos y llamáramos a la gente con nuestros alto parlantes para que la participación en la concentración fuera lo más masiva posible.
Cuando ésta tuvo lugar vimos que venían con sus banderas de dos metros, sus garrotes y cartelones y distribuían en nombre de los shoras el manifiesto "Perspectiva Comunista". Solo hablaban de la semana de 35 horas. Gradualmente nos retiramos de su compañía diciéndoles que nosotros no eramos el comité de ninguna organización, que ellos solo debían actuar en su propio nombre y que no podían imponer su bandera o sus reivindicaciones en las cabezas de los shoras.
El trabajo y la dimensión de los shoras crecía diariamente y el control era cada vez más difícil, especialmente en la división y administración de las tareas. Nuestras relaciones con el FK eran buenas y nuestro sello distintivo organizacional era reconocido. Intercambiamos cartas acerca de como llevar adelante nuestras tareas. Luego empezamos a administrar algunas tareas como, primero, el establecimiento de equipos médicos móviles y la colección de sangre para los heridos. Logramos coleccionar 1400 botellas de sangre. Lo mismo sucedió con otros equipos como el de trabajadores de agua y electricidad; logramos reorganizarlos y restablecer este servicio que había sido cortado durante la guerra en Sulemania. Finalmente logramos que el hospital funcionara adecuadamente. LS H.A jugó un importante papel en todo esto y la administración del hospital fue concentrada en las manos del shora de los consejos obreros.
Los diferentes equipos del hospital trabajaban las 24 horas del día y nosotros reclamábamos ambulancias y medicinas que habían sido robadas durante el levantamiento. El concejo central de servicios creó su propio shora y eligió sus propios representantes. Los ingenieros, W. y la hermana de un mártir, así como A, asumieron este trabajo muy eficientemente, tomando a cargo la recolección de los cuerpos que todavía se encontraban en las calles y sus limpieza. La razón por la cual comenzamos a hacer funcionar estos servicios fue para dar ayuda humanitaria y para presentar y hacer conocer mejor a los shoras, lo que realmente logramos. Al mismo tiempo los shoras eran infiltrados por los de izquierda. A.O., S. y otros, tuvieron una importante participación en esto. Los del Frente Kurdo venían también frecuentemente a la escuela; pero discutían sin ninguna sensibilidad, salvo para intentar ganarse a los amigos mencionados que a su vez ni siquiera le respondieron, puesto que solo reconocían a los shoras como únicos propietarios de todo. El KF protestó afirmando que existía una tendencia política al interior de los shoras, y que el programa de los trabajadores era el del grupo "Perspectiva Comunistas". Estos fueron los desacuerdos que existieron en los shoras, en el que opiniones diferentes se enfrentaron. Esto se dio alrededor del 12 y 13 de Marzo.
Se decidió que yo tenía que ser enviado como delegado a Hawlir para que lo que sucedía en Sulemania no quedase aislado. Fui con S. y algunos otros amigos. En Hawlir fuimos al N.F.O. a hablar de lo sucedido, de los shoras, lo que fue bien acogido y se hizo acuerdo con lo que expusimos. Luego fui a lo de M.T., el encargado del Frente Kurdo. Como yo lo conocía de antes no hubo problema en dialogar y en llegar a acuerdo y manifestó su deseo de ayudar. S. largó una campaña entre la población de Hawlir y organizó seminarios y lecturas de panfletos escritos por los shoras de Sulemania que explicaban como emergieron, sus grandes realizaciones y cuales eran sus reivindicaciones. Hicimos un llamado a los revolucionarios a unirse y solidarizarse y a crear shoras en todos los distritos y fábricas. La gente, luego de algunas discusiones, se mostró muy dispuesta y creó un centro de shoras cerca de las oficinas del Gobierno. Desde ese momento la población local creó muchos otros. Nos quedamos unos tres días en Hawlir, durante los cuales se crearon unos 35 shoras y tuvimos 5 reuniones con militantes locales. Se discutían las reivindicaciones democráticas del pueblo y quedó claro que la gente tenía que insistir en las elecciones y expresar sus reivindicaciones.
Cuando regresé a la escuela Awat en Sulemania muchos cambios se habían producido. La radio de la escuela decía que los trabajadores y los shoras de los trabajadores, pedían todo el poder para los trabajadores, se publicaban panfletos y folletos con el programa de "Perspectiva Comunista" en nombre del shora. Complicaron todo tanto que se tuvo que votar si los shoras debían ser shoras de los trabajadores con resoluciones y propuestas de los trabajadores o si se podía abrir los shoras a la burguesía. RAWT mantenía esta situación mientras intervenía en casi todo. Así por ejemplo, en los hospitales decían que los trabajadores y los subordinados debían trabajar solo 7 horas, sin tener en cuenta que hasta ese momento el hospital trabajaba con 3 turnos que cubrían las 24 horas. Es decir que su propuesta de hacer turnos de 7 horas dejaba un hueco no cubierto de 3 horas por día. Y así sucedió dado que los equipos de trabajadores no escucharon a los médicos, lo que significó una grave alteración de todo el funcionamiento del hospital. También organizaron la central eléctrica de Sulemania de manera que los trabajadores manuales se contrapusieron a los de las oficinas, como si estos últimos fuesen burgueses cuando en realidad los trabajadores manuales recibían salarios mayores que los de las oficinas e incluso que los ingenieros calificados. La razón profunda de todo esto se encontraba en la oposición que estos tenían con el Frente Kurdo al que denunciaban como burgués y reaccionario. El FK contra-atacó por medio de su estación de radio y comenzó a caracterizar a los shoras como organizaciones ilegales, no autorizados y compuestos por provocadores y anarquistas. Nosotros pedimos al pueblo que no creyese al FK, pero no logramos nada. Visitamos a todas las tendencias del FK, les explicamos todo lo que habíamos avanzado para que no pudiesen rechazar un encuentro entre el FK y los representas del shora. Los shoras tuvieron una asamblea y eligieron 5 representantes. RAWT logró, con trampas, reunir mucha más gente para que votase por sus candidatos y así se transformaron en mayoría. Solamente uno de los 5, M.A.M.I, era moderado, el resto eran de línea dura y habían tenido muchos enfrentamientos con el FK. OO era uno de ellos.
De todas manera la asamblea tuvo lugar, y al igual que los 5 representantes, otros 6 ó 7 se dirigieron al centro cultural público. Rápidamente se disputaron la representatividad, al mismo tiempo grupos izquierdistas tenían otra asamblea en los centros de los shoras para movilizar en base al supuesto arresto de los representantes del shora. En base a ello organizaron una manifestación frente al centro público donde gritaron y lanzaron consignas insultantes (11) como: "Desarma tu propia burguesía capitalista, uds. son incapaces, solo los trabajadores podrán construir un nuevo mundo". Todo esto continuó hasta que O.O. salió para publicitar su desacuerdo con lo que estaba sucediendo adentro. Dijo que la gente que tenía una asamblea adentro no era representante de los trabajadores pues capitulaban con el KF., luego empezaron a cantar consignas anti-KF. El resultado de la asamblea no fue claro pues dos tendencias diferentes se dieron: una enracinada en la perspectiva Marxista-Leninista que sostenía que los shoras debían ser exclusivamente de trabajadores y sostenía que solo los trabajadores habían sido los héroes de la calle. Nosotros representamos la otra tendencia y queríamos que los shoras fueran shoras públicos en el que todo el mundo trabajara junto hasta que se dieran las elecciones en las que los reales representantes de los shoras serían elegidos. Hablamos de democracia insistiendo en los derechos humanos y que creíamos en la cooperación con el KF. Y esto duró hasta el aniversario del bombardeo químico de Hallabya el 17 de marzo.
Los shoras tuvieron una asamblea para organizar una gran manifestación y acto público. Se colocaron megáfonos frente a la ex-estación policial de Sara para conmemorar esta fecha y festejar el reciente gran triunfo. Más de mil personas participaron. Se inició el acto con la lectura de panfletos de los shoras para luego permitir a todas las organizaciones y partidos la lectura de sus panfletos. Esa y luego la Burdarky Sara fueron transformadas en una Plaza de Libertad. Todo iba bien hasta que poco a poco los marxistas comenzaron a ganar importancia. Estos razonaban como si los todos los que ahí se encontraban fueran trabajadores exhaustos por el trabajo duro. Se hicieron discursos y leyeron textos contra la burguesía. Individuos como A., WO, y otros atacaron al KF afirmando que eran reaccionarios y que había un abismo entre estos y los shoras de los trabajadores y explicando como actuaba la burguesía y que nosotros, los trabajadores, no teníamos que tener miedo a nada y que teníamos que luchar hasta el final contra ella. Y así siguieron, hasta tal nivel que la gente empezó a criticarnos también a nosotros. Al final de la asamblea el FK organizó una gran manifestación contra los shoras que dirigió hacia la escuela Awat, cruzando Tooy Malik, donde gritaban: "el FK es la cabeza de las masas, los shoras solo sirven para sembrar el desorden".
