PARA   SER   PRESIDENTE DE LA   ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA   DE DERECHOS HUMANOS (ALDHU) SE  REQUIERE HABER DIRIGIDO UNA MASACRE PROLETARIA.

Lo hemos afirmado siempre: los derechos del hombre y del ciudadano, que unánimemente defienden las clases dominantes de todos los países y que tanto se preocupan en presentárnoslos como beneficiosos para todos los indi­viduos y todas las clases, son en realidad los derechos de la sociedad burguesa, la expresión jurídico-ideológica de la explotación, de la opresión y de la dominación de los seres humanos por parte del capitalismo.

Cada vez que el proletariado se organiza como clase, cada vez que sus minorías de vanguardia intentan romper con el monopolio estatal del terrorismo, cada vez que los explotados abandonan masivamente su trabajo y se vuel­can a la lucha callejera contra el poder de los explotadores, toda la carga sanguinaria de esos derechos burgueses se descarga contra ellos: matanzas, torturas, desapariciones, fusilamientos...

Que la historia de los derechos humanos burgueses es la historia del terrorismo de Estado, ya lo sabemos, es his­toria vieja. Pero que los personeros y abanderados de los derechos del hombre, que los je­fes de las instituciones mismas que se han creado para defen­derlos, sean los responsables directos de impresionantes masa­cres dirigidas por el Estado contra los proletarios, ¡es como mucho!.La burguesía en general es más pudorosa, más mentirosa, más cínica; pocas veces muestra sus cartas tan abiertamente.

Pero en la actual América Latina ¡todo es posible!. La ALDHU, ASOCIACIÓN LATINOAMERICANA PARA LOS DERECHOS HUMANOS, en 1989 nombró como presidente al licenciado Luis Echevarría Alvarez ex-presidente de México y responsable político de la masa­cre de Tlatelolco en octubre de 1988. A su vez, este docto señor sustituye, en tan estupendo y rimbombante cargo, al presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pé­rez, exterminador de los guerri­lleros en la década del 60 y responsable directo de la matanza de Caracas en Febrero de 1989 y del  terrorismo generalizado que el Estado burgués impuso a partir de entonces.

¡¿Será realmente una condi­ción para tan apreciado cargo en los derechos humanos el haberse mostrado tan sanguinario carni­cero?!


CO27.2.2 Para ser presidente de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (ALDHU) se requiere haber dirigido una masacre proletaria: de Luis Echevarría Alvarez a Carlos Andrés Pérez.