El viernes 5 de junio, el gobierno marroquí anunció un aumento del orden del 85 % en los precios de los artículos de primera necesidad: azúcares, leche, aceite, harinas, manteca ... La respuesta del proletariado no se hizo esperar, las huelgas y las manifestaciones violentas comenzaron en Casablanca y en la región oriental del país (provincia de Oudja) e inmediatamente se extendieron a todo el país. Frente a la amplitud, la autonomía y la radicalidad del movimiento, el gobierno redujo a la mitad los aumentos previstos, pero como en Polonia hace un año, esa marcha atrás resultó incapaz de frenar el desarrollo de las luchas, cuyas manifestaciones más importantes y violentas fueron las que se desarrollaron el fin de semana del 20 y 21 de junio en Casablanca.
Conjuntamente con las primeras detenciones y arrestos de obreros combativos, los sindicatos CDT (Confederación democrática del Trabajo) UTM (Unión de Trabajadores Marroquis) llamaron a la realización de paros de trabajo parciales y limitados en el tiempo con el objetivo de encuadrar, limitar y liquidar el movimiento que los desbordaba. Para ellos, se trataba de protestar contra un alza de precios que no era absolutamente indispensable, dado que el gobierno -a pesar de sus afirmaciones- había aceptado ya de reducir a la mitad. Como es evidente, desde el principio esos sindicatos y los partidos de izquierda se desolidarizaron con las manifestaciones violentas del proletariado contra el Estado.
No nos equivoquemos: la represión interburguesa que amenaza a los sindicatos y los partidos Socialistas y "comunistas" tiene como verdadero telón de fondo la carnicería interimperialista del Sahara Occidental y de ninguna manera puede asimilarse a la que golpea al proletariado: 200 muertos en un solo día de enfrentamientos, (según las fuentes habría hasta 700 personas víctimas de las balas), el toque de queda en todas las ciudades, miles de proletarios arrestados, perseguidos, la represión física de toda actividad de clase, los tanques y las tropas especiales instalada en los puntos estratégicos, etc.
el grupo comunista internacionalista denuncia las fuerzas del estado burgués, incluidos los sindicatos que intentan una vez más fortificar al yugo de la opresión y de la miseria capitalista en Marruecos; saluda calurosamente la reemergencia del proletariado en ese país que siguiendo la línea del de Argelia hace unos meses, la del de Tunes en el 79, en la lucha por mejorar sus condiciones de vida enfrenta directamente al Estado Burgués; y se solidariza totalmente (contra toda la corriente) con los grupos de manifestantes que atacaron depósitos, almacenes, apropiándose de lo que pudieron, bancos comercios.
Las verdaderas huelgas ("salvajes"), las masivas manifestaciones callejeras violentas, la reapropiación colectiva de la experiencia pasada, la constitución y organización de las minorías revolucionarias de vanguardia, constituyen el principio del único camino del que disponemos los proletarios para luchar contra los aumentos de los precios, la desocupación, el hambre, la guerra! En todas partes, organicémonos, centralicémonos, preparémonos, extendamos esa formidable fuerza revolucionaria. Los comunistas sabemos y la histórica lucha proletaria y los 60 años de contrarrevolución lo confirman que la única salida de dichas luchas es la dictadura del proletariado y la revolución comunista mundial; que no hay dictadura del proletariado sin que ella sea asumida por la minoría que condensa en su práctica/teoría la de la totalidad del movimiento. Construyamos nuestro partido !
VIVA EL PROLETARIADO EN MARRUECOS Y EN TODAS PARTES.
"Es necesario, proclamar una vez más, que la esencia del marxismo no está en la adulación de los jefes proletarios o de sus formulaciones, sino por el contrario en la prospección viviente y en progresión continua, así como el capitalismo progresa siempre en el sentido de aprisionar las fuerzas de producción. No completar el aporte doctrinal de las fases anteriores de la lucha proletaria equivale a hacer impotentes a los obreros frente a las nuevas armas del capitalismo. Dicho aporte, por su parte, no consiste en la suma de posiciones contingentes, de frases aisladas, de los diferentes escritos y discursos de aquellos cuyo genio expresa el grado alcanzado por la conciencia de las masas en un periodo histórico determinado, sino por la substancia de su obra que fue fecundada por la experiencia dolorosa de los obreros ... el marxismo no es una biblia, sino por el contrario es un método dialéctico; su fuerza reside en su dinámica en su tendencia permanente hacia la elevación de las formulaciones que el proletariado va adquiriendo en su marcha revolucionaria. Cuando la tormenta revolucionaria barre sin piedad las reminiscencias, cuando hace surgir profundos contrastes entre las posiciones proletarias y el transcurrir de los acontecimientos, el marxista nunca conjura a la historia a adoptar sus fórmulas caducas, a volver para atrás, sino que comprende que las posiciones de principios elaboradas anteriormente deben ser desarrolladas más, que el pasado debe ser dejado a los muertos: es Marx rechazando sus fórmulas de 1848 sobre el papel progresista de la burguesía, es Lenin pisoteando despreciativamente en Octubre 1917 sus hipótesis de Setiembre sobre el carácter pacífico de la revolución, la expropiación con indemnización de los bancos; ambos para superar enormemente sus posiciones: para afrontar las verdaderas tareas de la época".
"BILAN" 1935(Boletín teórico de la Izquierda Comunista Italiana).
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