Pero RAWT continúo con su trabajo y hasta hoy en día continúan actuando como voz que no tiene otro impacto que el de desarrollar el antagonismo con el FK. Es de lo único que hablan. La situación se desarrolló de tal manera que lo único que hacían las dos tendencias era el enfrentar a la otra. Fuimos acusados de ladrones y cobardes y de ser los hombres del FK. Al mismo tiempo se daba lo de Kirkuk. El gobierno había retomado Kirkuk y las fuerzas kurdas pretendían recapturarlo. Nuestra posición fue la de participar en forma independiente en esa lucha. La otra tendencia, que hablaba aún en nombre del shora, se unificó con Alay Shorsh -Estandarte de la Revolución- para tomar parte en la acción... Las fuerzas gubernamentales avanzaban a tal punto que en la noche del 3 de abril estaban muy cerca de Sulemania, los proyectiles del gobierno caían en la ciudad. En la noche se dio la mayor manifestación de todas en Sulemania para levantar la moral de la gente, se llamó a no evacuar la ciudad sino a resistir. Se gritó la consigna "ni proyectiles, ni tanques ni aviones nos harán abandonar la ciudad". Por la noche fuimos a ver al dirigente máximo del KF en Tooy Malik. Ellos afirmaban que iban a resistir y que no dejarían la ciudad puesto que los peshmergas derrotarían al gobierno. Esto continuó hasta luego de medianoche, en que la estación de radio del FK declaró, que nadie debía interponerse frente a quien quisiera tomar sus pertenencias y con sus familias abandonar la ciudad. Esto fue muy desmoralizador; cada uno quedaba librado a su suerte, y actuando como mejor lo sintiera. Durante la mañana la gente abandonaba la ciudad; así salió alrededor del 80% de la población. Algunos amigos se quedaron conmigo y pensamos como resistir. Alrededor de las 11 de la mañana del 3 de abril la ciudad de Sulemania es bombardeada con armas de artillería. Como mi familia no estaba de acuerdo en abandonar Sulemania envié a W.K. y W.A. con otros amigos a la Avenida Krgais. Yo, HAJ y mi hermano K con otros tres amigos estábamos en Tooy Malik cerca de la calle 60. Cruzamos la calle sin que se diera ninguna resistencia. Los aviones continuaron bombardeando pero en algunos distritos se día alguna respuesta contra ellos. Miles de personas cruzaban la Avenida Azmre en pleno bombardeo aéreo y muchas de ellas murieron ahí. Entonces los soldados abandonaron la calle 60 y se comenzaron a replegar hacia las montañas. Tiraron contra nosotros sin apuntar y entonces nos dirigimos hacia el otro lado de Goza y luego hacia Charta.
Otro grupo ha surgido recientemente luego del desagregamiento de los shoras que se llama Asociación de los Trabajadores (Hastak Krekaren). Ellos creen en la lucha de los shoras y todos sus programas son los de los trabajadores. Teóricamente tienen una línea dura Marxista-Leninista y hacen pintadas. Tienen las mismas características que los anteriormente citados y no se comprometen en nada que pueda dejar claras sus posiciones sino que se dedican a escupir contra todo. Para ellos es suficiente el discutir alrededor de una mesa, al margen de lo cual no hacen nada.
Querido (...)
Estoy ahora en el viejo Penjwen con K y otros amigos y francamente ahora no tengo ninguna satisfacción con los Marxistas Leninistas que están completamente debilitados. No creo en los partidos o en los negociados del partido y pienso que jamás trabajaré con cualquier grupo político, organización o partido. Veo las cosas únicamente como humanas, estoy preparado a participar en cualquier acontecimiento que sirva a la humanidad y de interés general. Así será mi participación. Progresivamente pero sin compromiso organizacional.
Ahora apoyo los puntos levantados en las negociaciones puesto que la gente ha llegado a la conclusión de que no puede levantarse frente al Imperialismo y puesto que muchas cosas que están sucediendo surgieron como deseos del pueblo Kurdo. La capacidad del pueblo llega a sus límites y por ello es mejor llegar a un acuerdo. Necesita encontrar un poco de paz luego de 3 guerras en 10 años, con todas las dificultades y tragedias humanas que éstas trajeron. La gente quiere solo vivir como seres humanos, necesita seguridad y establecerse un poco. Ello nos hace preferir la intervención del ejército americano en la medida que nos sentimos a salvo. Si triunfan las negociaciones, se asentarán las cosas según los intereses de occidente que también necesitan salvarse... y estaremos también agradecidos. Entonces podré reposar y retomar mi vida privada. Mi amigo, te pido que me perdones si estas lineas te chocan.
Innumerables pequeños grupos surgieron e intentaron centralizarse, a través de la coordinación de la acción directa y la discusión política. A pesar de la fuerza y las maniobras conjuntas de los nacionalistas y de otras fuerzas de la reacción internacional, el proletariado continua, mostrando su vitalidad a través de la riqueza y la calidad de los debates en curso. Las denuncias anti-nacionalistas resultan particularmente importantes para el futuro del movimiento.
"¿El Frente Kurdo y los Nacionalistas no tendrán intereses comunes con el partido Baasista?" Si no fuese así ¿cómo explicar que el Frente Kurdo, cuando atacamos el cuartel general de la policía, parecía compartir los dolores de estos y llamaba a: "cálmense,... de todas maneras ya los tienen cercados". ¿Cómo explicar que el Frente Kurdo asesine a soldados y llame a respetar la vida de los miembros de la policía secreta? ¿Y cómo explicar que al día siguiente al ataque del Cuartel General, hubiese policías nuevamente armados en el techo de dicho edificio?
Todos nosotros hemos visto como los peshmergas devolvieron los tanques y la artillería a las fuerzas gubernamentales.
¿No significa todo esto que el Frente Kurdo protege al Estado y al régimen Baasista?
La respuesta es SI y tenemos que reconocer que ellos son enemigos del pueblo".
Extracto del periódico "New Life", órgano de SSFA (Acción Socialista Solidaria)
"El proletariado tiene que diferenciarse del nacionalismo y de los partidos de Dios. El socialismo proletario no podrá sobrevivir si no realiza esta separación. No puede subsistir sin una poderosa organización autónoma que pueda efectivamente tomar a cargo las tareas del proletariado y de la masa explotada en general. Los proletarios y las masas explotadas, en su lucha diaria, tienen que expresar su autonomía, tienen que mostrar a todo el mundo que tienen su propio movimiento social, una perspectiva social diferente y que no son los seguidores del capital y de su mercado libre. Ellos no están ligados a ninguna estrategia americana (el "Nuevo Orden Mundial") a ninguna alternativa nacionalista árabe o Kurda, o a otro partido de Dios. oOo
Por el contrario, tienen que mostrar su contraposición con todo esto, mostrar que tienen un objetivo completamente diferente: la dictadura del proletariado y la liberación universal. Por ello es esencial que los proletarios, en sus actividades cotidianas, en las asambleas, en las huelgas, en sus reivindicaciones y en sus consignas, plantee sus intereses políticos. En ese proceso los proletarios socialistas, las fracciones radicales y las vanguardias del movimiento tienen la tarea práctica de asegurar la formación, la propaganda y la organización de los proletarios al interior de un cuadro diferente. Tenemos que enfrentar las condiciones miserables de vida, el bloqueo económico,... Si nos dicen que nuestra unidad y nuestros intereses son inapropiados y sirven a los intereses del poder baasista, la respuesta del proletariado socialista será clara: no queremos sacrificarnos por los antagonismos interburgueses y los proletarios manteniendo la contraposición con el bloqueo económico, exigimos aumentos de salarios para los que contribuyen a la producción. Los proletarios tienen que combatir la presión de las fuerzas de la policía imperialista de las Naciones Unidas en el Kurdistan y en el Sur, dado que estas fuerzas no solamente no ayudan al pueblo, sino que al contrario, ponen en práctica las políticas capitalistas de destrucción de las fuerzas revolucionarias. No puede haber dudas acerca del hecho de que las luchas obreras actuales, a través del mundo y particularmente en Irak, han demostrado que el proletariado no puede obtener nada cuando se encuentra dividido. Es por ello que tenemos que luchar codo a codo, mostrar nuestra solidaridad y combatir para hacer asambleas generales, para organizar un movimiento centralizado que pueda darle la fuerza a los proletarios de "emerger en la escena mundial" como clase verdaderamente activa, que exprese los intereses de sus luchas... El proletariado solo podrá ser capaz de enfrentar a la burguesía y difundir su mensaje al proletariado del resto del mundo cuando se constituya en un movimiento centralizado y unificado. Solo de esa manera los proletarios y los grupos socialistas serán capaces, frente a las otras tendencias que existen en el movimiento, de desarrollar y realizar el contenido comunista de la lucha proletaria..."
Extracto del periódico "Visiones obreras" Nº2 órgano del CAG (Grupo de Acción Comunista)
El primer punto de este informe trata de "la falta de crítica internacionalista y comunista frente al ataque de la burguesía mundial para imponer su política contrarrevolucionaria al conjunto del planeta...":
"Para nosotros no se trata de negar nuestra lucha contra la guerra del Golfo y la ofensiva americana, sino las interrogantes son: ¿es que esta lucha fue el eje central a poner adelante en nuestra práctica y en nuestras orientaciones políticas? ¿Es que el interés internacionalista del proletariado se constituyó verdaderamente, en la realidad, en eje central de nuestro movimiento?
La importancia de esta crítica aparece cuando, independientemente de lo que asumimos como lucha contra la crisis, la guerra del Golfo y el asalto de la burguesía imperialista mundial, planteamos las otras tareas que descuidamos. En realidad, nos hizo falta una perspectiva internacionalista comunista en la comprensión de las causas y objetivos de esta guerra en tanto que guerra del imperialismo mundial lo que consecuentemente impidió que orientáramos nuestra lucha como una fuerza del proletaria internacionalista... En el mejor de los casos, desarrollamos una acción y una crítica radical en vez de una acción y una critica internacionalista, lo que consecuentemente impidió tomar una actitud y una política directamente producida de los intereses y perspectivas del proletariado internacionalista."
"El no haber tenido una política y una crítica práctica internacionalista comunista en la evaluación y análisis de la guerra del Golfo, como una guerra imperialista contra el proletariado mundial, muestra la falta de posición en relación a este aspecto, es decir la falta de crítica de la práctica, de la política y de estrategia de la burguesía de oposición frente a los sucesos sociales y políticos en Irak... Esta ausencia de análisis y de perspectiva internacionalista práctica es evidente para aquellos que han leído nuestras orientaciones y llamados durante el año pasado con respecto a los últimos sucesos. No pudimos mostrar las conexiones entre estas oposiciones burguesas (nacionalistas kurdos, árabes, shíitas,...) y las fuerzas del imperialismo mundial, y esto sobre todo en la práctica... Los motores y los autores directos de las masacres en los sublevamientos del sur y del norte fueron, sin lugar a dudas, los baasistas, pero ello no pone en cuestión las relaciones entre la guerra de la burguesía americana en el Golfo y el sacrificio de miles de obreros en una contradicción interburguesa.
