CHILE:
Solidaridad compañera con los presos del “caso bomba”
“El 14 de Agosto de 2010 el Ministerio Público por medio de la Fiscalía Metropolitana Sur emana una serie de órdenes de detención y allanamientos, aplicando todo el terror Policial a casas particulares y centros culturales, que arroja la detención de 14 personas en esta razia represiva y comunicacional, conocida mediáticamente como ‘caso bombas’. Todos acusados de pertenecer a una supuesta asociación ilícita terrorista creada en la irracional mente de algunos “profesionales del derecho” y que hoy nos mantienen tras las rejas”(1).
La represión que ataca a nuestros compañeros en Chile y contra la cual luchamos y llamamos a luchar, constituye un caso escuela de todas las manipulaciones estatales contra la lucha de nuestra clase: amalgama, maniobra, falsificación, montaje policial, intoxicación de la opinión pública… El objetivo es claro, tapar un movimiento social profundo de contestación y protesta contra el capitalismo y el Estado y tirar a los leones a un puñado de militantes acusándolos, sin ningún elemento probatorio, de terroristas, banda armada o lo que sea. El procedimiento es viejo y conocido y lo hemos sufrido en carne propia, basta formar parte del movimiento social para que en base a montajes policiales se te amalgame a tal o tal grupúsculo real o ficticio, existente o simplemente “montado” por el aparato policial y judicial, porque es mucho más fácil acusar a una “organización terrorista” que a una clase social en lucha.
No es la primera, ni será la última vez que el Estado burgués hace ese tipo de piruetas cagándose en su propia legalidad, para, sin elementos probatorios concretos, vengarse y aterrorizar al proletariado. Aconsejamos al lector el artículo que efectuara nuestro grupo en marzo 1997 titulado “Un paso más del modelo represivo italiano”(2). Como entonces y en contraposición, a quienes condicionan su solidaridad de clase a un acuerdo político, nosotros decimos:
“Queremos denunciar la acción del Estado y solidarizarnos con todos los compañeros golpeados con esa acción. Queremos llamar ampliamente a la lucha y a la solidaridad compañera con todos los compañeros golpeados con esa acción beligerante del Estado mundial…Subrayamos esta notoria amalgama de militantes a los que no se les puede probar ninguna acción armada, ni tampoco la utilización de armas, no porque nosotros quisiéramos solidarizarnos con ‘inocentes’ y no con quienes realizaron acciones armadas contra la propiedad privada y el Estado, como hace un gran número de organizaciones políticas reformistas y oportunistas… los ‘culpables’ formaron y forman parte integrante de nuestro movimiento en el sentido más amplio de la palabra; como siempre lo reivindicaron los revolucionarios desde la época de Marx y Bakunin a la de Flores Magón y Rodolfo González Pacheco. Lo hacemos porque nos parece fundamental dejar claro, denunciar, la táctica estatal de la amalgama (así como la de su utilización de los arrepentidos y colaboradores) como forma de reprimir un movimiento social muy vasto, para asegurar y reproducir su dominación de clase.”
El carácter del montaje ha sido tan grosero que compañeros, en varias partes del mundo denunciaron la represión como un verdadero “secuestro” de esos compañeros. En protesta y solidaridad se realizan diferentes acciones y manifestaciones en todo Chile, así como en Argentina, España, Grecia, Ecuador, Uruguay, Italia, Estados Unidos, Brasil…y está en preparación una Semana de Acción y Propaganda por la Libertad, del 14 al 21 de abril.
Asimismo aconsejamos la lectura y difusión de “Bienvenido a Chile, sociedad de cárceles y carceleros: SOLIDARIDAD INTERNACIONAL de las 14 secuestradas y secuestrados por la «democracia» en Chile». (Dicho texto ha sido traducido al francés, italiano, alemán e inglés).
NUESTRO GRUPO NUNCA CONDICIONÓ Por haber sido consecuente en esa lucha contra el Estado y solidaridad con los proletarios reprimidos, independiente de nuestros desacuerdos políticos con los acusados, nuestro grupo ha debido soportar también todo tipo de amalgamas represivo- ideológicas tanto policiales, como de la izquierda burguesa. Compañeros nuestros fueron amalgamados por el Estado, por ejemplo, a organizaciones como Acción Directa en Francia o las Células Comunistas Combatientes en Bélgica y organizaciones del “medio –seudo- revolucionario” ( como la CCI), nos acusaron de “anarquistas”, de “marxistas leninistas”, de “nacionalistas” y de “terroristas”. El método es general: hoy en el país vasco el Estado reprime como si fueran militantes del ETA a todos los que luchan por los presos políticos y contra el Estado. En todos los casos nuestros enemigos amalgaman la denuncia de la represión estatal de militantes proletarios, con las posiciones que defienden esos militantes e identifican policialmente, a quienes se sitúan así del lado del proletariado contra la represión del Estado, con cada una de las posiciones o ideologías de los militantes reprimidos y tratan de acusarlos de pertenecer a la misma organización. Los montajes los realiza la policía con la legitimación de la izquierda que acusa a las prácticas clasistas de “terrorismo organizado”. |
PROLETARIOS Y BURGUESES Son ellos que inventaron ese lindo aforismo: ¡ni proletario, ni burgués sino demócrata! Pero por favor ¿qué quiere decir demócrata?. Es una palabra de moda, banal, sin acepción precisa, una palabra de goma. ¿Qué opinión no lograría ubicarse en esa etiqueta? Todo el mundo se dice demócrata. ¿No sabe usted que M. Guizot es un demócrata? Son los enclenques que se complacen en esa vaguedad que les viene muy bien, tienen horror de puntos sobre las i. Por eso prohíben los términos: proletarios y burgueses, justamente por tener un sentido claro y neto, por decir las cosas categóricamente. Eso es lo que les molesta, se los rechaza como provocadores de la guerra civil. ¿Dicha razón no os es suficiente para abrir vuestros ojos? ¿Y que otra cosa estamos obligados a hacer desde hacer tanto tiempo que la guerra civil? ¿Y contra quien? Ah! Esa es precisamente la cuestión que tratan de embrollar por medio de la oscuridad de las palabras: se trata de impedir que las dos banderas enemigas se contrapongan frente a frente, para después del combate, poder arrancarle a quienes ganaron, los beneficios de la victoria y hacer que los vencidos, poco a poco, vuelvan a asumir la posición vencedores. No quieren que los dos campos adversos se designen por su verdadero nombre: proletariado, burguesía. Augusto Blanqui 1852 |
NOTAS:
1. Del Comunicado desde la Sección de Máxima Seguridad
(Cárcel de Alta Seguridad) - Chile
2. Ver COMUNISMO NÚMERO 40 páginas 28/29.