¡LA GUERRA Y LA PAZ CONTRA EL PROLETARIADO!

Publicamos aquí un manifiesto contra la guerra Irán/Irak (1) que fuera elaborado por un grupo de compañeros comunistas de esa re­gión. Este manifiesto, que directamente asume el conjunto de posiciones comunistas, materializa plenamente la emergencia de grupos o­breros que constituyen, en el interior y contra las guerras capitalistas, la expresión de importantes movimientos derrotistas que se desarrollan en esa zona.

Al contraponerse a todos los mitos "tercermundistas", de "liberación nacional", de "revolución doble"... así como a aquellos qué niegan la existencia evidente de fuerzas comunistas que luchan en todas partes del mundo contra el capitalismo; el manifiesto concreta, en la forma más elevada, la necesidad de la centralización mundial de las fuerzas comunistas.

Hacemos un llamado a todas las fuerzas realmente proletarias para que este documento fundamental sea discutido, traducido, difundido lo más ampliamente posible, así como a continuar nuestro es­fuerzo indispensable hacia la cristalización de una real comunidad de trabajo entrelos grupos internacionalistas (2).

LA GUERRA Y LA PAZ CONTRA EL PROLETARIADO

MANIFIESTO

La guerra es un producto histórico de todas las sociedades de clase, expresión de la explotación como característica común a todas ellas. La guerra capitalista tiene como motivo histórico la exis­tencia de crisis ligadas al antagonismo entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la apropiación. No es posible liberarse de estas crisis sin abolir sus contradicciones. Es en la guerra, "solución" capitalista a la crisis (guerra del capital contra el trabajo humano) a través del ataque y la destrucción del trabajo social (trabajo muerto y trabajo vivo) y del movimiento comunista, que el capital materializa mundialmente su propia esencia. En consecuencia, y en oposición a todos los partidos capitalistas (comprendidos los "marxistas-leninistas"), afirmamos que la guerra que se desarrolla actualmente en Irán e Irak es una guerra del capital mundial contra el proletariado (3). En las posiciones opuestas a las nuestras, solo se encuentra la justificación del sistema de explotación salarial que intenta camuflar la contradicción mundial entre el capital y el trabajo presentándola como oposición entre dé­biles y fuertes, entre progresistas y reaccionarios, entre nacionalistas e imperialistas...

La guerra de Irán/Irak no escapa de la dominación mundial del sistema capitalista, y como todas las guerras en el pasado y en el presente capitalista, es una guerra del capital para "solucionar" su crisis y la anarquía propia de este sistema, es decir para man­tener la esclavitud salarial.

Durante los 22 meses de guerra, centenares de fábricas, de empresas fueron destruidas, millares de obreros fueron masacrados y ejecutados (4). Además, el alza de los precios de las mercancías, de los impuestos, el aumento de las horas suplementarias, la dismi­nución del poder de compra,... se efectuaron en nombre de la defensa de los intereses de la patria, de la nación árabe, del Islam, contra el imperialismo adverso, "agresor”... Todo esto para mistificar a los obreros y someterlos a la dominación capitalista. Todos los partidos y tendencias imperialistas (se incluye a los "marxistas-leninistas") cumplieron esta función de camuflar las verdaderas contradicciones de clase por medio de su análisis ("la agresión del Irak contra la república antiimperialista de Irán"). Solo son lloriqueos por "la destrucción de la economía nacional" es decir de la economía del capital. No hacen nada más que lamentarse por "el debilitamien­to, en la guerra, de la unidad de las naciones antiimperialistas", es decir la unidad del capital.

Para los "marxistas-leninistas", la guerra estalla por "la falta de democracia", de "libertad política", de "un poder nacional-popular", o de un "Estado obrero y campesino”... y en consecuencia solo la realización de estos objetivos "nacionalistas-democráticos" podría impedir la guerra (5).

Nosotros afirmamos, en oposición a la lógica y a la práctica capitalista, que el proletariado solo puede realizar su sustancia de clase a través de su práctica histórica, oponiéndose revolucionariamente a la guerra. Las manifestaciones y huelgas obreras que se desarrollaron en estos 5 últimos meses demuestran la validez de esta posición (6). Los obreros de una fábrica de cigarrillos en Suliamania, organizaron una huelga de 3 días contra las disminucio­nes de salario impuestas para contribuir a los gastos de guerra, la consigna que lanzaron fue "NI SADDAM, NI KHOMEINY", posición que materializaba el rechazo histórico de la nación y de su defensa. Miles de proletarios, en Irán y en Irak, por sus posiciones derrotistas revolucionarias fueron ejecutados como enemigos de la nación, como ateos, es decir como anti-islámicos, como cobardes (7)... Estos acon­tecimientos históricos demuestran la necesidad, para los comunistas, ­de organizarse.

Frente a las posiciones y a la lucha del movimiento del proletariado, el capitalismo responde intentando tanto su paz, la paz del capital, como la concentración de la guerra en los bastiones de las luchas obreras (es por ello que la actual ofensiva del ejército Iraní se concentró contra Bassorah, punto clave de las luchas obreras en Irak). En la historia, se verifica que en todas las guerras, el capital, para responder a las luchas derrotistas de los obreros, intenta tanto parar la guerra, como retomar las hostilidades concentrando el fuego contra la lucha obrera. La tentativa de parar la guerra "Irán-Irak" es evidente desde que Irak retiró sus tropas del territorio de Irán en respuesta a las manifestaciones y sublevaciones obreras. Para justificar la ofensiva Iraní, en esas circunstancias, el capital utiliza la defensa del interés nacionalista contra el movimiento comunista, que continua desarrollándose, actualmente tanto en Irak como en Irán.