En nuestra crítica a la oposición burguesa en general y al nacionalismo kurdo y shíita en particular, hemos perdido de vista las relaciones que tienen todas las fracciones entre ellas. No hemos llegado a mostrar la unidad de intereses coordinada existente en sus acciones contra el comunismo y el proletariado mundial.
Al no haber podido clarificar el lugar de la burguesía de oposición al interior de la estrategia del imperialismo mundial se dejó el campo libre a la burguesía para imponer su influencia en el extenso espacio social al interior del movimiento insurreccional proletario... Lo que no hicimos fue enfrentar estas fuerzas cara a cara allí donde ellas operaban como movimiento anticomunista y antiproletario. De allí sacan su fuerza. Era crucial, en este terreno, definir la política y la función que desempeñaban estas fuerzas burguesas contra el movimiento.
Es cierto que desde siempre hemos definido a los nacionalistas y a los shíitas como dos movimientos sociales burgueses, pero en la práctica no hemos respetado este análisis con las consecuencias que implicaba. La consecuencia práctica de nuestra análisis residía en la acción contra las personificaciones de estas fuerzas burguesas y su estrategia imperialista mundial. Evaluamos mal las posibilidades y las fuerzas reales de los nacionalistas kurdos y árabes para imponerse a los proletarios. No llegamos a mostrar, como era necesario, las características del movimiento en su conjunto, en sus contradicciones... y no hemos llegado a poner el acento en el papel nefasto, que podían jugar los nacionalistas y los shíitas en el movimiento, de desnaturalización y desarmamiento de los objetivos proletarios."
"Este movimiento surge como un movimiento autónomo al interior de los sublevamientos, sin llegar a imponer, como movimiento social político poderoso, su fuerza al interior de la sociedad. "Perspectiva Proletaria", intentó imponer, como movimiento autónomo, una dirección proletaria al interior de estos sucesos, tratando de desarrollar sus propias consignas, sus exigencias y sus organizaciones como fuerza clasista independiente al interior del movimiento. Nosotros trabajamos, desde el comienzo, para mostrar que el proletariado tiene sus intereses de clase propios, afuera de los nacionalistas kurdos y otros movimientos de la burguesía. Hemos insistido sobre el hecho de que es una cuestión vital para los comunistas, el desarrollo del movimiento proletario por sus objetivos sociales y políticos propios, como partido, como Shoras independientes..."
El movimiento comunista contra el parlamentarismo y la democracia
El antagonismo esencial entre burguesía y proletariado es el de la propiedad privada. La burguesía mundial protege la propiedad de su clase, manteniendo al proletariado como clase productora. En contraposición a ello, el proletariado amenaza esta propiedad atacando todo poder de clase y aboliéndose a sí mismo como clase. Es por ello que no existe algo que pueda conciliar los intereses de estas dos clases antagónicas y todas esas charlatanerías a propósito de los "frentes unidos", "la participación al parlamento"... no son más que manipulaciones contrarrevolucionarias que amalgaman el interés del proletariado con el de su enemigo: la burguesía.
¿Qué es el Parlamento?
Es el Estado en su más alto nivel, es la imagen perfecta de la democracia, el medio más eficaz para reprimir siempre a los explotados. Es la fuerza organizada que protege a los capitalistas y a sus bienes. es la unión de todos los burgueses, de "izquierda" y de "derecha" para mantener la sociedad actual y asegurar la reforma necesaria a sus partidos, evitando, así, que su continuo desgaste los lleve a su destrucción. Frente a esta realidad, el proletariado mundial responde unánimemente y organiza una sola dirección: la lucha contra la propiedad privada y por lo tanto, la lucha contra las instituciones que la protegen. Esta lucha se definen no por la reforma o el cambio de leyes y de instituciones, sino por su aniquilamiento; no tiene por objetivo el otorgarle al Estado y su parlamento más democracia, sino su destrucción.
Por ello, apoyar la asamblea del Frente Kurdo, de la democracia del Capital mundial y de la Social-Democracia (UPK) y también el poder de los Shoras o de los izquierdistas, es reconocer, en nombre de los explotados, el poder del Frente Kurdo y de la política anti-revolucionaria contra la insurrección y el curso de la revolución. Ello implica reclutar a los explotados en la organización y centralización de la dominación de una clase que lucha por la destrucción del movimiento revolucionario, una clase que toda ofensiva que despliega es contra el movimiento revolucionario y cuyo único objetivo es el mantener este mundo de clases. La participación en el Parlamento es esencialmente para el proletariado, la participación en su propia explotación (12) y por ello, colaborar con los ataques de su enemigo contra su propio movimiento. En dos palabras, participar en el Parlamento es reforzar las instituciones del Capital, instituciones a través de las cuales la burguesía destruye el movimiento proletario. Enrolar al proletariado en el parlamento es otorgarle la responsabilidad del aniquilamiento de sus propios intereses, puesto que quien dice parlamento, dice reconocimiento de un conjunto de leyes, de reglas y de prácticas que aprisionan y destruyen el movimiento.
Si, la Asamblea del Frente Kurdo (que no es más que el parlamento de la contrarrevolución mundial en esta parte insurrecto del mundo) con todos sus partidos, con todos sus banderas de colores, con todos sus acuerdos y desacuerdos, con todos sus niños utilizados para su propaganda electoral, con la utilización sutil de culturas y folclores contrarrevolucionarios, no es más que "el plato principal" de la organización de la clase dominante.
Es por ello que el Frente Kurdo no es más que un techo contrarrevolucionario para ocultar todos los conflictos entre las clases, para sembrar la confusión en los proletarios con el objetivo de reforzar el poder de la burguesía, aniquilar la insurrección y toda tentativa de organización revolucionaria, toda unidad clasista del proletariado.
Es por ello que el Frente Kurdo despliega inmensos esfuerzos contrarrevolucionarios para mantener, reforzar y renovar su organización social, desviando y cegando, así, a los proletarios, ligándolos cada vez más al trabajo para que la sociedad de explotación se mantenga viva.
La Asamblea del Frente Kurdo no tiene ninguna diferencia con la Asamblea Nacional de Irak o con el Congreso de América o con de Shoras Islámicos de Irán..., no es más que un teatro mistificador del Capital Mundial presentado hoy en día para proteger y mantener su mundo. Es la comedia del cambio de "dictador" por otro "demócrata", de la eliminación de tal terrorista por otro pacifista..., es siempre lo mismo, sea la represión de las protesta, puesto que se sitúan fuera de la ley, sea la imposición del orden internacional a través de las guerras destructoras. Mientras que los revolucionarios luchaban contra el Estado en Kirkuk, estos señores del Frente Kurdo preparaban su respuesta a una carta enviada por el gobierno de Bagdad en la que les proponía negociar. La respuesta del Frente Kurdo marcaba su pleno acuerdo. Esta respuesta jamás llegó a su destinación: "Dios sabe que el auto que transportaba esta respuesta, víctima de los combates que se desarrollaban en esta región durante estos momentos, se incendió. Los que estaban en el auto pudieron salvarse pero la carta se quemó" ¡según la explicación de uno de los responsables!
Como lo demuestran los hechos transcurridos en estos últimos año, existe, en el mundo, una tendencia revolucionaria ascendente, que con alzas y bajas toman cotidianamente la forma de francos conflictos de clase. El enfrentamiento del Capital mundial contra estas olas revolucionarias que surgen por todo lados, revela una evidencia histórica: esta fase de lucha de clases produce una ruptura neta del movimiento revolucionario contra este mundo.
Afrontemos la contrarrevolución y sus tentativas de reorganización. Hay un millón de frentes y asambleas, partidos de izquierda y derecha, en el mundo que componen un solo poder mundial, unidos para gestionar este sistema de explotación.
HAY QUE:
- romper con todas las asambleas y los partidos de izquierda como de derecha y rechazar la participación en sus reuniones y la sumisión a su dirección.
- luchar por el desarrollo y fortificación de la identidad social del internacionalismo de nuestro movimiento, atacando toda sumisión a las organizaciones contrarrevolucionarias.
- orientar la dirección de nuestro movimiento (profundizar el nivel de nuestra lucha, de nuestro reagrupamiento, de nuestro armamento, de nuestra ruptura con las manipulaciones burguesas, etc...) de acuerdo con el objetivo de profundizar el nivel de internacionalismo de nuestro movimiento, desarrollando nuestra unidad, nuestra coordinación hacia la organización clasista internacional.
¡Abajo todos los esfuerzos y las acciones que el Frente Kurdo lleva adelante para salvar y gestionar esta sociedad de esclavitud!
¡Abajo este mundo de domesticación!
¡Por el futuro de una comunidad humana!
- Grupo Comunista Internacionalista -
Sulemania el 11/5/92
La memoria obrera del proletariado, como su lucha, es por esencia internacional. Se nos dirá entonces porqué insistimos con que fue el proletariado en ese país quién realizó una lucha ejemplar contra la burguesía internacional a principios de siglo, porqué insistimos en que fueron los revolucionarios de ese país los que escribieron los textos que publicamos si en el fondo es exactamente lo mismo.
La respuesta estriba en que desde siempre la burguesía mundial ha intentado negar el carácter de clase y revolucionario de la lucha del proletariado en ese país, como si fueran simples luchas campesinas por reformas agrarias -negación práctica efectuada por la misma contrarrevolución cuando triunfó y se transformó en gobierno- aunque para nosotros sea exactamente lo mismo quien combata esas calumnias del enemigo no hay dudas de que la fuerza que adquieren los documentos históricos cuando provienen de los mismos protagonistas combatiendo las mismas calumnias.
Los textos aquí presentados fueron todos escritos por ese gran desconocido que sigue siendo para los revolucionarios actuales Ricardo Flores Magón. Los hemos elegido por su validez general es decir por no referirse a tal o tal personaje o a tal o tal período, lo que logicamente será indispensable cuando realicemos un trabajo sobre la lucha de clases en México en esos años.
Por tratarse de textos cortos de validez general no requieren largas presentaciones; justamente nos parecen sumamente adecuados para que a su vez los lectores, corresponsales, compañeros, busquen las formas de reproducirlos, de hacerlos conocer, de difundirlos. Tal vez esto habra otras vías para dar a conocer más globalmente la obra de Ricardo Flores Magón, Librado Rivera, Práxedis Guerrero, Enrique Flores Magón,... que también en el futuro serán armas en manos de nuestra clase contra todos los recuperadores de revoluciones, demócratas y nacionalistas.
