Primera parte.

"Liberación nacional", "lucha anti-imperialista", "lucha por la autodeterminación de los pueblos","por la segunda (o tercera) independencia", "por la defensa de la patria, del territorio", son consignas que escuchamos todos los días y que tienen como objetivo ligar a los explotados a los intereses particulares de los explotadores, en su lucha por la repartición reapropiación de las fuerzas productivas del planeta. La clase oprimida no tiene nunca nada que ganar en esta lucha. Por el contrario, luego de ser utilizada, dividida y masacrada como carne de cañón, en una lucha por intereses que no son los de ella, sigue tan explotada y oprimida como antes.

      El asunto no es nuevo, sino tan viejo como la existencia de la sociedad de clases. Tampoco lo son las reacciones de las clases explotadas contra esa guerra que no es la suya. Si hoy el proletariado tendrá que reiterar a gritos y a bala limpia, esta verdad, es porque la contrarrevolución ha recompuesto con muchas variaciones sutiles las redes ideológicas que lo llevan a su masacre, en la guerra imperialista.

       Nuestra posición es nítida, el proletariado no tiene nada que ganar defendiendo ningún tipo de liberación nacional, soberanía nacional, derecho a la autodeterminación de los pueblos, patria o campo socialista; EL PROLETARIADO NO TIENE PATRIA, OPONGAMOS A LA GUERRA IMPERIALISTA (SEA CUAL SEA LA COBERTURA IDEOLOGICA QUE UTILICE ) LA GUERRA CIVIL REVOLUCIONARIA CONTRA LA BURGUESIA DEL MUNDO ENTERO.

Ideología de la liberación nacional.

       En el N° 1 de la revista Comunismo decíamos que "la política de desorganización del proletariado, de reproducción de la situación contrarrevolucionaria se basa no solo en la represión física y militar sino en a ) la falsificación y el ocultamiento de la historia de la lucha de clases, b) en la utilización del nombre de dirigentes del proletariado, vaciando el contenido de su acción,  c) en la utilización de las expresiones utilizadas por los revolucionarios, que también vaciadas de su contenido se utilizan al servicio de la reacción,  d) en difundir como 'los objetivos del proletariado' en el momento de la ola revolucionaria la reforma o la democratización del capital ( no su destrucción); para lo cual los intelectuales del régimen son especialistas en revisar y utilizar las debilidades en las formulaciones y explicitaciones inherentes a toda revolución abortada.

       La ideología de la liberación nacional es un ejemplo elocuente al respecto. Es evidente que existen aun fracciones de la burguesía que para llevar adelante sus intereses imperialistas no precisan recurrir a citas de Marx o/y de Lenin, sino que pueden aun movilizar a sus vasallos directamente en defensa de la religión, de la raza, el mundo libre, la lucha contra el comunismo u otras cosas por el estilo. Sin embargo no deja de ser sintomático que en todos los continentes, se enfrenten hoy fracciones de la burguesía que camuflan sus intereses de rapiña, detrás de su “marxismo leninismo”,  detrás del derecho a la autodeterminación de los pueblos que “el marxismo” ha sostenido. No solo en su nombre la reciente "nación liberada" de Vietnam invade Camboya que “defiende su autodeterminación nacional”, sino que China invade para “darle una lección a los que no respetan el derecho de los pueblos a su autonomía nacional”. Que en nombre de lo que Marx, Engels o/y Lenin (que tomaremos como ejemplo por ser los más utilizados) dijeron sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación, se pretenda arrastrar a su autodestrucción a grandes capas del proletariado, oponiendo la bandera de la liberación de Irlanda, o la de los “legítimos derechos a la autonomía e independencia del pueblo vasco”; a otras también “muy marxistas” de defensa del “Estado – Nación”. Para unos sería progresivo la liberación de tal o cual pueblo, pues se trataría de un “pueblo oprimido” ( que incluye explotados y explotadores) contra un “pueblo opresor”; para los otros es necesario mantener y fortificar la “unidad del Estado Nación”, la “unidad nacional” más amplia posible contra la división  regionalista y los resabios feudales.