El capital persigue siempre el encuadramiento y el ataque de los movimientos de clase, y por eso atribuye el cese de las hostilidades a "la victoria de la nación árabe y al interés de la revolución islámica" (Saddam Hussein). Es así que el capital mantiene la conti­nuidad de sus acciones anti-comunistas. (8)

En un volante contra la guerra, de un grupo de compañeros internacionalistas, escrito en marzo del 81 en Irak, se decía : "los­ burgueses de los dos países (Irán, Irak), para defender sus intereses de clase, avanzaron en un paso hacia la guerra y esto en nombre de la humanidad, de la nación árabe, de la autodeterminación, de la defen­sa de la 'santa religión musulmana' y los 'intereses de los musulma­nes expulsados de Irak' (...) Pisotean los 'derechos del hombre'. Y los burgueses, tanto en Irán como en Irak, calcularon muy bien, que la guerra iba a destruir sus fábricas y sus centros industriales, disminuyendo así el comercio... sabían entonces que la guerra tendría resultados catastróficos también para ellos. Pero a pesar de todo la hacen y esto esencialmente para defender su propiedad. No hay que olvidar que paralelamente a estos desgastes materiales, la burguesía mundial se benefició enormemente con la guerra y sus secuelas. La situación del proletariado, por el contrario, se degrada día a día, por el alza de precios, el sub-consumo, etc. Además, es la sangre proletaria la que riega los campos de batalla" (9).

Entonces, el capitalismo para parar su guerra hace su paz.

La paz como arma del capitalismo es utilizada prácticamen­te para mantener una situación conveniente a la continuidad del mo­vimiento del capital (es decir mantener la esclavitud salarial, encuadrar y recuperar las acciones proletarias y transformar el derrotismo revolucionario en pacifismo). Desde este punto de vista, la paz esta tan ligada al sistema salarial como la guerra.

El punto de vista del proletariado es el de oponerse a la paz (10) y a la guerra capitalista:

POR LA REVOLUCION COMUNISTA Y

LA DESTRUCCION EL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL.

Julio - 1982

Este manifiesto, por el momento, es traducido y difundido en árabe, persa, kurdo, francés, alemán, inglés y español.

NOTAS DE “LA GUERRA Y LA PAZ CONTRA EL PROLETARIADO”:

(1) En un año se destruyó por el valor de 20 mil millones de dó­lares en Irak y por 50 mil millones en Irán. El comité de cooperación de los países del Golfo paga 13 mil millones de dóla­res por año para financiar el campo irakí. Además, se enrolan proletarios de Marruecos, Egipto, Jordania, Afganistán, Tailandia, Palestina... en uno u otro campo. La destrucción de vidas y de material, que afecta al proletariado, es evidentemente mayor en los países directamente implicados. Se estima en 50.000 en Irak y 75.000 enIrán los muertos en un año. En enero del 82 se alcanza la cifra monstruosa de 270.000 muertos en los dos campos.

(2) Para contactar con los compañeros que elaboraron este documen­to escribir a nuestra B.P. 54, Bruxelles 31, 1060 Bruxelles, Bélgica.

(3) Ésta es la misma realidad de las guerras entre Israel, la OLP, el Líbano... la guerra de Malvinas, del Tchad, de Somalia...

(4) La guerra comenzó el 22 de septiembre de 1980.

(5) "Pueblo Irakie, revélate, para derrocar el poder baasita (na­cional-socialista, pana rábico NDR) para detener la agresión contra Irán y restaurar la democracia" (citación del partido "comunista" irakí). Esta posición de defensa de Irán significa de hecho ladefen­sa del sistema de esclavitud salarial. Desde este punto de vista burgués, se pide detener la guerra y se exige la paz ligando estas reivin­dicaciones al derrocamiento del poder baasista. Las posiciones del partido TOUDEH ( = "pueblo" =PC iraní) son exactamente las mismas; es decir la defensa de sus dioses, la nación, el capital.

(6) En estos 5 últimos meses los obreros de las ciudades de Bagdad, Bassorah, Mossoul, Suliamania... organizaron numerosas manifestaciones y huelgas contra la guerra, por la defensa de sus intereses de clase. Esta posición revolucionaria del proletariado fue duramente combatida por la represión capitalista (empleo de helicópteros, ejecuciones, masacres).

(7) ¡Solamente en Irak, 3.000 proletarios fueron ejecutados, en un año sin contar los millares de muertos en el frente!

 

(8) Los sindicatos, contra la acción revolucionaria del proletaria­do, enviaron, de todas las grandes ciudades, telegramas saludando y renovando su fidelidad hacia Saddam Hussein y a su ejército co­mo bravos soldados que defienden el interés de la nación.

(9) Nota 250 delcapítulo XXIV del Capital.

"El capital, dice un redactor de la Quarterly Review, huye de la turbulencia y la refriega y es de condición tímida. Esto es muy cierto pero no es toda la verdad. El capital experimenta horror por la ausencia de ganancia o por una ganancia muy pequeña, como la naturaleza siente horror por el vacío. Si la ganancia es adecuada, el capital se vuelve audaz. Un 10 % seguro, y se lo podrá emplear dondequiera; 23 %, y se pondrá impulsivo; 50 %, y llegará positiva­mente a la temeridad; por 100 %, pisoteará todas las leyes humanas; 300 %, y no hay crimen que lo arredre, aunque corra el riesgo de que lo ahorque. Cuando la turbulencia y la refriega producen ganancias, el capital alentará una y otra. Lo prueban el contrabando y la trata de esclavos". F. G. Dunning, Sindicatos y huelgas.

(10) Esta política de paz, de desarme, no es más que la continui­dad de la doctrina de "la paz democrática entre los pueblos" que constituye una de las bases fundamentales del capitalis­mo.


CO10.2 La guerra y la paz contra el proletariado - Manifiesto