No requieren ningún comentario textos como "El obrero y la máquina", "La torta de pan", "Cobrando méritos", "El mendigo y el ladrón", pues a pesar de la ficción de la que parten tienen una frescura, una fuerza y una "realidad" que "habla" más que muchas "explicaciones de lo real".
"Justicia Popular" por su parte aunque hace referencia específica a la revolución y la contrarrevolución en México, como el lector comprenderá, grita la contraposición global que existe entre los que se abanderan con la revolución y da directivas claras sobre el contenido social de la revolución y la ruptura con quienes tratan de terminar la revolución lo antes posible (1).
Los texto "¿Está resuelto el problema del Hambre?" y "¡Despierta proletario!" a pesar de ser textos que se refieren a hechos o momentos mucho más específicos tienen también una actualidad total. El primero contra todas las ideologías de que no hay lucha revolucionaria, de que no hay lucha por la revolución social (ver por ejemplo el último texto de esta revista) si los obreros no recibieron la consciencia, si no fueron educados, etc. El mismo afirma la tesis programática materialista de que la revolución continuará en pie mientras exista la sociedad que hambrea al proletariado. El segundo contra toda interpretación mecanicista, economicista de esa tesis materialista (2), es un llamado concreto a la ruptura revolucionaria, a la organización clasista, a la unidad combatiente del proletariado consciente para que la revolución no encumbre a otro gobierno sino que se afirme como revolución económica destructora del derecho de propiedad, es decir como revolución comunista.
La máquina gime a impulsos del motor, como si ella participase igualmente de la fatiga de su compañero de sangre y músculos: el hombre. Las mil piezas de la máquina se mueven, se mueven sin cesar. Unas se deslizan, saltan otras, giran éstas, se balancean aquéllas, sudando aceites negros, chirriando, trepidando, fatigando la vista del esclavo de carne y hueso que tiene que seguir atento sus movimientos, sobreponiéndose al mareo que ellos provocan, para no dejarse coger un dedo por uno de esos diablillos de acero, para no perder la mano, el brazo, la vida...
-¡Máquina infernal! ¡Deberíais desaparecer todas vosotras, engendros del Demonio! ¡Bonito negocio hacéis! En un día, sin más costo que unas cuantas cubetas de carbón para el motor y con un solo hombre a vuestro lado, hacéis más cada una de vosotras que lo que pudiera hacer un hombre solo en un mes; de manera que un hombre de mi clase, pudiendo tener asegurado el trabajo por treinta días, tú lo reduces a uno... ¡y que reventemos de hambre! ¡Eso no te interesa! Sin ti tendrían asegurado el pan más de veinte familias proletarias.
Las mil piezas de la máquina se mueven, giran, se deslizan en diferentes sentidos, se juntan y se separan, descienden, suben, sudando grasas infectas, trepidando, chirriando hasta el vértigo... El negro armatoste no tiene punto de reposo, jadea como cosa viviente, y parece espiar el menor descuido del esclavo de carne para morderle un dedo, para mascarle una mano, para arrancarle un brazo o la vida...
A través de una claraboya penetran los rayos de una luz de calabozo, lívidos, desabridos, espantoso, que hasta la luz se niega a sonreír en aquel pozo de la tristeza, de la angustia, de la fatiga, del sacrificio de las vidas laboriosas en beneficio de las existencias holgazanas. De la parte de afuera penetran rumores de pisadas... ¡es el rebaño en marcha! En los rincones del taller espían los microbios. El obrero tose... ¡tose...! La máquina gime, gime, ¡gime...!
-Siete horas llevo de estar de pie a tu lado, y aun me faltan tres. Siento vértigos, pero he de dominarme. Mi cabeza gira, pero no puedo descuidarme, ¡traidora! Tengo que seguir tus movimientos para evitar que me muerdan tus dientes de acero, para impedir que me aprisionen tus dedos de hierro... ¡Tres largas horas todavía...! Mis oídos zumban, una terrible sed me devora, tengo fiebre, mi cabeza estalla.
De la parte de afuera llega el alegre ruido de unos chiquillos que pasan traveseando. Ríen, y sus risas, ingenuas y graciosas, rompen por un instante la tristeza ambiente, suscitando una sensación de frescura como la que experimenta el espíritu abatido a los gorjeos de las aves. El obrero se estremece de emoción; ¡así gorjean sus chicuelos! ¡Así ríen! Y sin apartar la vista de las mil piezas que se mueven a su frente, piensa, piensa, ¡piensa...! piensa en aquellos pedazos de su corazón que le esperan en el humilde hogar. Siente escalofríos ante la idea de que aquellos tiernos seres que él lanzó a la vida, tengan que venir más tarde a agonizar enfrente de la máquina, en la penumbra del taller, en cuyos rincones los microbios espían...
-¡Maldita máquina! ¡Maldita seas!
La máquina trepita con más ímpetu y no gime ya. De todos sus tendones de hierro, de todas sus vértebras de acero, de los duros dientes de sus engranajes, de sus mil infatigables piezas, se desprende un sonido ronco, airado, colérico, que, traducido al lenguaje humano, quiere decir:
-¡Calla miserable! ¡No te quejes, cobarde! Yo soy una simple máquina que se mueve a impulsos de un motor; pero tú tienes sesos y no te rebelas, ¡desgraciado! ¡Basta ya de lamentaciones, infeliz! No soy yo quien te hace desgraciado, sino tu cobardía. Hazme tuya, apodérate de mí, arráncame de la garras del vampiro que te chupa la sangre, y trabaja para tí y para los tuyos, ¡idiota! Las máquinas somos buenas, ahorramos esfuerzo al hombre, pero los trabajadores sois tan estúpidos que nos dejáis en las manos de vuestros verdugos, cuando vosotros nos habéis fabricado. ¿Puede apetecerse mayor imbecilidad? ¡Calla, calla mejor! Si no tienes valor para romper tus cadenas, ¡no te quejes! Vamos, ya es hora de salir, ¡lárgate y piensa!
Las palabras saludables de la máquina, y el aire fresco de la calle, hicieron pensar al obrero. Sintió que un mundo se desplomaba dentro de su cerebro: el de los prejuicios, las preocupaciones, los respetos a lo consagrado por la tradición y por las leyes, y, agitando el puño, grito:
-Soy anarquista. ¡Viva Tierra y Libertad!
Hombres y mujeres, viejos y niños, pasan y repasan a lo largo de escaparate, y la torta se siente mordida por mil miradas ávidas, la miradas del hambre, que devoran hasta las rocas,
A veces la torta se estremece de emoción; un hambriento se detiene y la mira, ardiendo en sus ojos una chispa expropiadora. Alarga la mano...; pero para retirarla vivamente, el frío contacto del cristal le apaga la fiebre expropiadora, recordando la Ley ¡no hurtarás!
La torta, entonces, se estremece de cólera. Una torta de pan no puede comprender cómo es que un hombre que tiene hambre no se atreva a hacerla suya para devorarla, con la naturalidad con que una acémila muerde el haz de paja que encuentra a su paso.
La torta piensa:
-El hombre es el animal más imbécil con que se deshonra la Tierra. Todos los animales toman de donde hay, menos el hombre. ¡Y así se declara él mismo el rey de la creación! Heme aquí intacta, cuando más de un estómago ordena a la mano irresoluta que me tome.
El gentío pasa y repasa a lo largo de la vidriera devorando, con los ojos, la torta de pan. Algunos se detienen frente a ella, lanzan miradas furtivas a derecha e izquierda... y se marchan a sus hogares con las manos vacías, pensando en la Ley: ¡no hurtarás!
Una mujer -la imagen del hambre- se detiene, y con los ojos acaricia la costra dorada de la torta de pan. En sus brazos escuálidos lleva un niño, escuálido también, que chupa ferozmente un pecho que cuelga mustio como una vejiga desinflada. Esa torta es lo que necesita para que vuelva a sus pechos la leche ausente...
En sus bellas pestañas tiemblan dos lágrimas, amargas como su desamparo. Una piedra, al contemplarla, se partiría en mil pedazos... menos el corazón de un funcionario. Un gendarme se acerca, robusto como un mulo, y, con voz imperiosa, ordena: "Circulad!," al mismo tiempo que la empuja con la punta del bastón, siguiéndola con la vista hasta que se pierde, con su dolor, en medio del rebaño irresoluto y cobarde...
La torta piensa:
-Dentro de unas horas, cuando ya no sea yo más que una torta de pan viejo, seré arrojada a los marranos para que engorden, mientras miles de seres humanos se oprimirán el vientre mordido por el hambre. ¡Ah! los panaderos no deberían hacer más pan. Los hambrientos no me toman porque tienen la esperanza de que se les arroje un pedazo de pan duro en cambio de su libertad, trabajando para sus amos. ¡Así es el hombre! Un pedazo de pan duro para entretener el hambre es un narcótico que adormece, en los más la audacia revolucionaria. Las instituciones caritativas, con las piltrafas que dan al hambriento, son más eficaces para matar la rebeldía que el presidio y el cadalso. El "pan y circo" de los romanos encierra un mundo de filosofía castradora. Cuarenta y ocho horas de hambre universal, enarbolarían la bandera roja en todos los países del mundo...
La mano del dueño, que tomó la torta con destino a los marranos, puso un "hasta aquí" a los pensamientos subversivos del pan.
-La plebe me odia- dice el presidio bostezando; -pero merezco la consideración y el respeto que me otorgan las personas distinguidas, de cuyos intereses soy escudo. Cada vez que el honorable guardián del orden me trae un nuevo huésped, tiemblo de emoción, y mi satisfacción llega a su límite cuando siento rebullirse en mi vientre de piedra el mayor número de criminales.
Hay una pausa. A través de las rejas se escuchan chirridos de cadenas, rumores de quejas, chasquidos de látigo, broncas voces de mando en medio de un jadeo de bestias acosadas, todos los ruidos horribles que forman la horrible música del presidio.