       Ambas opciones, campos opuestos en la guerra imperialista de rapiña, intentan convencer a los obreros que su opción, si bien ni implica inmediatamente el socialismo (para lograr el cual se ponen de acuerdo -y no hay nada más coherente que ello- en que “hay que trabajar mucho” ), es una etapa o un paso adelante en este sentido. Las fracciones del capital, que no se autodenominan marxistas, no precisan recurrir a ningún subterfugio teórico izquierdista para justificar la guerra imperialista, lo que no les impide aprovechar al máximo el asunto: basan su campaña en la afirmación de que “esa es una polémica entre marxistas”, y que está demostrado que “los marxistas no eliminan las guerras nacionales”, que “contrariamente a lo que éstos pretendían la guerra se realiza entre países y opciones comunistas”.

       Contra toda esta bolsa de mierda, la posición comunista es la misma de siempre, “proletariados de todos los países, unios”, “opongamos a la guerra capitalista la guerra contra el capitalismo”, la verdadera crítica a “marxistas” y “no marxistas”, sobre todas sus especulaciones sobre los beneficios que aparejaría tal o cual cambio nacional, ha sido efectuada por la acción directa del proletariado (e inevitablemente la profundizará en el futuro próximo) del mundo entero, en su guerra contra la burguesía de todos los países.

      Si hoy nos proponemos analizar como la burguesía puede utilizar los nombres de militantes comunistas, para la defensa de su política nacional-imperialista, no es ni para justificar tal o cual posición de tal o cual militante en el pasado (lo que consideramos totalmente incompatible con la práctica comunista), ni para iniciar una polémica contra nuestros enemigos, pues nuestra función no es discutir con ellos. Por el contrario intentamos contribuir al conocimiento dentro del proletariado de la metodología empleada por nuestros enemigos “marxistas” para fortificar las armas de la crítica de nuestra clase que evidentemente no podrán sustituir la crítica armada de tales concepciones. Consideramos imprescindible, en particular, poner en evidencia la esencia de la metodología empleada para delimitar una noción tan desfigurada como la del revisionismo y la invarianza del programa comunista.

    Viendo las cosas superficialmente se podría creer que las distintas fracciones del capital, que se enfrentan en el campo de la guerra imperialista, no pueden tener ninguna metodología común; que los justificativos ideológicos de tal política no pueden ser los mismo del lado de un movimiento de liberación nacional autodenominado “marxista” y la de los que se oponen a la tal liberación nacional también en nombre del “marxismo”; que trotskistas (en sus innumerables versiones) o estalinistas (de uno u otro lado) no puedan tener una política esencialmente coincidente, dado que en tal o cual conflicto se encuentran en campos diferentes de la guerra imperialista . Pero la realidad es mucho más compleja que esta superficie por la cual los dos campos opuestos en una batalla no pueden guiarse por los mismos valores . La lógica del capital es la que unifica y da coherencia a ambos campos, o mejor dicho todas las guerras pasadas presentes y futuras de la era capitalista tienen por objetivo la apropiación - destrucción de las fuerzas productivas y la repartición de los mercados del mundo, ambos campos coinciden en la oposición. Esa coincidencia no termina ahí, sino que ambos campos necesitan movilizar a “sus” obreros a su servicio, para lo que requieren presentar sus intereses como intereses de los obreros, la estatización y socialización del capital, como equivalente al socialismo comunista, su dictadura como una dictadura del proletariado, en fin sus discursos como equivalentes a los discursos de militantes comunistas del pasado queridos por los obreros, tienen que enfrentar al derrotismo revolucionario en ambos campos como “anticomunista”. Y como todo esto no hay 10.000 formas de realizarlo, sino solo una: atacan a los obreros internacionalistas de revisionistas, de no respetar las enseñanzas de Marx y Engels, sobre la cuestión nacional, etc. Los bombardean con citaciones de Marx y Engels, insistiendo en que éstos en tal o cual oportunidad sostuvieron a Estados Unidos frente a México, a las liberaciones nacionales de Polonia o Irlanda, en tal circunstancia tal potencia frente a tal país, en tal otra tal colonia contra su metrópolis, argumentando - como ellos hoy - que era progresista y que favorecía en el mediano plazo al socialismo.

