Lo jurídico, en sí no podría ni preocuparnos ni alarmarnos. Por el contrario, cuando no tenemos otros medios para conocer los preparativos de los aparatos represivos del Estado, para conocer la real complementariedad y ayuda entre todos los cuerpos represivos del mundo, que las contradictorias informaciones de las revistas especializadas y los escuetos comunicados sobre los acuerdos jurídicos que aquellos de­ciden dar a publicidad, no tenemos más remedio que estar muy atentos ante éstos, que considerar los diferentes acuerdos de complementación en la lucha contra el terrorismo, de colaboración en la información represiva, etc. cómo un tímido reflejo (la mayor parte de los acuerdos y de las modalidades dé aplicación de ellos no se dan nunca a publicidad) de la real unidad terrorista dé todo el capital contra el proletariado.

De paso, esas informaciones sirven siempre para dejar clara esa unidad, por encima de todos los discursos de derecha y de  izquierda, populistas o/y fascistas. Así ayer algunos abrían grandes  los ojos cuando la violencia de las manifestaciones obreras constituyó el único obstáculo con el cual se estrelló el régimen de Allende cuando pre­tendió entregar a exilados políticos; otros cuando Cuba firmó (y actuó en consecuencia) los acuerdos contra la piratería aérea, ...  Hoy ya llama menos la atención cuando todas las grandes potencias del mundo, incluidas las del "mundo libre" y las del "mundo socialista" realizan una gran conferencia por la seguridad y contra el terro­rismo.  Pero CUIDADO necesitamos seguir atentos, denunciar, esto que solo refleja tímidamente la real preparación de todos los Estados del mundo, de "derecha" y de "izquierda" para ser uno solo frente al proletariado combativo, y su constitución en fuerza organizada a nivel mundial.           

Por eso subrayamos, en América Latina, esa noticia que pudo pasar demasiado desapercibida por nuestros lectores: fue la suscripción para los países miembros de la OEA de una "Convención Interamericana sobre la Extradición", por el cual según sus propios defensores "los delitos que en muchos ordenamientos jurídicos eran considerados políticos pasarán ahora a constituir delitos comunes" ... ampliándose así aquellos que serán objeto de extradición.                       

Claro que para llevar presos y torturarlos desde la Argenti­na al Uruguay o viceversa, desde Bolivia a Perú o viceversa, ... no se requirieron tratados tan amplios dados a publicidad, sino la complementariedad y unidad real entre las fuerzas represivas. El derecho  no hace nunca otra cosa que legitimar lo que es una situación de hecho y por eso mismo no hay tampoco que tenerle miedo. Pero cuidado, si hoy se están firmando ese tipo de tratados entre Estados que frente a la opinión pública representarían supuestamente opciones diferentes (ejemplo Haití, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica... ) , es porque necesitan establecer las modalidades y formalizar algunos aspectos que  sin lugar a dudas reflejan solo tímidamente la unidad real entre los cuerpos represivos de todos esos países especialmente en lo concerniente a los preparativos contra la próxima gran ola de lucha revolucionaria.

    Encuna primera instancia los firmantes del acuerdo fueron Costa Rica,  Chile, Ecuador, Él Salvador, Guatemala, Haití, Nicaragua, Panamá, República Dominicana, Venezuela y Uruguay que esperan la ratificación de los restantes países miembros de la OEA. Tal vez haya todavía algún proletario que requiere este tipo de noticias para comenzar a recapitular sobre la liberación nacional de Nicaragua o para abrir los ojos sobre la unidad represiva de los Estados, pero lo importante de este subrayado es el de remarcar que ese tipo de acuerdos es sólo un reflejo de una unidad sólida cuando se trata de la lucha contra el proletariado, que la misma se sigue desarrollando mientras los proletarios no tenemos una Internacional para combatirla, que sin dudas será cada vez más difícil     -realmente y no por lo jurídico- para los militantes revolucionarios perseguidos el de refugiarse abiertamente en otro país sin una lucha abierta del proletariado del país receptor contra el Estado y contra las tentativas de éste de hacerlo desaparecer, entregarlo a sus colegas, con o sin extradición jurídicamente formalizada. Contra ello existe como única vía la solidaridad real de clase, la ayuda mutua, el apoyo material, político, la militancia infatigable para la organización de los proletarios en un sólido, compacto, potente Partido Comunista Internacionalista.

CO7.5.3 Subrayamos: Tratado de extradición Latinoamericano