-Grande es tu misión, amigo presidio- dice el templo,- e inclinó reverente mis torres ante ti. Yo también me siento satisfecho de ser el escudo de las personas distinguidas, porque si tú encadenas el cuerpo del criminal, yo quiebro voluntades, castro energías; y si tú levantas un muro de piedra entre la mano del pobre y los tesoros del rico, yo invento las llamas del infierno para ponerlas entre la codicia del miserable y el oro del burgués.
Hay una pausa. Por las ventanas y por las puertas, entre los aromas del incienso y las transpiraciones fétidas del ganado aglomerado, salen al espacio azul rumores de sollozos, de súplicas, ruidos viles, formados por todas las debilidades, por todas las renunciaciones, la abyecta música de los sumisos y de los vencidos.
-Mientras me mantengo en pie, el señor duerme tranquilo,-dice el presidio.
-Mientras haya rodillas que toquen mis baldosas, se mantendrá en pie el poderío del señor, -dice el templo.
-Hay una pausa. El presidio y el templo parecen meditar, satisfecho, el primero, de encadenar los cuerpos; contento, el segundo, de encadenar las conciencias; orgullosos, ambos, de sus méritos.
En el rincón de una covacha, la dinamita escucha, haciendo esfuerzos poderosos para no estallar de indignación.
-¡Esperad!- dice para sí,- ¡esperad, monumentos de la barbarie, que no tarda en llegar la mano audaz que ha de desatar el rayo que llevo en mi seno! En el vientre de la Miseria se agita el feto de la Rebeldía. ¡Esperad! Esperad el fruto de siglos de explotación y de tiranía; las negras falanges del hombre apuran los últimos sorbos de la amargura y de la tristeza; el vaso de la paciencia rebosa; unas gotas más, y se desbordarán todas las indignaciones, saltarán de su cárcel todas las cóleras, traspasarán sus límites todas las audacias. ¡Esperad, edificios sombríos, cuevas del dolor, que en el gran calendario del sufrimiento humano resplandece, con colores de incendio y de sangre, una fecha roja, un nuevo 14 de julio para todas las Bastillas, las del cuerpo y las de la conciencia! El ganado se endereza para convertirse en hombres, y pronto el sol dejará de tostar los lomos del rebaño para iluminar las frentes de los hombres libres... ¡Esperad! Permaneceréis en pie el tiempo que dure yo en este rincón
-¡Una limosna, por el amor de Dios!
De vez en cuando cae una moneda en la mano del pordiosero, que este mete presuroso en el bolsillo prodigando alabanzas y reconocimientos degradantes. El ladrón pasa, y no puede evitar el obsequiar al mendigo con una mirada de desprecio. El pordiosero se indigna, porque también la indignidad tiene rubores, y refunfuña atufado:
-¿No te arde la cara, ¡bribón! de verte frente a frente de un hombre honrado como yo? Yo respeto la ley: yo no cometo el crimen de meter la mano en el bolsillo ajeno. Mis pisadas son firmes, como las de todo buen ciudadano que no tiene la costumbre de caminar en puntillas, en el silencio de la noche, por las habitaciones ajenas. Puedo presentar el rostro en todas partes; no rehuyo la mirada del gendarme; el rico me ve con benevolencia y, al echar una moneda en mi sombrero, me palmea el hombro diciéndome: "¡buen hombre!".
El ladrón se baja la ala del sombrero hasta la nariz, hace un gesto de asco, lanza una mirada escudriñadora en torno suyo, y replica al mendigo:
-No esperes que me sonroje yo frente a ti, ¡vil mendigo! ¿Honrado tú? La honradez no vive de rodillas esperando que se la arroje el hueso que ha de roer. La honradez es altiva por excelencia. Yo no sé si soy honrado o no lo soy; pero te confieso que me falta valor para suplicar al rico que me dé, por el amor de Dios, una migaja de lo que me ha despojado. ¿Qué violo la ley? Es cierto; pero la ley es cosa muy distinta de la justicia. Violo la ley escrita por el burgués, y esa violación contiene en sí un acto de justicia, porque la ley autoriza el robo del rico en prejuicio del pobre, esto es, una injusticia, y al arrebatar yo al rico parte de lo que nos ha robado a los pobres, ejecuto un acto de justicia. El rico te palmea el hombro porque tu servilismo, tu bajeza abyecta, le garantiza el disfrute tranquilo de lo que a ti, a mi y a todos los pobres del mundo nos ha robado. El ideal del rico es que todos los pobres tengamos alma de mendigo. Si fueras hombre, morderías la mano del rico que te arroja un mendrugo. ¡Yo te desprecio!
El ladrón escupe y se pierde entre la multitud. El mendigo alza los ojos al cielo y gime:
-¡Una limosna, por el amor de Dios!
¡Atrás, bandidos! volvió a rugir el jefe vazquista al ver que la multitud parecía no haber escuchado el primer grito, pues continuaba focejeando por extraer las útiles y buenas cosas que hacían falta a sus hogares pobrísimos.
¡Alto, u ordeno que se os haga fuego!, bramó el jefe vazquista, loco ya de rabia ante aquel "atentado" al derecho de la propiedad.
¡Bah!, dijo una mujer que llevaba un niño prendido al pecho, ¡bromea el jefe! Y con los demás continuó, la simpática tarea de romper candados y cerrojos para tomar de aquellos depósitos del producto del trabajo de los humildes, lo que no había en sus hogares.
En efecto, para aquellas buenas gentes bromeaba el jefe vazquista. ¿Cómo había de ser posible que un revolucionario se pusiera a defender los intereses de la cruel burguesía, que había tenido al pueblo en la más abyecta miseria? No, decididamente bromeaba el jefe vazquista, y atacaron con más bravura las recias puertas de los almacenes, hasta que saltaron los candados hechos pedazos y los cerrojos retorcidos a inservibles, abriéndose las puertas para dar entrada a la multitud gozosa, que saboreaba de antemano tantos buenos comestibles allí encerrados, a la par que se imaginaba pasar un agradable invierno bajo el suave calor de las buenas telas allí almacenadas.
Inundaban las calles aquellas simpáticas hormigas; cargando cada una de ellas tanto como podía; riendo los niños, llenas de confituras las boquitas; radiantes las mujeres bajo la pesadumbre de sus fardos; contentos mujeres y niños con la agradable sorpresa que recibirían los varones cuando regresaran de la mina, diez kilómetros distante del poblado.
En medio de su algarabía no oyeron una voz estridente que gritó: ¡Fuego!... Las azoteas se coronaron de humo, y una granizada de balas cayó sobre la muchedumbre despedazando carnes maduras y carnes tiernas. Los que no fueron heridos se dispersaron en todas direcciones dejando por las calles mujeres y niños agonizantes o muertos... ¡Fueron en busca de la vida, y se tropezaron con la muerte! ¡Creyeron que la Revolución se hacía en beneficio de los pobres, y se encontraron con que se hacía para sostener a la burguesía!
Cuando los mineros regresaron a sus hogares, caídos los brazos por el cansancio, pero alegres por haber salido del presidio de la mina para estrechar a sus compañeras y besar las frentecitas de los chicuelos, supieron, de labios de los supervivientes, la triste nueva: ¡los vazquistas, sostenedores de esa iniquidad que se llama Capital, habían disparado sus armas sobre las mujeres y los niños en defensa del "sagrado" derecho de propiedad!
La noche, negra, tendía su sudario sobre aquel campo de la muerte. El silencio era tan sólo perturbado de tiempo en tiempo por los gritos de los centinelas que corrían la voz, o por el lúgubre aullido de algún perro, que extrañaba a su amo. Bultos negros, que parecía formaban parte de la noche, discurrían aquí y allá, sin hacer ruido, como si se deslizaran; pero un oído atento podía haber sorprendido estas palabras pronunciadas como un suspiro: "¡La dinamita! "¿Dónde está la dinamita?" Y los negros bultos seguían deslizándose.
Eran los mineros. Sin haberse puesto de acuerdo, habían tenido el mismo pensamiento: volar, por medio de la dinamita, a aquellos esbirros que en nombre de la libertad se habían levantado en armas para remachar la cadena de la esclavitud económica.
Momentos después el cuartel general vazquista volaba hecho mil pedazos, y con él los asesinos del pueblo. Cuando amaneció, pudo verse, en los escombros todavía humeantes, una bandera roja que ostentaba, en letras blancas, estas bellas palabras: "Tierra y Libertad".
Me contestaréis: "No; el pavoroso problema está en pie," y agrego yo: "Por eso la Revolución está, también, en pie."
Señores burgueses: la época de las revoluciones políticas ha terminado. Ignorantes de cuanto sufre lo que despreciativamente llamáis "clase baja;" ignorantes del infierno en que vive lo que con tanto asco llamáis "plebe", os arrojasteis a una empresa que ahora os pesa haber fomentado.
Creyendo que el pueblo mexicano de nuestros días es el mismo pueblo mexicano de hace cincuenta años, se os ocurrió valeros de él para derribar a Díaz y con él al círculo de vampiros que se llama "Partido Científico" para ocupar vosotros el puesto de los "científicos" y hacer lo mismo que ellos hicieron: acaparar todos los grandes negocios, comprometer el país con nuevas deudas, entregar las riquezas del país a los millonarios de todas las nacionalidades y someter a los trabajadores por el hierro y por el fuego, a aceptar salarios de hambre, a trabajar como bestias de carga, a sufrir todas las humillaciones, todos los ultrajes, todos los desprecios con que los amos y los capataces premian el sacrificio de los pobres.