        Lo que tienen en común estas argumentaciones de la totalidad de los grupos, partidos, estados, ejércitos de liberación que autodenominándose marxistas sostienen uno y otro campo imperialista, bajo la cobertura de la liberación nacional, es:

         - Tomar como punto de partida (1) que el comunismo sería un conjunto de principios elaborados por Marx y Engels, que se trataría de adecuar tácticamente a cada circunstancia o área geográfica.

          - Considerar que Kautsky, en lo que denominan “su época marxista”, mantuvo la ortodoxia del “marxismo” contra el “revisionismo” sea de Bernstein o de Otto Bauer (2) “demostrando que los estados nacionales ofrecen las condiciones más favorables para el desarrollo del capitalismo” (3), dando una precisa definición de la nación, “comunidad de la lengua hablada, del territorio de la lengua escrita” (4)

    - Afirmar que si bien Marx y Engels habían dicho en el Manifiesto que “los obreros no tienen patria” habían reconocido que el proletariado debía “...elevarse a la condición de clase nacional, constituirse en nación, todavía nacional, aunque de ninguna manera en el sentido burgués” y habían ido poco a poco comprendiendo la importancia de la cuestión nacional lo que queda demostrado por la sucesiva toma de posiciones al respecto en su vida militante. Kautsky, defendiendo precisamente esa ortodoxia, afirmará entonces en 1887 que: “En muchas naciones, el proletariado es ya portador del desarrollo nacional. Creemos que la época está  próxima en la cual, el proletariado va adquirir una influencia sensible sobre la vida nacional” (5);

     - A continuación afirman todos que aparece un fenómeno nuevo en el capitalismo, el imperialismo, que Marx y Engels no conocieron : “El capitalismo no había engendrado aun el imperialismo y sus luchas” (6). Esta nueva realidad del capitalismo que van a poner en evidencia los grandes teóricos de la socialdemocracia (Hilferding, Kautsky, Lenin, etc.) produce importantes cambios en la actitud de los comunistas frente al problema nacional.

     - Luego insisten en la vieja historia de que la socialdemocracia traiciona, que Kautsky se transforma en un renegado, que Lenin coloca en primer lugar de la lucha contra el capitalismo, la lucha contra las potencias imperialistas.

     - A partir de esas hipótesis todos están de acuerdo en que, para ser un verdadero comunista, hay que apoyar (críticamente o no según las versiones) los sectores de la burguesía de los pueblos oprimidos, o al menos impulsar la revolución burguesa, las tareas democrático burguesas, etc., ahí donde la burguesía no es capaz de realizarlas y que la tarea central de los revolucionarios es la lucha contra el imperialismo.

      -Sin lugar a dudas todos hacen un discursito más o menos radical, sobre la necesidad de que el proletariado realice su lucha en forma autónoma, claro que para ello algunos sostienen que precisamente es necesario ser los más patriotas de la “fracción”. Así MAO TSE TUNG responde a la pregunta “puede un comunista, que es internacionalista, ser al mismo tiempo patriota? Sostenemos que no solo puede, sino que debe serlo ... Por los razones expuestas (¡qué se resumen a que China es agredida! ), los comunistas deben mostrar una gran iniciativa en la guerra nacional y mostrarla concretamente, o sea desempeñar un papel ejemplar y de vanguardia en todos los terrenos”(7)

Carácter secundario de las variantes

      Lo único que hemos hecho es trazar las grandes líneas del esquema abstracto de explicación seudo-marxista según el cual "los verdaderos internacionalistas deben defender la patria". Claro que cada explicación-justificación es distinta y que en general los argumentos son mucho menos abstractos, pues están siempre marcados ya de un lenguaje patriotero, adecuado a cada circunstancia o pueblo.

       También debemos reconocer que muchos no mencionan a Kautsky explícitamente, pero todos tienen en cuenta implícitamente la interpretación, el filtraje, que hizo la socialdemocracia “ortodoxa” de las obras de Marx y Engels como sinónimos de “marxismo” (de ¡“comunismo” !) oponiéndola a las versiones “revisionistas”.