Los trabajadores os ayudaron creyendo que vuestro movimiento tendría que beneficiarlos, y ahora que ven que están en peor situación que antes de comenzar la campaña; ahora que se dan cuenta de que la Autoridad pesa tanto como antes; ahora que ven que el Capital los explota de la misma manera que los explotaba bajo la dictadura de Porfirio Díaz; ahora que han tenido la lección práctica de que nada ganan los trabajadores por el solo hecho de que unos malvados sean derribados del Poder para que suban otros malvados que, por el hecho de estar más hambrientos que los anteriores, tienen ansias de llenar pronto la panza a costa de la ruina de todo un pueblo; ahora, en vista de todo eso, lo que despreciativamente llamáis "plebe" se agita, despierta, y, sin necesidad de haber tenido "organizadores", sin necesidad de haber leído a Marx ni a Kropotkine, sin necesidad de esperar a "estar educados", sin necesidad de saber leer y escribir, sin necesidad de los consejos interesados de los falsos amigos de la clase trabajadora que pretenden desviar la lucha de clases con las frases de los cobardes: "todavía no es tiempo," "se necesita primero la organización, el pueblo mexicano es analfabeto", y otras del mismo calibre; ahora la plebe, la clase baja de México, se levanta imponente y reclama el derecho de sentarse a vuestro lado, señores burgueses, para gozar también del gran banquete de la vida.
Todo el Estado de San Luis Potosí está en guerra industrial, y, por contagio, la guerra industrial está invadiendo los Estados de Zacatecas, Durango, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Puebla, la misma ciudad de México y las poblaciones del Distrito, así como los Estados de Tlaxcala y Coahuila. Yucatán arde en llamas; pero no en las llamas de una revuelta política sino en las llamas purificadoras de la revolución social.
La misma prensa burguesa, aturdida, comienza a renegar de la revuelta política que trajo como consecuencia la revolución económica.
Y todo esto sucede a pesar de que los "ignorantes" mexicanos no saben de huelga general, ni han estudiado a Marx ni a Kropotkine; esto sucede sin la "consabida preparación" de que hablan los cobardes y los malvados.
No se puede negar que los centenares de huelgas que hay en estos momentos en casi todo el territorio mexicano son de carácter netamente revolucionario: pues los compañeros en huelga no se conforman con demandar y someterse a las negativas de sus verdugos los burgueses, sino que a la negativa responden con la destrucción de los sembrados, de las casas de las haciendas, con el desplome de las minas, con el arrasamiento de los lugares de explotación y de tiranía capitalista, y se enfrentan, armados de piedras, de picas y de lo que pueden, a los cosacos de Maderos, el asesino del proletariado mexicano.
¿Se han necesitado siglos de preparación, de educación, de organización y de otras zarandajas que recomiendan los políticos, para llevar a cabo ese formidable movimiento económico que en estos momentos hace temblar a la burguesía mexicana? No; es el instinto de conservación de la especie el que ha puesto en pie a los desheredados de México, es el hambre la que ha hecho encabritar al león que parecía dormido.
¡Qué enrojezcan de vergüenza los rostros de los políticos adormideros que al oír hablar de la revolución social en México, mueven las cabezas abrumadas por el vino y las buenas comidas, y dicen como Debs y como Berger; "No hay revolución económica en México ni habrá hasta que la clase trabajadora esté organizada y haya sido educada." "Dejemos solos a esos liberales, que no son otra cosa que bandidos."
¡Maldición para todos los que en estos momentos solemnes de la historia de la humanidad dejan perecer a los que luchan por la emancipación económica del proletariado! ¡Maldición para los que, titulándose líderes de la clase trabajadora, dejan solos a los que están dando al mundo un ejemplo de hombría que debiera ser recibido con simpatía, cuando no con entusiasta aplauso, por todos los trabajadores conscientes del mundo! ¡Maldición para los que tratan de desvirtuar el movimiento del Partido Liberal mexicano!
Mexicanos: cualquiera que sea la suerte que corra el Partido Liberal mexicano, continuad la lucha por vuestra cuenta. Los que no se hayan declarado en huelga todavía, que lo hagan con presteza para aplastar, cuanto antes, al Capital. Pero no os limitéis a destruir las negociaciones. Haced eso cuando veáis que por falta de armas no podéis sostener la expropiación. En todo caso, lo primero que debéis hacer es tomar posesión de la fábrica, del taller, de la mina, del campo y trabajad por vuestra cuenta, repartiéndoos los productos, según las necesidades de cada cual. Más si no tenéis fuerza para sostener la expropiación, entonces arrasad, aunque se os desplome el cielo sobre vosotros y sobre nosotros.
¡Mueran los ricos! ¡Muera la tiranía! ¡Viva Tierra y Libertad!
Un barco sin brújula en la inmensidad del océano, eso es el revolucionario que no cuenta más que con su arma y su valor. El barco puede luchar contra las olas, puede sostenerse contra los vientos; pero ¿cómo orientarse para llegar al puerto si falta la brújula? Así, el revolucionario puede sostenerse en rebeldía, puede sembrar la muerte; pero si le falta la idea directora de su acción, no será otra cosa que un barco sin brújula. El revolucionario, entonces, no sabe para que mata, como el hacha no sabe para qué derriba el árbol.
¡Arriba, proletario consciente; arriba, hermano! Es precioso que vueles al lado de tus inconscientes hermanos para decirles: "Compañeros, habéis sido, hasta hoy, brazo y cincel; ahora es preciso que seáis cerebro, brazo y cincel."
Proletario: no permitas por más tiempo que otro piense para que tú ejecutes. El cincel, a costa de su filo, arranca pedazos al mármol sin saber qué resultará de su acción. El revolucionario, a costa de su sangre, ataca los baluartes del despotismo sin saber cuál será la forma del edificio que se levantará sobre los humeantes escombros.
Si otro piensa por ti, no te asombre ver seguir, como si retoñase el negro edificio que aplastaste, otro más negro aún, más pesado, de donde asomen defensores más siniestros, y entre esos flamantes defensores del futuro despotismo reconocerás a los que hoy te aconsejan que tomes un fusil y te rebeles; pero omiten hacerte comprender tus intereses como pobre para que por ellos, y no por tus intereses, des la vida.
Abre los ojos, eterno paria; sángrate, carne de cañón, inquilino del cuartel y del presidio. Comprende cuál es tu interés; lleva en tu cerebro una idea, y, así, irás derecho a tu objeto, y del caos de la Revolución sabrás sacar la fórmula bendita de tu redención, con el mismo acierto con que el escultor despierta en el trozo de cantera la figura, la actitud, el gesto de la obra de arte que, sin él, habría dormido por millones de años más bajo el seno de la tierra; y entonces, si caes herido de muerte en el combate, podrás decir con orgullo lo que aquel poeta que, al ir a morir decapitado, se llevó la mano a la frente y exclamó ante el verdugo y ante el pueblo: "¡Aquí hay algo!"
No entres a la lucha como rebaño, sino como unidad combatiente que se suma con otras unidades iguales, conscientes y rebeldes, para abrir su sepulcro a la tiranía política y a la explotación capitalista.
Derriba, pero cuida de remover los escombros y de arrancar los cimientos. Quebranta con la acción el llamado derecho de propiedad; pero no para que te apoderes individualmente de lo que detentan tus amos, pues entonces te convertirías en amo, oprimirías a tus hermanos y serías tan ladrón y tan malvado como los que te explotan ahora. Tu liberación debe estar comprendida en la liberación de todos los humanos. La Tierra que hay que quitar a los burgueses no debe ser para ti solo, ni para unos cuantos, sino para todos, sin distinción de sexo.
Levanta la testa sudorosa; ve de frente a tus amos, que tiemblan presintiendo tu cólera; domínala y pon en su lugar a la razón. La cólera ciega; la razón alumbra. Así verás mejor tu camino en medio de las sombras de la lucha tremenda; así podrás darte cuenta de que, entre los que quieren dirigirte, hay muchos lobos con piel de oveja; hay muchos que, por un momento, mitigan tu hambre dándote unas monedas para que las des a tu familia antes de lanzarte a la lucha. ¡Unas monedas por ir a dar tu sangre para que él se suba sobre tus hombros! ¿Es digno eso? ¿Eres un soldado de la libertad, o el mercenario alquilado por un ambicioso?
No, compañero: rechaza el dinero. No es digno de un hombre pedir dinero para ir a conquistar la libertad y el bienestar. Si hicieras eso, ¿en qué te distinguirías del esbirro que dispara el arma sobre sus hermanos por la paga que ha recibido?
El fusil del mercenario forja cadenas porque está sostenido por un corazón egoísta; el fusil del libertario forja la libertad porque está sostenido por un corazón abnegado. El que se levanta en armas por paga, lleva la idea del provecho personal con exclusión del ajeno; el que se levanta en armas por amor a la libertad, lleva la idea del bienestar de todos. ¿Pidieron dinero, para ser héroes, Hidalgo "Pipila". "El Hombre Cureña"? ¿Se concibe siquiera un héroe por paga? Suponeos al "Héroe de Nacozari" regateando sobre el precio de sus heroísmos; suponeos a Juárez pidiendo paga por decretar la expropiación de los bienes del clero: suponeos a Cristo demandando oro para ser sacrificado.
¡Despierta, proletario! Vé a la lucha con el propósito de luchar para tu clase. Al que dé dinero para que empuñe un fusil, desprécialo, míralo con desconfianza, porque te da unas cuantas monedas para que des tu vida por él; quiere tu sacrificio para hacer su felicidad; quiere tu ruina y la desgracia de tu familia para su provecho personal. Vé a la lucha, proletario; pero no para encumbrar a nadie, sino para elevar a tu clase, para dignificarla; ya que la ocasión se presenta de que tengas una arma en tus manos, toma la tierra, pero no para ti solo: para ti y para todos los demás, pues que de todos es por derecho natural.
Proletario consciente: vuela donde luchan tus hermanos para decirles que se necesita algo más que un corazón valiente y un arma en las manos: diles que se necesita una idea en el cerebro. Y esa idea, óyelo bien, debe ser la emancipación económica. Si no obtienes esa libertad, habrás dado, una vez más, tu sangre para que te oprima otro tirano.
Esa organización que nunca rompió con las concepciones socialdemócratas y pacifistas ha continuado afirmando su concepción del mundo europeista y racista. Concretamente al mismo tiempo que hace la apología de cuanta huelga y manifestación pacífica (en general sindicalista) que sucede en Europa Occidental y especialmente en Francia, se ha especializado en denigrar las luchas del proletariado en todos los otros continentes (Medio Oriente (1), América, Africa).
Ni en un lado ni en el otro se equivoca de campo: al mismo tiempo que en Europa se opone a cada tentativa de ruptura clasista y acusa toda acción violenta del proletariado de no ser otra cosa que provocaciones, en todas las otras partes con la vieja ideología eurocentrista y socialdemócrata, niega el carácter de clase del movimiento social revolucionario así como de los grupos clasistas que lo llevan adelante.
"Es evidente que las primeras peleas, si no fueron directamente fomentadas por la policía fueron ampliamente favorecidas por ella"...
"Además esas provocaciones fueron un buen medio para la burguesía para buscar intimidar a los obreros a través del despliegue de su arsenal represivo para hacerlos creer que frente al Estado no tienen ningún medio de imponer una relación de fuerza en su favor..."
"En cuanto a las 'acciones estampida' basadas en el terrorismo, no solo no tienen nada que ver con la lucha del proletariado sino que hacen cada vez más parte de los medios utilizados por la burguesía para perpetuar su terror de clase. Se trata en el mejor de los casos de reacciones desesperadas de la pequeña burguesía revoltosa y sin provenir y en el peor (y en la mayoría) de acciones de grupúsculos manipulados por el Estado y sus servicios secretos..."Obsérvese que es exactamente la misma argumentación que utiliza la socialdemocracia contra los grupos proletarios en todas partes del mundo, la misma que utilizaran los oportunistas y reformistas contra quienes conquistaron la autonomía revolucionaria del proletariado en la calle en 1917-23: quienes pasan a la acción directa, quienes no aceptan la paz social son acusados por ellos de servir al enemigo y ser el pretexto de la burguesía para endurecer el terror del Estado. ¡Cómo si alguna vez el terrorismo de Estado hubiese necesitado de pretextos!
Los compañeros del Colectivo que citamos concluyen que "llegará un tiempo que quienes escriban tales cosas deberán 'raser les murs'" es decir vivir escondiéndose, vivir arrinconados por miedo a los revolucionarios y tienen razón.
Recordemos que son también las mismas palabras que utilizaran los Domingo Arango y los Abad de Santillan contra las acciones violentas de los militantes revolucionarios como Di Giovani o Rocigna en Argentina en la década del 20. Y que por este tipo de calumnia, que sí sirve al Estado, Domingo Arango recibió un buen balazo en la cabeza y fue a parar al cementerio y solo podemos lamentar que no haya ocurrido lo mismo con Abad de Santillan, lo que le permitió a éste jugar luego un papel de primerísima línea en España del 36/37 en la liquidación y el desarme republicano del proletariado que había triunfado insurreccionalmente.
Como decimos antes no podemos detenernos en cada una de las falsificaciones y las mentiras. Señalemos únicamente el método más general de falsificación. Por todas partes hacen como si citaran textos nuestros y ponen medias frases entre comillas, cuando en realidad no son otra cosa que construcciones del espíritu de los de la CCI, que nada tienen que ver con afirmaciones nuestras.
Empezando por el mismo título en el que se dice el "GCI y su apoyo al 'movimiento zapatista'". Nunca nuestro grupo apoyó a un "movimiento zapatista", sino al movimiento del proletariado contra la burguesía en ese país.
Otro ejemplo "Ahí está su apoyo 'crítico' a Sendero Luminoso' en Perú". Aquí además de una falsificación total se encuentra una verdadera colaboración con la política de la amalgama que realiza la policía. Nosotros nunca apoyamos, ni crítica, ni no "críticamente", a esa organización sino que denunciamos totalmente a la misma como un peligro para la autonomía del proletariado en dicha región y denunciamos como contrarrevolucionarios y conducentes a un callejón sin salida sus planteos de guerra campesina o lucha por la democracia. Lo que hicimos y seguiremos haciendo es el apoyar la lucha del proletariado en ese país, incluso la lucha de los proletarios presos y ello aunque entre ellos algunos o muchos tuvieran la bandera de dicha organización. Y cuando esa manga de hijos de puta de la CCI decía que no había presos políticos proletarios en América Latina, nosotros luchamos por arrancar a los presos proletarios de las cárceles. Cuando ellos permanecieron indiferentes (y se hacían cómplices) frente a la imponente matanza de presos proletarios que hiciera la socialdemocracia de ese país so pretexto de que los presos eran de tal o tal organización, nuestro grupo se definió abiertamente por los presos y llamó a la denuncia y a la lucha del proletariado internacional. Véase nuestro texto-editorial de Comunismo Nº22 "Imponente matanza de presos en el Perú". Lo que pasa que para la CCI como para el Estado burgués y en particular para la policía peruana el situarse del lado de los reprimidos era apoyar a Sendero. Más aun desde entonces toda la política policial en el Perú que ha seguido siendo criminal, consiste en reprimir a quien sea acusándolo de colaborar o apoyar críticamente a Sendero. Así muchos compañeros internacionalistas o que se definen anarquistas son reprimidos en base a dicha amalgama. Como lo decíamos entonces: "De todas formas creemos que es hacerse cómplice del Estado y de toda la prensa internacional el identificar con Sendero y su ideología al proletariado que hoy es sangrientamente reprimido en el Perú; el desolidarizarse de los reprimidos bajo el pretexto de que son stalinistas o maoistas o lo que fuese." Pero ese situarse franco del lado del proletariado enfrentando y denunciando el terrorismo de Estado, no tiene nada que ver con el apoyo crítico a tal o cual organización formal; de la misma manera que por ejemplo, el apoyo a la revolución del proletariado en Rusia no debe para nosotros amalgamarse a un apoyo a la política de la organización formal bolchevique, que por otra parte tampoco superaba el campo de la socialdemocracia de izquierda y que por eso oscilaba entre la insurrección y el apoyo al gobierno democrático burgués, entre la acción directa y el parlamentarismo, entre el enfrentamiento al capital y la política económica de desarrollo del mismo (fortificación del capitalismo de Estado, taylorismo, NEP, etc.). En el campo obrero siempre se considera tombo, botón, alcahuete, a quien contribuye a ese tipo de amalgamas policiales que "confunde" entre la acción decidida contra el Estado y tal o tal organización formal que se encuentra en la clandestinidad y es perseguida por la policía. Como lo muestra el ejemplo de la política del Estado italiano en estos últimos años, ese tipo de política de la amalgama es fundamental en la represión Estatal.
En fin, cada vez que se nos cita y que se pone entre comillas lo que se supone que dice nuestro grupo, se miente, se calumnia. Así el mismo artículo dice luego que el GCI se presenta como el "continuador de la tradición bordiguista". ¡Las comillas son de la CCI!. Se podrán leer las miles de páginas que hemos escrito en todos los idiomas que se quiere y no se encontrará un absurdo como ese. Esa es la pura ideología de la CCI, nuestro grupo, como tampoco Bilan, Prometeo... nunca se dijo bordiguista y mucho menos continuador de la tradición bordiguista (¡pobre Bordiga!). Lo mismo cuando se dice que nosotros apoyamos la "Revolución Mexicana", o que nosotros consideramos que el "movimiento de Emiliano Zapata fue influenciado por el proletariado" y una cantidad de barbaridades tales que solo tiene fundamento en la propia ideología socialdemócrata de la CCI que divide "el campesinado" del "proletariado"; pero que nada tiene que ver con nuestras posiciones.
Lo importante aquí no es tal o tal insulto contra nosotros sino el hacer consciente del método utilizado por la contrarrevolución: citas que no son tales, falsificaciones, amalgama, como si se tratara de un proceso penal lo importante es en el mejor de los casos descalificarnos y en el más probable entregarnos atados de pies y manos.
"¿Quienes son la 'mayoría del proletariado en armas'? Un puñado de campesinos de cuya desesperante miseria se han servido los organizadores del movimiento"... "unos campesinos que sueñan con una especie de autonomía para las etnias que no buscan la abolición de la propiedad privada y la explotación sino la 'restitución de tierras'... en fin, su objetivo no va más allá del orden establecido, no aspira más que a 'hacer más justa y humana la explotación'."Obsérvese que no pierden la manía de poner entre comillas y atribuirles a sus adversarios (los proletarios en México) las frases que ellos dicen. ¡Obsérvese bien la grotesca maniobra consistente en poner entre comillas la frase "hacer más justa y humana la explotación" como si sus contrincantes hubiesen declarado esto! ¡Con tal de denigrar la lucha del proletariado se inventan frases que solo ellos sostienen!
Como es constante en la socialdemocracia se descalifica al proletariado, se lo trata de dividir, se lo insulta como campesino por el solo hecho de vivir en el campo, de la misma manera que cuando vive en la ciudad se lo trata de demoler con el ciudadano. En efecto la CCI sabe igual que todo el mundo que aquí no se está hablando del campesino parcelario francés del que hablaba Marx en "El 18 Brumario de Luis Bonaparte", no se está hablando del pequeño propietario sino por el contrario del obrero agrícola desposeído de todo (2), del clásico proletario que no tiene otra cosa que vender que su fuerza de trabajo, que su única propiedad es su prole y que como tal se encuentra objetivamente contrapuesto al mundo de la propiedad privada. Por otra parte, desde nuestro punto de vista dicha contraposición, no parte de tal o tal idea, de tal o tal manifestación o declaración ideológica, sino por el contrario, de la vida misma de los proletarios, de la privación total de los medios de vida, de la una clase cuya existencia social y material se contrapone a la propiedad de los medios de vida (y de producción) y cuando se le atribuye a los proletarios (sean o no agrícolas) otros objetivos que la revolución social se está lisa y llanamente actuando del lado de la contrarrevolución, del mismo lado que siempre actuó la socialdemocracia.
Pero que le vamos a hacer si la barricada entre la revolución y la contrarrevolución es siempre la misma. Lo que dice la CCI aquí atribuyéndole a los que se cagan de hambre otros intereses que el resto del proletariado es lo que siempre afirmó la contrarrevolución. Mientras los Maderos, los Carranza,... la socialdemocracia, la CCI en México, y el EZLN le atribuyen al proletariado agrícola de ese país como objetivo la reforma y la defensa de la propiedad privada, los revolucionarios de hoy como de siempre, desde Zalacosta y Julio Chávez López, pasando por Librado Rivera y Flores Magón,... a los revolucionarios hoy fijan claramente el objetivo en la abolición de la propiedad privada y la destrucción del Estado.