                En cuando a las variantes no pretendemos enumerarlas pues serían interminables; pero es importante saber que las consideramos secundarias porque:

 

    - Ningún grupo o partido, que se autodenomina marxista, dice descaradamente que la defensa de tal o cual interés nacional, de tal o tal liberación o soberanía nacional es su objetivo estratégico. Por el contrario todos sostienen que se trata de un objetivo táctico, en su lucha por la “revolución socialista”. Las variantes aparecen recién en un segundo nivel, cuando tienen que explicar la correlación entre liberación nacional y socialista, y se teorizan así la revolución por etapas, doble, permanente, ininterrumpida, con sus conocidas variantes y combinaciones.

     - Para todas las variantes el objetivo táctico de la lucha por la liberación nacional adquiere un carácter fundamental y todo el que se oponga, en nombre de la lucha del proletariado, contra la burguesía de cada país (única posición revolucionaria) no es un “marxista leninista”. Aquí también las mismas variantes aparecen como tales a un segundo nivel, para algunos sigue siendo importante hacer el discurso de que la revolución socialista se hace principalmente luchando contra la burguesía aunque en los hechos sean sus mejores representantes; otros van más allá y llegan a la caricatura de afirmar descaradamente que la revolución socialista será principalmente el producto de los países dependientes contra el imperialismo. Todos encuentran buenas citaciones de Lenin para explicar su práctica, así la Tricontinental, la Olas ayer y la burguesía cubana hoy atormentan al proletariado en sus publicaciones oficiales con la siguiente cita de Lenin : “La revolución socialista no será, ni principalmente la lucha de los proletarios de cada país contra la burguesía, sino que, además será la lucha de todas las colonias y de todos los países oprimidos por el imperialismo, la lucha de todos los países dependientes contra el imperialismo” (8)

     - Pues si bien al lado del conjunto de variantes clásicas más conocidas, Lenin-Stalin-Mao, Lenin-Trotsky, existen otras, como la del Marxismo- bolivarismo; el trotskismo- posadismo, Lenin-Gramsci, Lenin-Kim il Sung, el Castrismo, el sandinismo o las montoneras; estas no contienen tampoco ninguna connotación cualitativa diferente, digna de ser tenida en cuenta, salvo caricaturas que hemos preferido dejar de lado. En efecto, las imbéciles especulaciones filosofoides, sobre enemigo principal o fundamental, sobre que el marxismo es un “catecismo”, sobre la “patria grande”, sobre “los pueblos de color”, las “naciones agredidas o agresoras”, etc. constituyen un conjunto de adornos y de elementos dispersivos sobre un tronco común que es el que nos interesa desnudar y denunciar.

       De toda maneras la preocupación central de los seudo marxistas es siempre enfrentar el derrotismo revolucionario.

       Mao lo dice claramente, el enemigo es el derrotismo revolucionario, las masas no tienen ninguna conciencia ni confianza en lo nacional. “Somos a la vez internacionalistas y patriotas (SIC) y nuestra consigna es lucha contra el agresor en defensa de la patria (SIC). Para nosotros el derrotismo es un crimen (SIC)... Nuestra guerra se lleva a cabo en circunstancias adversas. El insuficiente desarrollo de la conciencia, dignidad y confianza nacionales entre las grandes masas populares (SIC)...”(9).

        Y este siempre es el verdadero punto de partida, sus necesidades, contrapuestas a las necesidades objetivas del proletariado, El verdadero esquema de construcción teórica- justificación ideológica de la guerra de liberación nacional, es (sea o no conciente de ello la fracción de la burguesía en cuestión):

       - Necesidad de militarizar al proletariado para que le sirva de carne de cañón de sus intereses.

       -Puente teórico ideológico entre estas necesidades y el "marxismo leninismo" definido como un conjunto de principios a ser aplicados con variaciones tácticas, según las fórmulas de la Segunda Internacional. Muchas veces dicho puente requiere fortificarse con referencias a algún " verdadero socialista".

       En comunismo N° 3 continuaremos la publicación de éste texto poniendo en evidencia porqué el comunismo no es un conjunto de principios ni un conjunto de dogmas formales (ideología que permite la utilización de los nombres y los textos de militantes del pasado al servicio de la ideología de la liberación nacional); sino un movimiento histórico real que como tal fue, es y será invariablemente antagónico con el nacionalismo.


CO2.1 LIBERACION NACIONAL : Cobertura de la Guerra Imperialista