"La guerra en México de 1910-20 no fue en primer lugar, una revolución proletaria. El proletariado industrial joven y disperso (3) no constituyó una clase decisiva durante ella. De hecho, sus intentos de rebelión más importantes la ola de huelgas de principios de siglo, había sido completamente aplastada en la víspera. En la medida en que algunos sectores proletarios participaron en la guerra lo hicieron como furgón de cola de alguna fracción burguesa. En cuanto al proletariado agrícola, sin la guía de su hermano industrial y aún muy atado a la tierra quedó integrado en la guerra campesina... Pero la así llamada 'revolución mexicana' no agota su contenido en el conflicto social interno. Queda inscrita también, de lleno, en los conflictos imperialistas que sacudieron al mundo a principios de siglo que llevaron a la Primera Guerra Mundial... y a un cambio en la hegemonía de las grandes potencias."(4)Aquí se encuentra todo, absolutamente todo el programa de la negación de la revolución. La repugnancia que tiene la socialdemocracia de la lucha del proletariado armado: desde que se pasa de la ola de huelgas a la lucha armada, a cortar cabezas de burgueses y a la expropiación ya no le otorgan el certificado de lucha proletaria, ya asume el carácter de "terrorista" etc.
Sobre el fondo de la cuestión nosotros no tenemos nada que agregar; para nosotros es normal que la CCI desconozca el carácter revolucionario de la lucha del proletariado. Nos remitimos a los textos que presentamos y que seguiremos presentando sobre la revolución y la contrarrevolución en México. El compañero Flores Magón respondía a esas mismas calumnias hace más de 80 años y pone en el lugar que se merecen a sus autores. También en la época la socialdemocracia y sectores del "anarquismo" socialdemócrata (como por ejemplo Grave, Galleani) negaban el carácter proletario, el carácter comunista de esas luchas; también en la época la barricada solo tenía dos lados: o se estaba con el proletariado y su lucha o se estaba contra la misma.
"¿Quiénes son los que dudan de que hay en México un movimiento revolucionario, y que ese movimiento tiene por objeto inmediato no la elevación de un nuevo Presidente, sino la toma de posesión de la tierra y de la maquinaria de producción?
¡Solamente unos cuantos bribones que con su silencio o con sus ataques, ayudan a la burguesía y a la Autoridad restando fuerza moral y material a los que se han levantado en armas enarbolando la Bandera Roja del proletariado mundial."
Ricardo Flores Magón en "La Guerra de Clases"Y sobre la invención reaccionaria de que esa lucha se inscribiría en la guerra imperialista, solo podemos agregar que solo puede hacer una afirmación tal quién confunda la revolución con la contrarrevolución, porque el proletariado solo fue transformado en furgón de cola y carne de cañón de la guerra interburguesa cuando la contrarrevolución triunfó, cuando el extraordinario movimiento revolucionario de nuestros compañeros fue liquidado. Pero eso no es una particularidad de México, sino que en todas las otras grandes tentativas revolucionarias de este siglo, como en Rusia, como en Alemania, como luego en España, cuando la contrarrevolución triunfó (abanderada o no en la revolución) sí se logró organizar a los obreros en el pueblo y transformarlo en carne de cañón de las distintas fracciones burguesas que se disputaban el timón del Estado y que concluyó con la gigantesca carnicería imperialista que la famosa opinión pública y sus reparos ideológicos insisten en seguir denominando "segunda guerra mundial".
Regeneración, 6 de abril de 1912
Para nosotros como explica el compañero Flores Magón (ver el texto "Está resuelto el problema del hambre" publicado en este mismo número) o como expone Marx la revuelta proletaria nace de las necesidades del proletariado. E incluso el contenido socialista, comunista de su lucha está contenido en su vida misma, en su contraposición internacional y si se quiere pre-consciente al capital. Los programas formales revolucionarios, comunistas, no vienen de las ideas de tal o tal, sino que están contenidos en esta realidad, lo que por supuesto no implica desconocer la importancia de hacer explícito lo que el movimiento contiene y por lo tanto de la acción organizativa, consciente y disciplinada, de la acción revolucionaria de partido, en la lucha por la sociedad comunista.
Para la socialdemocracia es todo lo contrario. Como lo desarrollara Kautsky, Lenin y muchos otros los obreros no luchan por sus intereses históricos, sino exclusivamente por los intereses inmediatos. Según ellos el socialismo, o las ideas del socialismo tienen que venir desde afuera de la clase.
Es bien conocida la famosa explicación de Kautsky sobre la consciencia socialista viniendo del exterior:
"... Pero el socialismo y la lucha de clases surgen paralelamente y no se engendran uno al otro: surgen de premisas diferentes. La consciencia socialista de hoy solo puede surgir sobre la base de un profundo conocimiento científico. En efecto, la ciencia económica contemporánea es tan condición de la producción socialista, como por ejemplo la técnica moderna y a pesar de todo su deseo el proletariado no puede crear ni una ni la otra; ambos surgen del proceso social contemporáneo. Pero el portador de la ciencia no es el proletariado, sino los intelectuales burgueses (subrayado por Karl Kautsky): en efecto es en el cerebro de ciertos individuos de esta categoría que nació el socialismo contemporáneo y han sido ellos quienes lo han comunicado intelectualmente a los proletarios más evolucionados, que luego lo introducen en la lucha de clases del proletariado donde las condiciones lo permiten. Así pues, la conciencia socialista es un elemento importado desde afuera (von Aussen Hineingetragenes) en la lucha de clases del proletariado y no algo que surge espontáneamente. También el viejo programa de Heinfeld decía muy justamente que la tarea de la socialdemocracia es la de introducir en el proletariado la consciencia de su situación y de su misión."La tesis expuesta es la del Socialdemócrata Karl Kautsky y la versión que presentamos aquí es la retomada por su discípulo Lenin que lleva en el Que Hacer a su máxima expresión dicha ideología:
"La consciencia socialdemócrata... solo puede venir desde afuera. Las historia de todos los países atestigua que, por sus solas fuerzas, la clase obrera solo puede llegar a tener una consciencia tradeunionista (sindicalista NDR)... En cuanto a la doctrina socialista, la misma nace de las teorías filosóficas, históricas, económicas elaboradas por los representantes instruidos de las clases poseedoras, por los intelectuales." (5)La socialdemocracia en tanto que versión mexicana de la CCI va mucho más lejos aun en esta negación del proletariado, de su lucha, de sus objetivos, de su consciencia. Pues le aplican a su concepción de base kautskista toda la ideología racista europeista. Para ellos el socialismo no solo viene de afuera del proletariado, no solo de afuera de México, sino de los aportes de la raza blanca europea. En ese mismo número de la revista mexicana que venimos comentando (página 16) en un artículo acerca de los sindicatos en México encontramos las siguientes perlas:
"Las huelgas eran rarísimas antes de 1870, empezaron a generalizase a partir de esta década. Esta transformación no fue adquisición 'espontánea' del proletariado naciente de México; por el contrario se debió a la influencia de las organizaciones que se desarrollaban en Europa."Es decir, según la CCI ni siquiera la generalización de las huelgas, cuya necesidad se hace sentir en cada huelga, se le pudo ocurrir en su misma lucha al proletariado en México, ¡pobres obreros mexicanos, ni para eso les dio el cerebro, según la CCI, tal vez porque son indios, porque no pertenecen a la raza blanca europea!.
La versión mexicana de la CCI lo aclara así:
"En general, en México había menos conocimiento del desarrollo del socialismo que en muchos otros países latinoamericanos. Este se debía casi en su totalidad a las actividades y escritos de algunos obreros e intelectuales inmigrados; sin embargo, la inmigración en México no jugó un papel tan sustancial en la formación del proletariado. En 1910 los extranjeros constituían el 59,4% en Argentina y el 32.2% en Brasil, mientras que en México eran apenas el 0,77% y de estos solamente el 4,2% eran obreros. Aunado a esto, la inmadurez del proletariado en México, motivó que quienes retomaran las experiencias organizativas del proletariado europeo fueran los artesanos ricos..."Esta es entonces la versión de la CCI en México de la teoría kautsko-leninista de la consciencia que viene del exterior: viene no solo del exterior de la clase, sino del exterior del país y por supuesto es una creación de la raza blanca europea.
Aquí no solo se niega la base fundamental del determinismo histórico materialista, sino en general el comunismo mismo como universal, como comunidad humana en contraposición histórica a la comunidad de la mercancía y el dinero. Aquí se desconoce todo el arco histórico del comunismo, los siglos y siglos de lucha de los explotados contra los explotadores, los siglos y siglos de lucha de la especie humana contra la propiedad, contra el valor en proceso,... en fin se reduce el comunismo a una ideología más inventada en Europa. En fin aquí se ve perfectamente que, aunque a veces pareciera lo contrario, la socialdemocracia no supera la concepción judeo cristiana del mundo.
Dejemos ya estos émulos modernos de Kautsky, ni siquiera vale la pena, ni se podrían, mencionar aquí las decenas de pruebas históricas, prácticas en las cuales el proletariado en México en su propia lucha se contrapuso a la sociedad burguesa y afirmó su carácter revolucionario y comunista y no solo desde 1910, sino desde mucho antes. De todas formas la lucha revolucionaria de nuestra clase no esperó a que la CCI empezara con sus elucubraciones ideológicas, porque sencillamente no necesita hacer ninguna investigación teórica, de ninguna importación de las ideas, para pelear por sus necesidades, para luchar por la revolución comunista y abatir sus enemigos. Como decía Marx:
"Una clase en que se concentran los intereses revolucionarios de la sociedad encuentra inmediatamente en sus propia situación, tan pronto como se levanta, el contenido y el material para su actuación revolucionaria: abatir enemigos, tomar medidas que dictan las necesidades de la lucha. Las consecuencias de sus propios hechos la empujan hacia adelante. No abre ninguna investigación teórica sobre su propia misión." (6)